(Recomendación: Escuchar la canción mientras se lee).

El amor… Muchos lo ven como un sentimiento bonito… Otros, como una mentira… Y otros, simplemente como dolor. Cada cual tiene sus razones para verlo de la manera que quiera.

¿Y cómo lo veo yo?

Yo lo veo como notas de una melodía. Cada persona es un sonido musical, que al juntarse con otro, puede sonar tanto armonioso como inarmónico. A medida que vas conociendo personas a lo largo de tu vida, se va formando una canción. Y, depende de cómo funcionen esas relaciones, puede terminar siendo una canción triste, una canción alegre, una canción sentimental, en fin, cualquier tipo. Y todo depende de las personas que elijas para que te acompañen en este largo camino llamado vida. Pero siempre hay notas que sobran y que no concuerdan con el resto de la melodía. Éstas, más tarde o temprano, terminan desprendiéndose, hasta que sólo quedan los sonidos necesarios.

Pero la gran pregunta que muchos se hacen es la siguiente:

¿Por qué el amor nos hace débiles?

Porque le entregamos nuestra más preciada posesión a alguien, dándole así la opción de destruirnos por completo, sin dejarnos recomponernos por completo.

¿Por qué nos volvemos tan vulnerables cuando nos enamoramos? `Porque, en nuestro ciego enamoramiento, no vemos más que a esa persona perfecta, sin un defecto. Así, la frase «El que se entrega por completo nunca vuelve entero» cobra todo el sentido, porque por desgracia hay que vivirlo para poder entenderlo.

¡Pero somos masoquistas! La mente humana funciona de una manera muy extraña, cegándonos en todo el tema del amor. Creemos que esa persona, tan perfecta como la vemos, no nos haría daño nunca, porque es «simplemente perfecta». Lo malo es cuando la realidad te abofetea con toda su fuerza y abres los ojos…

Es verdad que cuando somos adolescentes, pensamos que esa persona de la que nos hemos enamorado va a durar para toda la vida.

Pero, ¡oh, vaya! Resulta que la realidad no es como nuestra alocada cabeza piensa, y menos a esas edades. Nos ilusionamos como tontos, y al final el golpe que nos damos es mucho más fuerte.

¿Y por qué?

Es muy curioso cómo funciona la mente humana. Quizá, no sabíamos cómo era esa persona de verdad, porque teníamos en los ojos la venda del amor adolescente. Y, quizá, sí lo sabíamos, pero la teníamos tan idealizada que no llega a pasarnos por la cabeza que pueda hacernos daño. Claro, después vienen todas las noches sumidas en llantos y corazones rotos, todo por ilusionarnos como niños.

¿Estoy intentando decir que pienso que el amor es algo malo?

No, que va. Pienso que, como todo, es algo bueno hasta que se transforma en algo más: Obsesión, dependencia emocional… No quiero poner más porque creo que esas son las más comunes, entre otras.

Ahora bien, seguramente habrá gente que diga: “El amor no existe”.

Bien, para estas personas les tengo una pregunta.

¿De verdad creéis que no existe? Es decir, si no existiera, es probable que ni siquiera hubieras nacido. Sí, seguramente habrá personas que habrán pasado por experiencias traumáticas en la infancia, en la adolescencia, no sé.

Quizá piensen que el amor no existe por cómo está la sociedad hoy día, y la verdad, desde ese punto de vista, las entiendo. Hoy por hoy, por desgracia, la gente no busca tener una relación, sino tan sólo una aventura de noche. Creen que serán jóvenes eternamente, y por desgracia, eso no existe.

El amor existe, claro que existe. Sólo tienes que abrir los ojos un poco más, y te darás cuenta.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS