Esponja de luz

La vida es efímera. Que efímera es la vida. Un día tú, un día yo.

Un día otro en el limbo.

Y me pregunto cómo sucede que suceden tantas cosas en un flash de tiempo

mi ruta como la de varios va cambiando con sólo poner el pie en otro hueco

y todo se derrumba o todo renace

me apunto a re-surgir, re-significar, re-mover, re-titular

sintiendo que la vida no le queda de otra más que golpearnos

la tierra de los vivos y los muertos, la crudeza de ser muerto

suspirar y agradecer que el cambio no me ha llevado al otro lado de la vía

olvidar como olvido todo lo que hiela, lo que alguna vez me hirió

vivir sólo el día, las 24 horas, los segundos que acaban en el sueño

mañana otro día vive y yo vivo con él

es esa paz que transforma todas las heridas en memoria

es la consecuencia de no dejar jamás de ser, ni por muy poco cuerdo que sea

lo que he sembrado y cosechado, con lluvias y soles gritando

mirando con paciencia lo que perdió sentido y se resiente en el aire

porque todo pesa en un sentido u otro, todo cae en el espacio merecido

y cada día/noche que pasé aullando a la luna por el dolor, hoy es calma

sólo calma entre las olas, sólo risas entre ojos amenos

¿qué tal si desaparezco hoy o vivo por 5000 mil días más?

yazco y observo como la brisa de lo amargo y ajeno cae por la aurora

es esa imperfección de encontrar en lo roto el camino que me envalentona

y agradecer no estar en un lugar que no quiero estar, en esa rutina asesina

sino en el espacio que he soñado de hace meses, en donde no hay terceros

¿qué más puedo pedirle a la vida?

soy sólo un punto con brazos y piernas, un halo ínfimo entre todos los halos

con la fortuna de estar viva y sintiendo, de dar amor y recibirlo con aprecio.

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