Azucenas.

Sí, ese es el latir de mi corazón desesperado por volver a verte, porque todavía no puedo olvidarte y los recuerdos de nuestro amor siguen vivos en mi memoria.

Ni siquiera me he querido ir de esta casa y continuó durmiendo en este habitación, en esta cama con olor a azucenas, esas flores que cada mañana cortaba para ti.

El dolor del desamor es más doloroso que la herida de una bala, mi corazón se estruja cada que alguien me recuerda a ti, finjo sonreír y siempre digo “su felicidad es mi felicidad aunque ya no esté a mi lado», enserio desearía aquello que repito.

Se que eres feliz con él y tal vez mucho más de lo que un día fuiste conmigo, que él te da más lujos y comodidades que las que yo te di pero, él no sabe ni sabrá amarte como yo lo hice, lo hago y lo haré siempre. Tú lo sabes y por eso finges esa sonrisa cuando alguien me menciona en tu presencia.

Y aquí estaré hasta el fin de mis días llorando por tu abandono y aferrándome a todos esos años de felicidad que pasamos juntos, esos serán lo que me alentarán cuando quiera morir y se que volverás algún día a mis brazos… Se que me amas tanto como yo.

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