BEA
Mi laptop se quejaba después de tanta ventana abierta, poco a poco se calentaba como pavimento en verano.
Había pasado la mayor parte del día buscando respuestas en google.
“Pero que tipo de respuestas?”
Intentando escribir sin pensarlo demasiado escribí.
[LEYENDAS LOCALES DE LOBOS]
Sí, quizás enloquecía un poco…
Mi sexto sentido me decía que algo extraño estaba pasando en el vecindario.
Necesitaba llegar al fondo de lo que estaba pasando, más que tan al fondo estaba dispuesta a ir?
Finalmente llegue a un artículo que hablaba sobre la maldición de un nativo el cual no podría ser anulado jamas.
Esta maldición le otorgaba vida eterna pero se vería obligado a convertirse en bestia cada luna llena. Así, el nativo sería mitad hombre y mitad bestia por toda la eternidad. Un hombre lobo.
Sentí un escalofrío por todo el cuerpo. Lo único que venía a mi mente era mi sofá desgarrado.
Comenzaba a molestarme el echo de que aunque fuese por un segundo, creyera lo que estaba leyendo. A quien quería engañar? Los hombre lobo no existen y tal cual lo decía el articulo, lo que yo estaba leyendo no era mas que una leyenda local.
Mi celular comenzó a vibrar constantemente por los mensajes entrantes. Cerré mi laptop y tomé mi celular, era Leo.
-“En dónde diablos estás!?”
-“El bar está al tope, te necesito aquí ya!” Continuó
-“Tu turno comenzó hace 15 minutos!”
Me puse unos jeans negros, una blusa de cuello alto, mis docs, puse mi labial rojo y salí hacia el bar.
Tan pronto entre al bar Leo registró mi hora de entrada.
-“Wao! Ahora veo porque llegaste tarde!” Me guiño el ojo y continuó
-“Acaso esperas ver al chico de anoche?”
Claro que Liam había pasado por mi mente pero no era el a quien esperaba ver.
Leo había exagerado demasiado cuando dijo que el bar estaba hasta el tope. Había muy poco movimiento y la noche de desvelo ya comenzaba a afectarme. Recosté mi cabeza sobre la barra.
-“Todo bien?” Escuché una voz muy familiar del otro lado de la barra.
Levanté la cabeza bruscamente para confirmar que la voz era la de Adira.
En mi torpe movimiento golpeé una botella de vodka pero Adira logro sostenerla antes de que cayera.
Sentí que mi boca se abrió pero no emitió ni una sola palabra.
Se veía tan guapa como antes.
-“Bea, cierto?” Preguntó mientras se sentaba.
-“Sí, y tu eres Adira” Finalmente pude decir algo, sentía la garganta seca.
-“Buena memoria” Dijo sonriendo.
Comencé a preparar un Bloody Mary antes de que ella lo pidiera.
-“Muy buena memoria” Dijo un tanto impresionada.
Lo que ella no sabía era que yo recordaba absolutamente todo de ella.
-“Así que platícame, que es lo que te está molestando?” Preguntó
-“Acaso es un hombre quien te tiene pensativa?”
-“ Amm. . . No, nada de eso” Le dije mientras le pasaba la bebida.
-“Muy bien, porque los hombres son unos animales”
En eso estábamos muy de acuerdo, instintivamente mi mano fue hacia mi brazo el cual aún ardía por los rasguños que había dejado Liam.
Esperaba estar equivocada sobre el pero no podía sacar de mi cabeza la idea de que algo malo pasaba.
De repente sentí como Adira me tomaba del brazo.
Sentí como se aceleró mi corazón y juraba que ahora lo tenía en la garganta.
Levanté la mirada, ella me veía fijamente.
-“No debería estar aquí “ Dijo.
-“Porqué no?” Pregunté casi sin aliento.
Me incliné hacia enfrente sin darme cuenta, creo que quería estar cerca de ella.
-“No soy como tú “ Dijo mientras subía su mano por mi brazo hasta que finalmente había llegado a mi cuello.
-“y como eres?” Pregunté mientras sentía como un escalofrío recorría por mi espalda.
Éramos como dos imanes acercándonos la una a la otra sin poder hacer nada por detenernos.
-“No creo que puedas manejarlo”
Estaba paralizada, moría porque me besara.
De pronto la puerta del bar se abrió y entraron tres chicos gritando y riendo a carcajadas.
Adira se alejó instantáneamente y se levantó.
-“Esto fue una mala idea” Dijo.
-“Espera” Le dije, casi susurrando.
Después de mirarme a los ojos, se dió la vuelta y se fue.
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