Quiero describir la sensación sobre cómo me siento, tal vez alguien al leerme se pueda llegar a sentir identificado.
Voy a empezar diciendo que el único momento en el que me siento tranquila es cuando estoy dormida, bueno si es que es una buena noche y no tengo alguna pesadilla o si logro respirar bien durante el sueño. Al despertar en la mañana los primeros 5 segundos me siento tranquila, es ese grato regalo de la vida en donde por 5 segundos no hay nada en mi mente, acto seguido a esto me encuentro fastidiada, la sensación de incomodidad comienza a recorrer todo mi cuerpo, simplemente no me hallo, empieza mi cerebro a reconocer el lugar en el que estoy y me siento ajena a todo, nada me pertenece, me siento extraña en mi propio hogar, lo único que pasa por mi mente es, ¿De quién son todas estas cosas?.
Es como si de repente todo me pareciera ajeno, como estar en un espacio donde absolutamente nada me pertenece, ni siquiera la energía, porque esta es totalmente opuesta a la mía, me asfixia, me consume.
Vivo con dos personas, me gustaría decir que me siento completamente cercana a ellos, pero no es así y no porque no los quiera, hay un tipo de amor en el que simplemente todo funciona mejor cuando se quiere de lejos, donde la distancia es sana, donde el estar lejos permite sentirse libre, es ese amor en el que estar cerca no es una opción. Porque sí hay un amor que no funciona con la cercanía de los cuerpos.
Así es mi día a día, mi mente me tortura y no me deja en paz ni un solo segundo, culpo al espacio que está tan cargado, culpo a mi mente que puede llegar a ser mi peor enemiga y me culpo a mi misma por no encontrar la manera de sentirse tranquila y poner todo en orden. Se supone que yo tengo el control de todo, pero, ¿Qué pasa cuando no se tiene control de absolutamente nada?
Esta pregunta ha rondado mucho por mi mente, precisamente porque crecí con el ideal de que siempre tenía que tener todo bajo control, el hecho de crecer y darme cuenta de que no es así es algo que sinceramente me ha costado mucho asimilar, ya que en esta vida tenemos muy pocas cosas bajo control.
Ahora el proceso de desligarme de estos falsos ideales es un proceso díficil, siento que en parte le estoy diciendo adiós al viejo yo y reconstruyendo una nueva versión. Por ahora estoy en el punto en el que imagino mi cuerpo desnudo flotando en el mar azul, intentando llenar este cuerpo desnudo de unas nuevas ideas y conceptos, unos que no pesen tanto, que le ayuden a mi cuerpo a sentirse ligero y libre.
OPINIONES Y COMENTARIOS