Para unos es un proceso que dura tan solo meses, para otros es un proceso que dura años, pero lo importante es intentarlo, intentarlo tantas veces como tus ganas de lograrlo y materializarlo te lo permitan, aunque un día sea bueno y de repente los otros días se tornen grises y los llames “ días malos”, aunque todo el mundo te critique y te señale por hacerlo, al final del cuento la satisfacción o la no satisfacción de haberlo intentado, será únicamente tuya, será personal, propia de tu ser y es precisamente por eso que debemos estar mentalizados con el éxito, pero también estar preparados para el fracaso, pues no todos los días se gana, pero si todos los días se aprende.

¿Y que pasa si fracasas?, Si fracasa vuelves y te levantas con más fuerza y con más experiencia y vuelves y lo intentas pero esta vez con mas conocimiento de causa porque la anterior caida no fue del todo mala, pues te dio experiencia y la experiencia nos provee conocimiento, el conocimiento nos ofrece libertad, la libertad nos da creatividad y la creatividad de repente nos da éxito; pero el éxito no es sólo el ámbito material que abarca el dinero, el éxito es haber llegado a alcanzar ese concepto de felicidad que tu mismo creaste, ideaste y te forjaste y no todos tenemos ese mismo concepto, para unos la felicidad es el dinero, para otros los viajes, para otros los hijos, para otros disfrutar de la sencillez sin hacer tanto ruido y así sucesivamente, pero lo importante es llegar a ese éxito que sueñas y proyectas, porque cuando los sueñas y a la vez lo trabajas lo creas entonces cuando lo logres crearlo nunca te olvides de las raíces que te cimentaron, porque al final serán ellas quienes te darán la fuerza para aguantar miles de tormentas.

Gana con humildad y aprende a perder con valentía, admite tus errores y escúlpelos hasta convertirlos en oportunidades de grandeza, la grandeza no es sentirse más que los demás, la grandeza es convertirse en fuente de inspiración para los demás, pues la luna es grandeza y a la vez es fuente de inspiración, con ella se han cultivado miles de ideas, de sueños, de anhelos y de las conversaciones espirituales que se han dado entre el yo interior y el yo que quiere alcanzarla y en esas mismas conversaciones han surgido las mejores inspiraciones y respuestas del ser para entender, ¿qué hacer? y ¿cómo hacer?  para poder lograr.

Esto no es una apología del dinero, se trata de una apologia de la vida.

Escrito por: Viviana P. Velásquez T.
28 de enero de 2021
Bogotá, Colombia.

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