Visita al abuelo (copia)

Visita al abuelo (copia)

Manyoma

01/04/2021

Nunca estuve de acuerdo con el ingreso del abuelo Antonio al asilo de ancianos, pero no podía hacer nada, yo no tengo mi propia casa para llevarlo. Mi madre, dice que es el mejor lugar donde él puede estar.Cada domingo lo visito y la verdad lo veo feliz, ha entablado una amistad, con Dorita y don Anselmo, siempre están juntos incluso, cuando lo visito, ya que ellos no reciben ninguna visita. Don Anselmo me ha enseñado a jugar ajedrez, al menos a mover las fichas, siempre me gana muy fácil y ríe en mi cara con una gran carcajada. Mi abuelo me consuela, Dorita me dice que él me hace trampa y también se ríe en mi cara. Creo que al abuelo le gusta Dorita, es muy atento con ella, siempre me pide que le traiga una chocolatina cuando lo visite, la guarda en su bolsillo y en la mitad de la charla se la entrega, el señor Anselmo en forma jovial le dice a mí cuando me vas a dar algo Antonio.

Dorita es una señora muy Bonita, es elegante y tiene ademanes refinados, es una señora de la alta sociedad, por voluntad propia prefirió internarse en el ancianato, no soporta la soledad, después de la muerte de su esposo, la casa enorme no le daba tranquilidad. Mi abuelo es muy atento con ella, ella no le es indiferente. Don Anselmo me dice, en secreto tu abuelo y Dorita están enamorados, como esos dos gorriones que están en esa jaula. Yo disfruto mucho de las visitas al ancianato, he descubierto un mundo fantástico mi abuelo y sus amigos. Son ligeros y trasparente, me hacen querer estar siempre en ese lugar. El abuelo nos invitó a la sala de televisión y nos empezó a contar una historia:

  • Yo tenía veinte años y era un joven entusiasta, un día se presentó en el pueblo un circo, en el circo la atracción principal era un boxeador como de dos metros, y pagaban diez mil pesos, al que lograra aguantarle un asalto de un minuto, imagínense diez mil pesos en mil novecientos setenta y ocho. Tenía una novia, que quería que la llevara al circo, pero yo no trabajaba y no tenía ni un peso, los muchachos me aconsejaron Antonio eres rápido, tienes oportunidad de cansarlo y te ganas tu plata, ese ánimo me lleno de valentía y me inscribí, para pelear con la Máquina, sonó la campana y desperté tres días después, en el hospital.
  • Pregunte a mi amigo, Ignacio que cuando iniciaba la pelea con la Máquina. Porque debía llevar a Ester a la función de la noche.
    • Ignacio y los muchachos, reían yo no entendía por qué, ni porque me dolía tanto la mandíbula, ja, jajajá, entonces vi los Diez mil pesos, en la mesita de la habitación y me acordé de todo.
    • El dueño del circo se asustó tanto, que me dejo los Diez mil pesos y se fue del pueblo. Por eso tengo esta cicatriz en la frente, mi novia no me volvió a hablar, pues todos se burlaban de mí, pero no me molestaba, algún día se olvidarán de eso, además fui el único en el pueblo, que se atrevió a pelear contra la Máquina, con los diez mil pesos compre mi primer vehículo, un campero de segunda mano, pero en buen estado, comencé el negocio de transportador, llevando a los paisanos a la ciudad, sus cargamentos para comercializarlos, era un negocio muy lucrativo, todos los días tenía trabajo. En pocos meses tenía treinta mil pesos, los invertí en tres camperos más, así nació la flota de Antonio. De ese golpazo nació la fortuna de nuestra familia —

    Todos estábamos, asombrados de la historia y le preguntamos al abuelo que paso con la chica, cuando vio tu progreso económico, Antonio les dijo que no quisiera hablar de eso. Cuando acabo la hora de la visita, me despedí de ellos como de costumbre, El abuelo me llamo a solas y me dijo que tenía que ayudarle a salir del asilo, por un fin de semana a él y a sus amigos, tenían un deseo que cumplir, quería visitar la playa y en la noche, bajo la luna pedirle a Dorita que se case con él. — Abuelo, ¿estás loco?, como los voy a sacar de aquí?, eso es un delito —, —delito si se enteran, pero podemos manejarlo —No pude negarme a la petición del abuelo, planeamos para la próxima visita, yo los llevaría a las playas de Juan Chaco en el mar, contacte a uno de los celadores del asilo y llegamos a un acuerdo, saldríamos por a la puerta donde él estaría de turno.

    En casa pregunté a mama si ella conoció la historia de la pelea del abuelo Antonio en el circo, ella se sonrió y asintió con la cabeza que sí, —madre y de la chica que era la novia del abuelo que paso con ella, — Mira mi papá nunca habla de eso, pero esa chica, abandono al abuelo justo la noche antes de casarse, cuando ella vio el progreso del abuelo con su flota, lo busco y se comprometieron, empezaron a vivir juntos, colocaron fecha para la boda, ella tenía aseso a todo lo de la casa, a un hasta la caja fuerte. El día anterior de la boda ella e Ignacio su mejor amigo, se robaron el dinero de la caja fuerte y se marcharon del pueblo.

    Mi papá recibió un golpe más duro que el que le dio la Máquina, esta vez no se iba a despertar en tres días, el abuelo empezó a beber, hasta quedar en quiebra y con los vehículos empeñados. Pero las personas del pueblo, se sentían muy mal pues todos conocían la nobleza de mi papá. Decidieron no dejarlo tomar más, de tal forma que cuando él se acercaba a la cantina, ponían el letrero de cerrado y mi papá fue cediendo a su deseo de tomar, de nuevo empezó a atender su empresa, logrando salvar los vehículos, pero el abuelo jamás volvió a tener un amigo—, el abuelo nunca se casó, mi madre fue producto de una aventura, la madre la abandono a los días de nacida sé la entrego al abuelo, quien la crio valiéndose de mujeres en lactancia, y dedicando todo su tiempo. Por eso no entendía por qué mama decidió internarlo, El día de visita el plan se puso en marcha, arreglamos las camas con las almohadas, arropadas como si fuesen personas.

    Verificamos que el celador estuviera en el turno, e identificamos el lugar donde yo debía esconderme una vez se acaben las visitas. El abuelo estaba muy ansioso, el plan no tiene reversa. Dorita y don Anselmo estaban listos, Dorita estaba muy contenta, hace muchos años no visitaba el mar. Anselmo es un anciano, tierno como un niño, le encanta jugar ajedrez y leer historietas del tipo aventuras, me pidió que le comprara una colección de Kaliman y Condorito, cada día devora entre dos y tres revistas, hace tiempo su familia dejo de visitarlo y estuvo a punto a ser expulsado del asilo, el abuelo ofreció a pagar la mensualidad, pero Dorita ya cancelo la estadía por algunos años. Don Anselmo, dice que mi abuelo es su hermano y Dorita su hermana, ellos deben arroparlo cuando él va a dormir, si no lo hacen él no se queda tranquilo. Es un hombre muy especial, yo he aprendido a quererlo. Es la hora de ejecutar el plan, en el auto está la ropa; don Anselmo está dormido me toca llevarlo en mi espalda, pesa poco, salimos por la puerta de nuestro amigo celador. Mi abuelo dice la oración, antes de emprender el viaje, en el puerto hay una lancha esperándonos para dirigirnos a la playa de Juan chaco. Chalecos salvavidas, una lancha rápida en dos horas, estaremos en Juan chaco, Dorita toca el agua con sus manos, — Esto es la vida—

    El abuelo Antonio le tomo la mano, ella se recostó en su pecho, al llegar a la playa, había una pancarta que decía bienvenidos a la isla de la fantasía, Estaba mama, mi novia y el pastor Víctor. Mi abuelo de inmediato, se alejó con Dorita y le propuso matrimonio, lo cual serraron con un beso y para sorpresa de Dorita el matrimonio era esa misma noche, en la playa con todos nosotros vestidos de Blancos, los turistas y nativos gozaron del espectáculo, don Anselmo entrego a Dorita a su Hermano Antonio, unos abuelos hermosos, con sus vestiduras blancas. Fue la primera vez que vi llorando a mama. La fiesta continua hasta el amanecer, Anselmo exclamo— El asilo debería quedar acá— Fue como si un bombillo se encendiera en la cabeza del abuelo, — Está decidido, el asilo que dará acá—

    Mama movía la cabeza, ella sabe que el abuelo no vacila cuando se trata de sus ideas, el abuelo abraza a don Anselmo. Se pone en contacto con el presidente del consejo comunitario, el cual le da el visto bueno para venderle tierras. De vuelta al asilo, el abuelo comenta a la directora que no estarán más en ese lugar, firmamos la decisión. Y nos marchamos de nuevo a la playa. La construcción del asilo ha sido un éxito, muchos turistas han inscrito a sus abuelos. La diferencia del asilo en la playa, se están notando muy rápido ya no tienen frío, no están encerrados en cuatro paredes, las comidas para ellos son un manjar diario, con los cuidados pertinentes, no pueden comer mucho coco o mucha grasa, los menús son supervisados por un nutricionista, que cada semana se encarga del menú de los residentes en el hotel o asilo, la verdad la diferencia es un lugar maravilloso. El abuelo esta feliz como en sus mejores años, está con el amor de su vida y al fin tiene un amigo que es como un hermano.

    El abuelo y Dorita, me ofrecieron pagar mis estudios en el país que yo elija, una propuesta muy tentadora, hay muchos países que quisiera conocer, pero no acepte la propuesta, no quiero alejarme, de esas personas maravillosas, que Dios puso en mi camino, decidí estudiar psicología en forma virtual. Mi madre, me comento que la razón por la cual decidió dejar ala abuelo en el asilo, era porque él aún estaba buscando su lugar, que a pesar de que vivió muchas cosas no había llegado al lugar donde él quiso llegar. La edad no te limita a dejar de buscar la felicidad, mi abuelo con setenta y seis año tiene un espíritu joven, y está viviendo los mejores años de su vida. Dorita está dándole una nueva oportunidad, para ser feliz, don Anselmo está siendo feliz, mirando las olas, la arena y comiendo de lo lindo. Hoy estamos en la playa, contemplando un hermoso Arcoíris, el cual Anselmo está dibujando en su libreta.

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