¿Quién dijo que era amor?

¿Quién dijo que era amor?

ESTRELLA RUIZ

05/04/2021

                                                 ¿Quién dijo que era amor? _ Capítulo I

¿Quién dijo que era amor? No te asustes fueron solo tus besos al atardecer…

Era domingo uno frente al otro conteniendo la respiración con la mirada fija se acabaron las palabras un momento mágico, él y yo por fin coincidimos a solas en aquella sala en una casa a las afueras de la ciudad. Ninguno de los dos buscaba algo concreto sin embargo descubrimos que cuando estamos muy cerca no necesitamos un plan solo dejarnos sorprender por la espontaneada del uno con el otro.

De pronto una sonrisa tímida por parte mía hizo reaccionar mi alma de aquellas emociones que estaban a punto de lograr que pierda en una batalla de miradas donde estaba en juego la razón.

Es tan inexplicable la fuerza de este sentimiento nos conocemos poco diría que apenas, regrese a mi ciudad natal después de mucho tiempo y allí lo conocí no despertó mi interés en un inicio ni siquiera puedo explicar cómo llegamos a esto, han pasado algunos meses y puedo decir que un sentimiento está minando mi corazón sin poder evitarlo, en algún momento hubo oportunidad él tomo mi mano puedo describir ese instante como algo electrizante en un pequeño espacio de tiempo hicimos contacto.

Después de ello en todos estos meses no hemos tenido una demostración directa de algo, al contrario, han sido muy sutiles las acciones hasta parece que ninguno de los dos quiere mostrar el verdadero interés del uno hacia el otro en toda su plenitud, somos dos corazones solitarios que quizás tienen miedo de volver a sentir aún no encontramos la forma el lenguaje que de tregua a no salir lastimados.

Su voz, su sonrisa su sola presencia pueden lograr despertar mis sentidos y añorar acercarme a su rostro en un cerrar de ojos saltar al vacío además de pretender ser salvada de la caída con un beso, adueñarme de sus labios despertando en un suspiro.

A veces se torna difícil tenerlo cerca y no saber realmente que siente o simplemente que puedo lograr en él, se pasea por mis pensamientos la incógnita sin poder atrevernos a más solo queda expuesta la fragilidad en miradas sostenidas por el misterio que guarda cada uno.

Volviendo a ese día, un domingo por fin no había barreras ni misterio solo nosotros desnudando al miedo de volver a creer en alguien. Nos quedamos así mirando fijamente habíamos coincidido en aquel lugar de pronto dimos algunos pasos que parecían interminables y llegamos a estar tan cerca que pude sentir su respiración…

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS