Marifer.

Tiene veinti-tantos,

le gustan los gatos,

mientras cocina siempre come un tanto y

creo que le gustan mis abrazos.

De su pasado se de cuando en cuando,

se que no todo fue fácil

y también que no todo fue malo,

creo que le gustan mis brazos.

No es chica de aretes

ni es de zapatos altos,

no necesita de adornos

para tener la belleza de grandes astros.

Medirá uno sesenta y tantos,

le arranco flores que seca entre libros,

le gustan sus colores y sus olores,

no se cuanto duren sus amores.

No es de muchas llamadas y

es más bien de pocas palabras,

me impresionan sus argumentos y

con pocas palabras ha destruido mis viejos conceptos.

No es de sumas ni de restas,

pero es de acciones sin receta,

creo que le ha perdido el miedo a las alturas y

se que no le gustan las ataduras.

No siempre alcanza a ver de lejos,

entonces saca unos lentes que no ha graduado hace tiempo,

poco su vista mejora,

pero así, cada detalle de ella me enamora.

Es de tatuajes y

también de cicatrices,

es de instinto, de pensamiento,

de sueños y de incienso.

A veces despierta triste,

a veces me dice que piensa,

a veces el silencio es su tema,

y aún así entre besos me desvela.

No siempre sabe como peinarse,

cambia entre trenzas y coletas,

enreda y desenreda su cabello, mis ansias, mis sueños,

al final me cautiva en todas sus facetas.

Es de caderas perfectas,

elefantes en el pecho,

demonios en las piernas y

ojos de hermoso destello.

Con ella no hay manecillas,

no hay citas ni entradas a tiempo,

ella destruye las mañanas,

de mil batallas es manifiesto.

Tiene una iguana y también una gata,

a veces la atacan pero aún así las ama,

las visita y hasta la renta les paga,

me encanta verla procurarlas.

Cuando se baña,

no se talla por cariño a su piel y

el agua en ella se transmuta en miel,

museo a la belleza siempre es.

Quietud, pasión, furia y armonía,

no hay palabras que la definan,

belleza no describe a la belleza,

Entiendo a Silvio cuando buscaba una melodía.

Le sigo los pasos y le cuido los sueños,

aunque un día me dejara atrás,

los días con ella serán eternos,

su cuerpo, su mirada y sus tiempos fueron perfectos.

Su primer nombre es de pocas y el segundo de varias letras,

abrevia el segundo y generalmente omite su primer apellido,

es de canciones, convicciones y de fumar hierba,

es damisela, guerrera, princesa y también mi cometa.