Ángel Alirio Rivero Villamediana
Ángel Alirio Rivero Villamediana nació en Calabozo Estado Guárico, el 24 de mayo de 1980. Sus padres: Alida Margarita Villamediana y Ángel Restituto Rivero. Bachiller de la república, destacado atleta calaboceño y venezolano quien nos representó dignamente por largo rato en los ring de boxeo mexicanos. Ángel Alirio partió de su casa natal en la ciudad de Calabozo el 04 de enero de 2001 por primera vez, hacia la isla de Cancún, México; con una gran maleta de sueños acompañado de su hermana Yusmery quien le dio esa oportunidad de conocer el Templo Azteca. Inicialmente con la idea de estudiar Educación Física allá, ya que Alirio como todos le dicen siempre fue un destacado deportista estudiantil. Sin embargo su más grande pasión es el boxeo profesional y al llegar a México y tener un cuadrilátero de boxeo al frente no pudo más que seguir su sueño de ser el mayor campeón del Mundo.
De la isla de Cancún al CDMX de México tocando puertas, allí logró tener una primera pelea que gano por un NOCAUT impresionante abriéndole las puertas al ganarle a un campeón de la cuidad, muy emocionante oportunidad tras la que su estadía legal había terminado, cortando momentáneamente los sueños de ser campeón mundial ya que tuvo que regresar a su país con una carrera apenas iniciada; unido a esto la empresa que le dio la oportunidad de ingresar al mundo profesional del box se marchó a Tijuana baja California. De vuelta con las manos vacías y un corazón destrozado pero latente sabiendo que atrás había quedado una oportunidad para volver, aquí siguió entrenando duro, en 2003 le habló de nuevo a su compañía solicitando una oportunidad a lo que gratamente le respondieron “VENTE QUE TE NECESITAMOS”. De nuevo ahora con los bolsillos vacíos, sin tener boleto comienza su corre – corre, donde encontró a un ser humano especialmente dulce y solidario que creyó en su potencial y le dijo “vete muchacho que ya tienes boleto, sigue tus sueños, no te detengas, ni dudes que yo creo en ti, vete a hacer historia” Don Pedro Terán, empresario calaboceño de gran valía. Así con solo el boleto y un dólar en los bolsillos salió Alirio del terminal de Pinto Salinas en Calabozo a Caracas y de allí al aeropuerto con una maleta de felicidad y un sueño intacto dejando atrás familia, amigos para luchar por conseguir el ansiado sueño de ser Campeón Mundial.
Es el 16 de septiembre de 2003, día en que celebran los mexicanos su “Grito de Guerra” que llega Alirio de nuevo tras su sueño. Es el padre del Campeón Erik el Terrible Morales 5 veces campeón del Mundo, quien lo recibe y lo apadrina. Soñar desde niño, entrenar duro, recibir apoyo familiar y de los amigos que creyeron en él fue su clave; el señor Claudio Domingo López hoy fallecido fue su primer maestro y entrenador en Calabozo, de quien obtuvo disciplina, reforzó sus cualidades, además de ofrecerle una bonita amistad que abarco su núcleo familiar convirtiéndose en un segundo padre para Alirio. Septiembre de 2011 fue la fecha fatal que trunco por completo el sueño de ser Campeón Mundial de una promesa del boxeo como lo fue Ángel Alirio quien gano múltiples peleas en los diferentes rines de boxeo mexicanos, a raíz de un accidente que rompió uno de sus brazos dañando así su carrera para siempre. Sin embargo Dios es maravilloso y abre caminos en medio de la oscuridad, nuevos horizontes se abrieron y un nuevo camino por recorrer. Casado en el año 2007 con tres pequeños hijos que mantener y una esposa compañera inicia su recuperación e incursiona en el mundo del comercio de la ropa, negocio al que se dedica actualmente con éxito.
Entre los recuerdos más gratos de Alirio se encuentran el hecho de ser reconocido como “Tijuanense de Corazón” del Barrio Bravo de la zona norte, lugar en el que residía para el momento, apodado así por los propios mexicanos a la hora de subir al ring; viajar conocer lugares tanto como gente maravillosa de grandes condiciones humanas, conocer a su hoy esposa y tener sus tres hijos son sus mayores satisfacciones de esa experiencia de ir tras un sueño, el haber luchado y saber que sí pudo haber logrado su sueño por completo de no haber sido por el accidente mencionado. Alirio siempre recuerda no solo a al pueblo que lo vio nacer, sino a su gente, familia, amigos, los lugares que recorrió de niño, la experiencia de entrenar y jugar bajo la lluvia con la emoción de un día alcanzar el gran título de Campeón Mundial. Su más grande anhelo hoy es ver crecer a sus hijos, poder llevarlos al tope como dice el mismo, por lo que trabaja arduamente todos los días. Ya para finalizar esta crónica les diré que fue un grato placer para mi haber realizado esta entrevista a un ex compañero de colegio así como de algunas travesuras infantiles Ángel Alirio Rivero quien sigue radicado en México en la ciudad de Tijuana lugar que el adopto para echar raíces.
Lcda. Rebeca Chaya
Cronista Comunal
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