Mis días pasan como un parpadeo
sin darme cuenta el mañana se convirtió en hoy,
y la imagen que veo frente al espejo
me muestra la rutina en la que estoy.
Ha desaparecido la sonrisa que dibujaba mi rostro
y ha quedado el ceño marcado del enojo,
ya no parece nada que me sorprenda
la magia parece vigilada en una celda.
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