Te sigo al final de este callejón donde a medias luces puedo observar un pequeño lugar a la distancia. No cuestiono el camino, solo pienso en tu intrépida forma de caminar entre la oscuridad, en tus piernas largas con esos zapatos que mantienen un pequeño sonido a cada paso.
Llegamos al final del callejón, entramos a un bar de esos con luces bajas, con una nube que se forma del cigarro, con esa música que te encanta que al no pasar ni un minuto aún ya te escucho cantar.
Caminamos al final del lugar, parece que conoces bien aquel rincón, te imagino un momento sonriendo tantas veces aquí, con tu cigarro en mano, manchado con aquel labial rojo que siempre usas, el rojo te va, me atrapa, por cierto me hipnotiza, quizá es parte de tu secreto.
-¿Quieres una cerveza o prefieres whisky?
-Una cerveza por favor –sonríes-
Camino hacia la barra y ordeno dos cervezas, las personas aquí se parecen a ti, no evito pensarlo.
– ¿Qué te parece? es uno de mis lugares favoritos, donde puedo sentirme bien con ser yo misma.
-Me parece interesante- solo se me ocurre decir eso.
-Vamos, sé que no es lo que acostumbras, pero esta vibra también te queda, aquí también tu puedes ser un poco más libre, te mostré este lugar muéstrame algo de ti.
Soy un tipo simple de verdad simple, me parece intimidante tu seguridad, como no dudas en atacar con esos ojos, con tu mirada fija.
-No soy tan interesante como tú, créeme.
-Vamos, creo que tienes un poco de misterio puedo verlo.
El misterio eres tú, pienso inmediatamente y quiero resolverte.
Se da la media noche y con un par de Cervezas nos despedimos de aquel lugar, tienes razón hay algo que libera, aunque en este momento pienso que fue todo mérito del alcohol.- caminamos un poco-
-¿Curioso no? Como pudimos encontrarnos viniendo de dos mundos diferentes, eres agradable, me gusta.
-¿En verdad lo crees? tú tienes algo único, me gusta-respondo sin titubear-
-Basta –sonríes- y de repente te quedas en silencio, te volteas frente a mí.
Sabes que me atrapas, te gusta, es un juego para ti, me cazas lo sé.
Tus labios con los míos sentí una descarga.
Te apartas casi de inmediato y sigues caminando no me das tiempo de reaccionar a tu intensidad ¿A dónde me llevan tus pasos? Voy tras de ti.
-¿Qué te parece el lugar? Tiene su encanto, de niña recorría tanto estas calles y era tan feliz, aunque ahora este lugar me da toques de nostalgia, pienso que lo correcto a veces es quedarse con los mejores recuerdos y no volver donde no tenemos certeza de algo.
-Si este lugar tiene personalidad, casi como tú-respondo-
-Tengo que irme, pero te encontraré pronto- me abrazas despacio- Y te juro que siento que no quiero dejarte ir, porque quizá solo reviva aquel beso dentro de mis mejores recuerdos.
Sin esperarlo siento de nuevo tus labios muy cerca de los míos, esa distancia parecía infinita tu energía magnética no me deja separarme de ti.
Te beso y ahí me quedo y de repente te veo partir entre la noche.
Despierto. Todo fue un sueño, tú recuerdo me hizo volver al día en que todo comenzó.
¡Carajo!
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