Una gota de esperanza.

Una gota de esperanza.

Greys Cardenas

18/04/2021

Una gota de esperanza.

Era lo único que guardaba en los pliegues de mi corazón, era lo único que tenía en la vida, era por lo que seguía luchando con constancia y un poco de esmero. 

Siempre me sentía una pieza faltante o una pieza con un borde mal hecho. En mi familia, amigos y todas las personas que conocía siempre me sentí de esa manera, no encajaba en esos estándares.

Mi madre solía compararme con otros jóvenes y no sabía cuánto daño me hacía, pero nunca se lo demostré o bueno creo que confundía mi comportamiento normal con mi tristeza.

Mis hermanos se reían de mi constante por cualquier cosa, si hacía un gesto me comparaban con cualquier animal, me miraban mal si decía algo, me decían que olía mal, que no sabía caminar, que no sabia dormir.

Tal vez son niñerías, podría ser pero cada que decían estas cosas solía irme discretamente a cualquier habitación a llorar en silencio o quedarme callada mientras los escuchaba y un nudo se cruzaba en mi garganta.

Mamá nunca se preguntó porque era así, porqué que me daba miedo convivir con personas, porqué no salía, porqué tenía pocos amigos, porqué siempre hacía mis tareas solas. Bueno yo creo que si lo sabía pero quería ignorarlo de alguna manera, yo se lo conté una vez entre llantos y dolor.

-«Él me tocó”- recuerdo perfectamente esas palabras que salieron de mi boca cuando tan solo tenía 7 años, era una niña, los niños no mienten y fue una confesión que le hice después de varios años de vivir en abuso por un familiar.

Ella se quedó callada y nunca entendí porque dejó que eso se mantuviera en silencio hasta el día de hoy, mamá no es mala pero hay cosas que simplemente me hacen tener un oscuro corazón y un poco de resentimiento hacia ella.

Muchos jóvenes tienen un sueño, independizarse y estudiar para tener una vida mejor, el mío es un poco parecido pero con la intención de alejarme de mi familia, el daño que me han ocasionado y que desconocen no es fácil de sanar, porque de alguna manera ellos me han orillado a ser tímida, a desconfiar hasta de mi sombra, a tener baja autoestima y a no amar nada de mi.

Pero tengo una gota de esperanza en mi corazón, se que podré encontrar ayuda, esa ayuda que le pedí a mamá y no me la dio, que cuando le dije que quería ir a un psicólogo simplemente me contestó -«Los psicólogos son para personas con problemas grandes”-. Podré liberar mi corazón y dejar salir todo esa tristeza y dolor que guardo en el, podré cambiar como persona y tener la mejor versión de mi, me amaré y me sentiré mejor conmigo misma, dejaré de ser tímida y ser feliz.

Guardo una gota de esperanza porque que sé que todo este dolor se irá y una sonrisa brillará en mi rostro sin necesidad de sentirme menos cuando no lo soy, este sufrimiento será recompensado y tendré una vida llena de amor.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS