Parece que la vida pasa lenta, que se desvanece entre el tiempo que de pronto acelera su paso y para cuando menos lo he acordado, la vida se me ha ido. ¡Que dramático soy! Aquí sigo, no me he ido, sigo vivo. Pero ya no soy aquel niño que miraba las estrellas y se perdía en ellas. Me ha llegado un golpe de realidad, uno muy severo, a mis 28 años sigo sin saber cual es mi sendero. Y no es que me importe tanto, pero quisiera saber para donde llego, para saber si este es el camino correcto. Pues de eso me han enseñado que se trata la vida, de elegir de manera correcta, de tener la pareja correcta, de estudiar la carrera correcta, de caminar el camino correcto, de ser una persona correcta. ¡Estoy harto de lo correcto! Estoy harto de todo realmente, no sé que hago aquí diciéndote esto, nunca te importo escucharme, y claramente no te importa ahora, miras fijamente la nada mientras te digo todo esto.
-Claro que me importa lo que dices, no soy oídos sordos a tus palabras, aunque si quiero ojos ciegos para no verte decirlas, por eso volteo mi rostro, nada tienen que ver mi ojos con escucharte. Y te entiendo, te encuentras en un punto de la vida donde no sabes lo que realmente es la vida, y nada tiene que ver tu edad, pudo pasarte a los 10 o podría haber sido a los 40, da gracias al universo que ha sido en tu juventud, has de disfrutar de eso, aunque ahora no lo comprendas. Tienes varios años trabajando para mi, llegando puntual, siendo la mejor persona que pude contratar, pero ya no me sirves, y ahora que me dices esto te tengo que dejar, porque ya tampoco te sirvo, y antes de que digas cualquier cosa, déjame terminar. Es hora de volar, de que encuentres un lugar, un verdadero hogar, uno que sea tuyo, no de tus papás, uno donde sean tus reglas, donde sea tu vida, es hora de que sueñes en verdad, y que persigas lo que quieres, pues lo más valioso que tienes se te irá y no cuenta te darás.
-Quiero partir, quiero volar, pero tengo miedo, si me voy de aquí ya no habrá nada seguro, no tendré estabilidad, no me sentiré confi…
-¡Calla! Es por eso mismo que te tienes que largar y que yo no te puedo aceptar, porque sería cortar tus alas y mitigar esas ganas de volar y de soñar que miro en tus ojos. Siempre sueñas despierto, no está aquí lo que quieres. Ve a buscarle sea lo que sea, si buscas encontrarás, y nunca más serás quien eres ahora, y mirarás agradecido este momento en el que te echo del nido, en el que emprendes vuelo.
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