Éramos temporales, lo sabíamos, como las olas que van y vienen, y el agua era más que salada, pero sabia dulce, por eso nos quedábamos a nadar, no le teníamos miedo a los tiburones o a las demás criaturas que en el mar estaban. Pero te ahogaste por rescatarla a ella y yo en la orilla espere a tu llegada de vuelta, pues no sabia que para no perderte tenia que ahogarme contigo.

Triste en el mar a espera tu llegada, pensé en irte a visitar al fondo del mar pues no me interesa tanto ahogarme y quedarme sin respirar, pues nunca he nadado como lo hice contigo, me agarrabas de la mano y no me soltabas.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS