Llego aquí otra vez, llego aquí para escribir.

No me interesa que nadie me lea, sólo escribo para soportar vivir otro rato más. 

He encendido la linterna de mi celular para ver mejor mi teclado. Y como resultado, la proyección de muchos objetos en la pared.

Unas sobras gigantes, como la esencia de lo que es. 

Como mi dolor, ese que nadie ve. 

Si intentase delinear las sombras en la pared, tendría que evitar hacerlas desaparecer con mi sombra. 

A esta hora soy fragmentos, líneas que podrían leerse desde aquí hacía arriba. soy reflejos. 


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