Febrero es un mal mes para morir

Febrero es un mal mes para morir

Blondie

03/03/2021


                                         Febrero es un mal mes para morir

                                          María Gema Salvador


Vengo de visitar a mi amigo Berto que  está en la cárcel, le he encontrado muy bien, pese a que le van a ajusticiar dentro de unos días. Lo peor de todo es que yo sé que es inocente y está pagando por algo que no hizo. No sé que hacer; yo tuve la culpa de todo. Pero es algo largo de explicar.  Por eso voy a intentar ser breve. Si tienen paciencia  les contaré la historia. A lo mejor sirve para algo, no sé igual ayuda a los demás. La suerte de Berto es que tiene fe.

Todo empezó cuando vine de Venezuela a España  pensando que aquí iba a encontrar el paraíso terrenal. Pero no encontré nada que me interesara, pese a que yo quería trabajar y tenía hasta un título universitario. Supongo que todos estábamos igual. Con ser este gordo, no era mi único problema;  me metí en el negocio de la droga con unos colombianos harto de trabajar por una miseria. Tampoco es que nadara en oro, pero al menos ya ganaba más que antes. Me creía muy listo y era feliz; tenía una novia, Jessie que estaba loca por mi, dinero y un piso que no estaba mal y entonces vino la debacle, trincaron a la banda de Benicio y  de poco me meten en chirona. Menos mal que yo era el último mono y ni siquiera se fijaron en mi. Sin embargo en vez de haber sentado cabeza y  alejarme de ese mundo tóxico, seguí jugando con fuego y  me enamoré de Blondie. Hay mujeres que son veneno para los hombres y esta era una de ellas. Era hermosa, pero mala. Lo único que le interesaba era que yo la salvara de los malos y después dejarme tirado. Y caí como un pardillo. Cuando me  di cuenta de  todo ya era demasiado tarde. Pero aún tuve la cobardía de implicar a un amigo que siempre me había ayudado y era un hermano para mí: Berto. Él cargó con mis culpas, hasta ese punto fui un miserable. Blondie desapareció y yo me quedé solo porque mi novia me dejó. No culpo a nadie, me lo  curré yo solo. Lo único que quiero ahora es liberar a Berto y quedar en paz. He recuperado el valor que no tenía. Quizás ha sido  Dios o el ver en la cárcel a un inocente lo que ha movido mi corazón.  En todo caso, sé que he adoptado la  decisión correcta y además febrero es un mal mes para morir.

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