Laberinto de un marinero condenado.

¿ Cuánto vacío habré dejado? ¿ Cuánto recuerdo habré tenido?. De todo lo que era mío y el olvido me ha permitido…¿ cuánto habré aprendido?. No sé cuando terminen mis pasos, es más no sé  si mis pasos eran míos o producto de un sueño vacío. Pero que queda…¿ qué es lo que queda de un cuerpo que no recuerdo ocupar y mucho menos abandonar?. Son tantas, tantas cosas que preguntar, que las preguntas se hacen infinitas y las respuestas salen todas marchitas. Pero parece que este laberinto sin final, las cosas parecen funcionar, Me paro a pensar, veo  las hojas de los árboles a mi paso caer, los pájaros cantar y  no se que tan lejos esté mi final. Soy un alma vieja añorando una soledad inquieta, estoy nervioso, acongojado, triste, hastiado ,derrotado. Ya no sé casi de lo que hablo, mi mente se nubla, mis paisajes se oscurecen… una mano me agarra fuertemente, mi  cuerpo me esta abandonando, creo que el final probablemente ha llegado…

Ahora lo entiendo… estoy atrapado, salí de mi cuerpo al fin noto la libertad que tanto había añorado en el pasado. Ya paso el calvario, ya no sufro, ya no sufren, esa mano me sigue agarrando fuertemente pero no se da cuenta que al fin mi cuerpo ha zarpado, agarró el timón de mi barco soy el nuevo capitán , pongo rumbo norte  sin destino definido. El mar ahora es mi nuevo amigo, es quién me llevará a mi próximo periplo…

! Arríen velas¡…. !Nace un nuevo niño¡