Nos dijeron…

He pasado de una total actividad a querer estar sola , a encerrarme en mí habitación . Hoy siento dolor , un dolor lacerante , profundo y que va filtrándose como el mar cuando golpea con furia sobre las rocas , penetrando implacables por sus grietas . Siento la necesidad de aislarme con ese dolor , de no compartirlo . Lo sufro , lo vivo y en realidad deseo no sentir . Ojalá pudiera dormir para no sentirlo , y despertar luego si es que pasa. Aunque seguro que sí , que pasa . Es duro el desarraigo , es duro sentirse abandonado en parte , lo es sobretodo cuando eres adolescente . Y en ese tiempo , tiendes a creer que la culpa , si es que puede usarse esa horrenda palabra , es tuya , que algo malo tuviste que haber hecho . Pero no , no lo es . Es parte de vivir el ir dejando atrás a esas personas que no están en tu ritmo , que no vibran contigo , que en realidad y aunque haya parentesco , nada tienen en común , ni nada tienen que ver con tu respirar. Sí , por supuesto , duele! Desgarra y te hace sentir aislado . Pero porque nos han inculcado que hay que seguir con esas personas en nuestra vida para bien o para mal. Porque sí. Porque alguien decidió que así debía ser. Y no , es un error garrafal. Uno sigue con quién comparte emociones , tiempo , atención …con quién suma. Las relaciones lo son porque son de ida y vuelta , recíprocas , generosas , desinteresadas , espontáneas , gratas . Inmensas. Y mientras estás en esa lucha , en ese círculo de infravalorarte , de perder tu tiempo en vez de gestionarlo para aprender , crecer y hacerte más sabio , yo sufro. Quizás me venció el daño , el dolor , pero no puedo ahora seguir como si nada. Necesito este tiempo de aislarme parcialmente , de abstraerme para no sufrir en exceso. Y mientras , sigo agradeciendo tener tantas personas a mí alrededor que suman , que son , que están. Gracias y perdón por ocultarme y escaparme este tiempo . No soy cobarde , pero necesito recobrar la fuerza.