«Una chica llamada Jezcel – Parte 2»

«Una chica llamada Jezcel – Parte 2»

A.A T

28/05/2021

CAPITULO 09: MANADA INCOMPLETA ____________________________________________________________________________

Después de toda una semana, al fin era el día del aniversario, varias cosas pasaron, primero Jezcel. Llegó el lunes, y pasó radiante y sin problemas ante la mirada de toda la escuela como si nada hubiese pasado, solo entró y tomó asiento en el salón. Yo había conversado con Alice y Elizabeth para más o menos crear un cerco de seguridad para «ayudarla» a ella y Betina, más bien la idea fue de Alice y Antonia, pero no hubo necesidad de nada. En realidad, fue todo lo contrario, vimos a una Jezcel muy concentrada en el partido de práctica que tendrían con elcolegio «Santa Isidora» sus rivales naturales, sobre todo por el triunfo de Christ como capitán en su primer partido de básquetbol de práctica del año. Sobre Betina pues, la cosa fue todo lo contrario, no fue a la escuela en toda la semana, y Jezcel estaba enojada por eso, no había ido a ningún entrenamiento y menos dado señales de vida, y lo que era peor, a Christ parecía no importarle. Intenté hablarle del tema varias veces, pero no pude, al parecer le había afectado bastante todo el jaleo de la situación, sobretodo el miércoles que pasó…

Resulta que ese día fuimos después de clases a ver el entrenamiento de las chicas donde harían un partido combinado con las muchachas del equipo del colegio de básica y las de media. Jezcel daba órdenes a diestra y siniestra y nosotros con Christ sentados en primera fila mientrasElizabeth nos hacía «caritas chistosas», todo eso hasta que Jezcel se dio cuenta y la regaño, estaba terrible y muy enfadada de que Betina no estuviera ahí, nosotros lo sabíamos, pero ella hacía notar que era lo mejor que podía haber pasado, pero lamentablemente para ella, ya eran como la uña y la mugre en términos de equipo en cancha.

Todo iba viento en popa hasta que, al lado de nosotros en cancha, aparece la archinémesis de Jezcel, y su «gigante» compañera de equipo. 1.73 de estatura, cabello negro azabache, unos subversivos ojos pardos, y una belleza que equivalía a su maldad. Alexandra Galeano, y su compañera de equipo Dana Carrasco, de unos sorprendentes 1.85 de estatura y robusta complexión, quizás la jugadora más grande del circuito, esta última agarrando una pelota con una sola mano ante una asombrada mirada de Jezcel al verlas, que por lo demás cabe destacar su rivalidad desde niñas cuando empezaron a jugar al vóley, y también fuera de la cancha con un odio mutuo.

-Vaya, nunca había visto una zanahoria jugando con una pelota, le lanzó Alexandra cuando ya ambas sacaban chispas por lo ojos al verse.

-Ja, ¿Que no es la madre superiora del «Santa Isidora» ?, ¿Que paso?, ¿Se les quedó la puerta abierta del convento y se escaparon?, le contestó Jezcel con un tono «chulesco».
-No te vengas a hacer la líder «niña roja», le decía Dana Carrasco empuñando su mano.

-Dana «churrasco», veo que estás creciendo… y para todos lados, le lanzó Jezcel cruzándose de brazos.
-¡¡CARRASCO!!, perdedora, le gritó una indignada Dana.
-Si estas así de grande debes ser más lenta que el camión de la basura, en cambio nosotras hemos ganado un gran rendimiento físico y de equipo. Este año nuestro colegio será quien vaya al campeonato nacional y las salvaremos de que hagan el ridículo, sentenciaba Jezcel poniéndose frente a frente a ambas.

-Supera nuestro sexto lugar a nivel nacional del año pasado, cuando ustedes ni siquiera lograron clasificar para el campeonato del año anterior, le enrostro Alexandra.
-» JA JA JA JA JA JA JA» dijo el tartamudo hasta que nos dimos cuenta que quería JA JA JA JAMÓN…ni siquiera estuviste en ese equipo, porque las cosas cambian, sobre todo, porque estoy yo este año de capitana con las lobas y eso cambiará la historia.

– ¿Así? y ¿llegarán tan lejos sin su jugadora estrella?, le pregunto pícaramente Alexandra.

Jezcel frunció el ceño y pareció tragar saliva, y solo la miraba de manera desafiante.

-Las noticias vuelan muy rápido Jezcel, y bien sabes que, sin Betina, las lobas son solo unas cachorras. Las humillaremos el sábado de manera monumental, sentirás que una aplanadora pasó por tu

espalda y veré lágrimas de dolor salir de tus ojos, le dijo Alexandra soltando una sonora carcajada.
-Tendrías que nacer de nuevo para verme soltar una lagrima en esta vida, y no necesito a Betina para ganarles, ya lo verán.

-Lo dudo, sin Betina ni Sandra, las lobas son ratas falderas, sentenció Alexandra.

Jezcel ardió en furia y se lanzó contra Alexandra, pero Christ la detuvo abrazándola para que no avanzara, y yo poniéndome frente a Alexandra por si las moscas.

-Príncipe, si apostamos con Jezcel te pediría como premio, le dijo a Christ mientras le cerraba un ojo. Deja de andar con esa perdedora, tu tienes mi numero, llámame, sentenció ante una Jezcel que parecía un volcán en erupción por las palabras de Alexandra. -¡¡¡Esta me la pagas monja loca!!!, ¡mi venganza será dulce, ya lo veras!

Le tiró un beso a Christ y le dijo a Dana Carrasco que se fueran de esa «pocilga», y también aprovechando de darme un empujón al tenerme cerca diciéndome «quítate de mi camino adefesio» para hacerme a un lado.

-Una cosa más… Elizabeth, procura traer a tu «capitana» con su medicamento correspondiente al partido, le dijo Alexandra mientras sacudía su cabello.

Fue todo un caos esa visita, pero lejos de bajarle la moral a Jezcel con todo lo que había pasado, pareció alentarla más, aunque la rabia de no tener a Betina, estaba por dentro.

Alice se veía mucho mas tranquila después de los problemas que experimento con sus medicamentos, ya más compenetrada en el colegio y con nosotros en general, bueno, salvo la espinita de «Jezcel» que la tuvo toda esa semana de blanco de burlas y críticas y toda esa «maldad que le daba poder», que era como Alice describía el porqué de su comportamiento. Al llegar el viernes, día del aniversario del colegio, nos sentamos a ver las actividades realizadas por el curso, estábamos Christ, Alice, y Dalilah sentados en el patio central viendo los sketch, bailes y demases, esperando la participación especial de mi hermana y Antonia que hicieron una especie de obra de teatro de «Romeo y Julieta» de carácter, «chistoso» donde mi hermana se disfrazo de Romeo, y de pronto Christ se había ido de nuestro lado, y justo al darme cuenta Alice me pidió un refresco así que me fui a comprar, y al pasar por el gimnasio escuche el rebotar de los balones, así que mire y estaba en una esquina Christ lanzándole los balones a Jezcel que se encontraba entrenando de manera muy dura. No los quise interrumpir así es que solo mire, parecían más amigos que nunca como en los viejos tiempos, Jezcel se veía feliz como cuando Christ y yo éramos solo para ella, me dio una suerte de ganas de entrar, para pasarla bien como antaño, pero no, yo me había decidido por Alice, y me la jugaría por ella, y eso significaba que era incompatible para Jezcel y una reconciliación, Jezcel nos quería solo para ella, y Christ, no tenía intención de buscar a Betina. Me fui del lugar y choqué con Elizabeth que tampoco fue al acto de aniversario y se fue a entrenar, se veía preocupada, me dio un abrazo y entró, me invitó a pasar, pero le dije que estaba con Alice así que, la dejaba entrenar en paz, aunque se tiene que haber dado cuenta que era porque no quería interrumpir a Jezcel.

Sábado, frío y nublado partido de práctica a las 10:00, «Colegio Manada de Lobos» de «Villa Otoñal», versus «Colegio Femenino Santa Isidora» de «Colina Verde», actual campeón estatal de voleibol femenino. Alice a mi lado y al otro el trío de brujas más simpático del mundo, Antonia, Dalilah y Rose. Christ, quien sabe dónde, había mucha gente para ser un partido de práctica y más aún un sábado. De pronto se escuchan gritos y aplausos y entran los equipos, que se ponen a hacer el calentamiento previo. Desde donde estábamos pude notar escaramuzas entre Alexandra y Jezcel, eso no auguraba nada bueno. A los cinco minutos llamaron a los equipos y empezó el juego, muy errático para nosotros y para una descolocada Jezcel que gritaba como nunca en la cancha, no precisamente como una líder, más bien de manera histérica. Se perdió el primer set, y de pronto apareció Christ casi en la banca del equipo. Se llevó a Jezcel a una orilla y debe haber usado su psicología, ya que se vio una Jezcel más tranquila en el segundo set, que consiguió el empate para el set definitivo. Para el tercero y definitivo fue en juego muy estrecho y apasionante, una Jezcel compenetrada con el juego, por fin la líder de ensueño «creada» por elentrenador Felipo, el encargado del voleibol del colegio, un señor de edad avanzada que siempre le otorgaba las confianzas y los beneficios de la duda a Jezcel, un antiguo ex jugador y ayudante del equipo masculino campeón de las universidades de la capital en sus tiempos de mas profesional entrenamiento. El equipo hizo un gran partido, Elizabeth se tronchó su muñeca izquierda, y Jezcel jugó con todo su ser, pero la última jugada con Jezcel en el piso mirando a treinta centímetros el balón de sus manos, fue la postal, junto con el marcador, para decirnos que perdimos por poco.

Aun así todo el gimnasio aplaudió y vitoreó a las Lobas de pie, y a pesar de la distancia, pude sentir su dolor por la derrota, su orgullo era muy grande, lo más seguro que ni siquiera sentía esos aplausos, sobre todo cuando Alexandra cruzó la malla para restregarle el triunfo, y solo escuchar su propia furia cuando Jezcel patio el balón que fue a dar a la cara de Alexandra mientras toda la banca se metía a la cancha a separar los ánimos mal encontrados, incluso una vendada Elizabeth fue a separar a Jezcel, tanto fue el alboroto que ni siquiera se despidieron los equipos y todo terminó de manera más agria que dulce, no nos quedó más opción que irnos lentamente sin siquiera saber nada de Elizabeth y de la Furia de Jezcel.

DIARIO DE CHRISTIAN 08

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Ya estoy en esa fase en donde la rabia paso. Como decía Antonia, todo iría mejor cuando el fulgor de la situación pasara. No he sabido nada de Betina desde la semana pasada. Hoy llegue a la puerta de su casa para hablar con ella, pero me arrepentí justo cuando iba a tocar el timbre, no pude y me fui, marque su número telefónico unas cinco veces, pero corte. Tenía vergüenza de haberla tratado así, de haberme descontrolado, aunque creo que ella actuó muy mal, hizo un acto de una bajeza terrible, pero no estuve a la altura como novio, y quizás hasta ya se haya ido del colegio y nosotros sin saberlo. Creo que todos la extrañan, incluso Jezcel, que el miércoles antes del partido de práctica fue visitada por Alexandra Galeano del colegio Isidora, esa chica es una psicópata en potencia, y al enterarse de que Betina no estaba desde hace días, se lo sacó en cara que las lobas no son nada sin ella, y Jezcel sólo empuño las manos reconociendo en parte eso, y ayer, a pesar del gran esfuerzo de las chicas, perdieron por estrecho margen.

Toda esa semana de preparación he estado acompañando a Jezcel, aun con todo lo que pasó y descubrió, e incluso con la ida de su padre de casa y para siempre por lo que me contó Dalilah a mí y a Antonia. Quizás nuevamente Jezcel cerró su corazón, y congeló la situación. Yo se que ella ama a su padre, o amaba, debe estar destruida por dentro, pero no lo demuestra. Podrá ser la niña más berrinchuda del planeta, pero tiene un temple más fuerte que nadie, moldeado con su orgullo y conducido por su carácter. Nunca la he visto derramar una lágrima por nada ni nadie, casi como un robot. Lo que no significa que no duela, así es que decidí acercarme nuevamente, la he apoyado en su entrenamiento, y le he dado compañía, y parece muy feliz, solo falta Axl para que seamos nuevamente

ese grupo de antaño, la hemos pasado genial y la he distraído tratando que olvide todo, y ella se ve contenta de que le pueda dedicar tiempo. Ayer fuimos a la playa y nos sentamos en la arena a conversar de tantas cosas, ponernos al día en las idioteces de siempre, fue nuevamente la Jezcel de verdad, más humana y sin necesidad de tener su espada y su escudo y estar a la defensiva del mundo, me encantó tenerla devuelta y creo que a ella también, además sirvió de relajo para el partido del sábado, donde me pidió que estuviese cerca de la banca, quería escuchar mis ánimos dijo, así que le di en el gusto, grite todo el partido, les di animo a mas no poder, hicieron una gran presentación aunque perdieron. Todo bien hasta ahí, pero Alexandra tenía que provocarla y hacer salir lo peor de ella, ya que Jezcel se puso de pie y pateo el balón que estaba cerca de ella impactando en la cara de Alexandra para posteriormente tirarse encima provocando que todos se metieran a la cancha a separar las aguas, Jezcel le gritó mil maldiciones antes las burlas de Alexandra, pero Jezcel le juró venganza, claro, venganza deportiva creí yo, pero sucedió algo insólito.

Hoy en la mañana llegó Jezcel a casa, me despertó parada sobre mi cama saltando, «¡¡despierta!!» me decía, mientras daba pequeños saltitos, se veía muy guapa, labios pintados, y cabello muy liso, quería que fuéramos al centro comercial, me decía «porfi porfi» mientras seguía saltando. Después de insistirme un rato le dije que sí, entonces empezó a bailar sobre mi cama de la alegría.

Después de ducharme tome desayuno mientras Jezcel arrullaba a mi hermanita mientras le decía que la «moldearía» como su tía «Jezcel» para que fuera igual de genial e inteligente. Nos fuimos con papá que nos llevó al centro comercial, y a eso de las 11:00 aproximadamente estábamos ahí. Realmente la interesada en la hora era Jezcel, quien me llevó

directamente al negocio de las cámaras fotográficas, dónde sacó de su mochila una cámara genial que se veía bastante profesional, donde solicitó a la dependiente que le instalara película y la dejará lista para su uso. Una vez lista me enseñó cómo se debía de usar, aunque no entendía para qué, pero una vez terminada la explicación me llevó donde los juegos electrónicos, lo cual me extrañaba porque ella los odiaba, nos quedamos al lado de la moto y empezó a explicarme lo que su perversa mente tenía preparado. Resulta que me llevo al juego del auto de carreras que tiene un asiento y un compartimiento para entrar en la cabina, me dio la cámara y «la orden» de tomarle fotografías a ella cuando estuviese hablando con uno de los chicos que trabajaba ahí, y pues el chiste de todo eso era que ese chico con el cual ella hablaría era el novio de Alexandra Galeano, del colegio Isidora, de la cual juró vengarse. Se que Jezcel es vengativa, pero nunca imaginé que lo haría al día siguiente, le pregunte que es lo que pretendía y me dijo que lo besaría y yo tenía que registrar el momento, obviamente no me gustó la idea pero ¿Qué más podía hacer? espere un buen rato donde unos niños querían sacarme del juego, así que ahí estaba métele que métele monedas, mis monedas en un juego que no me gustaba, hasta que de pronto llego con un chico que trabajaba ahí, realmente no sé cómo se enteró que el novio de Alexandra laboraba en ese lugar, pero cuando a Jezcel se le mete algo en la cabeza nada se lo saca.

Ahí me quede camuflado como un «sniper» hasta que por fin la vengativa lo beso, y ahí descargue todo el poder de la cámara sacando fotos mientras ella se besaba apasionadamente con el novio de Alexandra. No era la primera vez que Jezcel hacía cosas como esa, ella siempre decía que «un beso sin amor era tan simple como besar una puerta», así que no era mayor desafío para ella. Después de acabar con la película, salí del negocio, y detrás de mí salió Jezcel de manera independiente, diciéndole al chico que volverá en cinco minutos, pero al interceptarse afuera me llevó directamente al negocio de la cámara donde pidió que le revelaran la película mientras sonreía por su maldad, se reía a carcajadas diciendo «los hombres son tan básicos…» pidió cinco copias de las cinco mejores fotos que me quedaron genial. Nos fuimos a comer patatas fritas para celebrar que su plan salió a pedir de boca, Al preguntarle que como haría

para darle las fotos a Alexandra, dijo que sería en el momento que Alexandra estuviese de aniversario, que se había enterado cuando cumplían un año de noviazgo ella y el chico, que sería más interesante ese día, mientras reía como una loca. Después no fuimos a casa y nos juntamos media hora más tarde a pasear a la costanera junto a los edificios, un día muy genial junto a la vieja Jezcel y sus fechorías. Todo por hoy diario.

CAPITULO 01 – CACHORRA PERDIDA ____________________________________________________________________________

Lunes nuevamente, hacia frio ya en la mañana y soplaba el viento helado que traía en sus «alas» a Alice que corría para irnos juntos al colegio. Venía muy contenta, me beso en la mejilla y me dio un abrazo, y nos fuimos al colegio, estaba muy parlanchina y preguntona, me recordó sobre la canción, que la había olvidado con tanta cosa rara que pasó, así que le dije «pronto».

-Buuuuu, me dijo.
-Tranquila, algo tan serio toma tiempo, le dije.

Justo en ese momento, nos intercepta la profesora Celeste, ella fue nuestra profesora jefa cuando éramos niños, hasta sexto año básico, ahora era nuestra profesora de lenguaje, pero ya no ejerce la jefatura, pero nos tiene un gran cariño a mi curso y nos conoce bien.

-Axl, necesito conversar con Christian y Elizabeth, y tú desde luego, los llevo al colegio y me buscas a ellos dos y van a la oficina a buscarme una vez los reúnas a los dos.
-Claro señorita, le dije.

-Y puedes venir tú también Alice.
-Si «profe», desde luego.
-Y no le digan ni a Jezcel ni a Betina, que no sepan de esto.

Nos llevó en su automóvil y al bajarnos nos fuimos en búsqueda de Alice y Christ, encontramos a Elizabeth y se nos unió, pero no pillamos a Christ, que resultó estar en el bar lácteo pegado en una conversación silenciosa con Jezcel.

-Christ, ven un segundo porfa, le dije.
– ¡NOOO!, «no va» dijo Jezcel con una sonrisa tipo Joker.
-Jezcel, un segundo, le dijo Christ.
-No, no, no, es que no va, está conversando conmigo, así que váyanse, tú y tu «polly pocket» y tu nueva «amiga», dijo refiriéndose a Elizabeth con una mirada despectiva por estar con nosotros.

Jezcel siempre ha sido «pesadita» con una Elizabeth, que la sigue para todos lados, pero cuando le dan ganas de ser abusadora, solo la hace a un lado dejándola muy triste, ya que Elizabeth es una chica con una autoestima muy baja. Siempre nos ha dado mucha pena a Christ y a mí, porque ella es una niña muy dulce, muy leal, solo que muy lengua suelta, pero eso no es motivo para que Jezcel la trate como muñeca de trapo.

-No tienes porque ser grosera con Elizabeth, es tu amiga, dijo Alice ante las lágrimas que brotaban suavemente de los ojos de Eli.

Jezcel, le hizo un desprecio, y justo tocaron la campana para ir a la formación. y simplemente, no dejo ir a Christian, lo tomó de la mano y se lo llevó, aunque me hizo un gesto que lo esperaran.

-Betina tiene razón, es un baboso, dijo Alice mirándome muy feo. -Es simplemente para no ocasionar problemas le dije.
– ¿Si, tu?, seguro que sí Axl, mientras abrazaba a Elizabeth, vamos con la profesora, si Christian no quiso ir, problema de él, dijo Alice.

Así que nos fuimos a la oficina, a buscar a la profesora, que cuando nos vio, preguntó por Christ, pero Alice le dijo que estaba de «baboso» y que no vendría.

Nos hizo sentarnos, y dijo que tenía que pedirnos un favor:

-Chicos, he tenido una reunión con el consejo de profesores del colegio, ya saben, por los problemas que han traído a la comunidad escolar la mala relación entre Beatrice y Jezcel. Los profesores fueron muy drásticos en las resoluciones, así que tuve que intervenir, más que nada porque las conozco y sé que son solo unas chicas confundidas por cosas de la edad. Logré hacer que no fueran expulsadas, ni sacadas del equipo de voleibol, ni separadas de nada, con dos compromisos de mi parte, número uno: ningún problema mas de conducta que tenga que ver con ambas entre sí, se acabó, tendrán que saber llevarse entre ellas. Segundo, serán separadas en primero de enseñanza media el próximo año, es decir el curso se desmantelará y se mezclará, lo que hará mover piezas de los otros octavos básicos también. Su gran garantía es que el colegio no quiere perder tan buenas alumnas en lo académico y deportivo, creen que en el fondo esto se puede arreglar de una manera más lógica y civilizada, bueno en realidad es lo que propuse yo. Ustedes son una pieza fundamental en mi plan, primero necesito separarlos en dos bandos, necesito que tu Axl traigas de vuelta a Beatrice al colegio, converse con su familia y ya están en proceso de cambiarla a otro establecimiento, y creo que esa es una decisión por lo demás absurda. Lo malo de todo esto, es que Betina estaría interesada en irse, así que Axl te pido me ayudes y, ¿puedas ir tú y Alice hoy después de clases a su casa?, ya lo conversé con la familia de Beatrice y aceptaron que se hiciera una intervención por intermedio mío, pero no podré sola, ella necesita de sus amigos, sentirse apoyada.

-Lo haremos profesora, sé que soy nueva, pero me llevo bien con Betina, puedo ayudar, le dijo Alice.

– ¡Grandioso!, hablaré con sus padres para solicitar el permiso y puedan ir hoy después de clases, me comprometo a llevarlos a su casa luego de eso, hoy en la casa de Beatrice tendrán una celebración de bautizo de una de sus sobrinas, no se asusten si ven mucho movimiento, y también necesito apoyo para Jezcel, eso se lo iba a pedir a Christian y a Elizabeth.

-Señorita Celeste, dijo Eli con mucha pena, creo que Jezcel está enojada conmigo, y no quiere saber de mi.
-Vaya con Jezcel, pues ¿crees que puedes ir con los chicos después de clases con Beatrice?

-Si Jezcel se entera será peor, dijo una compungida Elizabeth, mientras se agarraba la cabeza.
-No tiene por qué saberlo, ¿verdad Axl?, me preguntó muy seria Alice.

-Bien, conversare con Christ para que se encargue de «vigilar» a Jezcel y me ayude con esto. vayan a su aula y estén atentos.

Cuando nos disponíamos a salir, le pedí a las chicas que se adelantaran, para decirle a la profesora que evaluará el que Betina y Christ, ya no estaban «saliendo», aunque ella sospechaba que eran novios, dijo no saber que estaban mal, y aproveche de contarle el porqué de la mala relación que llevo a la pelea a Christ y Betina, así que lo tendría en cuenta la profesora para cuando hablara con Christ.

En el último recreo de ese día, llame a casa para avisarle a mamá de nuestra travesía, pero dijo que la profesora Celeste ya le había dicho y que ella misma nos iba a dejar a casa a eso de las 18:30.

Salimos de clases y nos fuimos a esperar a la profesora al estacionamiento, al llegar nos montamos en el carro y nos fuimos rumbo a la casa de Betina, cerro arriba por toda la colina.

Nuestro destino era una casa gigante, más bien era una mansión ubicada en una de las lomas más altas del sector, La profesora nos dejó fuera de la casa y nos dijo que nos pasaría a buscar en dos horas, Nos deseó suerte y fuimos a tocar el timbre juntitos como hormigas.

Nos salió a abrir un hombre vestido como mayordomo, que nos quedó mirando de manera seria.

-Emmm, Ciao, querer ver a Betina, digo Beatrice, yo hablar con ella, ser, somos ¿como se decía compañeros en italiano?
-Buenas tardes, somos compañeros de curso de Beatrice y venimos a verla, nuestra profesora conversó con su familia, le dijo una seria Alice haciéndome quedar en ridículo.

-Por supuesto, la señorita Beatrice los espera, tengan la bondad de pasar, nos dijo el mayordomo que hablaba mejor que yo mi propio idioma.

Entramos y la casa era hermosa, gigante, me sentía como una rata en el mall, pasamos en medio de todo el primer piso directo al patio de la casa, solo para darnos cuenta que se llevaba a cabo una gran fiesta con música y gente bailando, otros comiendo y fumando. Incluso había gente en la piscina ya que hacía un poco de calor. De pronto nos dicen:

– ¡Chicos!

Era Betina que se lanza corriendo y me da un gran abrazo y me dice que me extrañaba mucho, un gran abrazo para Alice y una mirada más alejada para Elizabeth, para un posterior abrazo algo menos efusivo, ellas o al menos Betina siempre tuvo la «creencia» de que Jezcel le prohibió a Eli que hablara con Betina, lo cual es verdad, solo que Elizabeth hacía caso por ser sumisa, pero jamás de los jamases por ser presumida o mala persona, ya que Elizabeth es la chica más dulce del universo.

-Que los trae por acá chicos, mi nona me dijo que vendría la profesora a conversar conmigo, pero no me imagine verlos a ustedes, me alegra mucho verlos, lo volvía a decir abrazándome de nuevo y saltando.

-Lo que pasa es que…

-Queríamos saber de ti, te extrañamos. Ya va una semana sin saber ni un poco de tu persona y por supuesto que nos preocupa, hablamos con la profesora y le dijimos que vendríamos a verte, y le encantó la idea. Dijo Alice de nuevo dejándome en ridículo. -Queremos que vuelvas al colegio, te extrañamos, y el equipo te necesita Betina, dijo Elizabeth.

-Vamos a sentarnos y a comer algo para conversar, nos invitó.

Nos sentamos en una mesa grande rodeado de gente, mucha gente, niños revoloteando de acá para allá.

-Disculpen tanta gente, pero hoy fue el bautizo de mi sobrina, y mi familia lo celebra a lo grande, ¿quieren comer algo?, ¿un helado?, ¿algo de beber?

Les trajo a las chicas unos helados gigantes y yo realmente tenía hambre de algo salado, y al ver que la demás gente comía fideos, pedí fideos.

-Pasta Axl, pasta, dijo Alice que parecía molesta conmigo. -Teodoro, un po ‘di pasta per il mio amico per favore, le dijo a un mayordomo en italiano.
-Vaya, que genial hablas el idioma, dijeron las chicas aplaudiendo. -En casa hablamos el italiano todos, solo se habla español cuando vienen visitas.
-Ejem, Betina, vuelve con nosotros a la escuela… pero otra vez interrumpido.
-Haz borrón y cuenta nueva, no tienes que estar delimitada por Jezcel ni nadie, se feliz en la escuela, la pasas bien, tienes al equipo. Le dijo Alice.

-La verdad yo, hice algo muy malo, estoy arrepentida de haber dicho todo lo que les dije. Les pido disculpas a ustedes por ese mal rato también, no dimensioné lo que hice, solo me dejé llevar por la ira de tantos años… Yo robe…

-Tranquila, ya sabemos la historia, solo olvida lo que pasó, si quieres puedes pedirle disculpas a Jezcel, pero no tienes porque irte, le dijo Alice dándole la mano.
-Lo sé, pero también está lo de Christian, él y yo, más bien él me riño de una manera que nunca lo había hecho, y acá entre ustedes, sumando a mi rebeldía que la reconozco y aunque tampoco justifico lo que hice, lo de Christ es lo que más me duele. Y bajo la mirada con tristeza.

-Eso pasara, dijo Elizabeth, ustedes han peleado tantas veces como se han comprometido, Christian te quiere, solo que fue un limite peligroso, pero va a pasar, te aseguro que volverán ha hacer amigos, y quizás hasta novios nuevamente.

-No, no quiero ser su novia… Quizás sí, pero no. No lo se, dijo tomándose la cabeza.
-El tiempo lo dirá, le dije.
-Tu cállate, están cortados por la misma tijera, ambos tienen esa espinita clavada llamada «Jezcel», me dijo Betina.

Justo me trajeron un plato gigante con pasta que parecía copa de ciclista de primer lugar…

-Ustedes dos siempre han sido los esclavos de Jezcel, haciendo todo lo que ella les ordenaba.
-No…
-Si Axl, sabes que si, dijo Betina, ¿te recuerdas cuando lo obligó a escaparse de la clase de religión y ella volvió y los castigaron a ustedes?, o cuando quería comer hamburguesas y se saltaron el muro de la escuela para comprar en el negocio de la esquina del colegio y cuando los pilló la inspectora Jezcel dijo «que niños mas malos» y se hizo la «cucha», y no me digas que no fueron ustedes dos los que pusieron chinches en el recreo en todas las sillas del octavo año A, porque sé que fueron y sé que ella los mando, Christian confiesa fácil mente a cambio de caramelos.

-Viste que eres un baboso, me dijo Alice dándome un codazo. -Y ha sido desde toda la vida…

Lo bueno es que después de un silencio, se puso a reír, lo cual me alivio un poco ya que por nervio tenía la boca llena de pasta, y al verla reír las chicas también lo hicieron.

-Pero si, volveré a la escuela, ya me siento mucho mejor, haré caso omiso a todo lo demás, y me comportare a la altura, se lo prometí a mi nona y a mis padres, y descansaré mi confianza en ustedes, dijo abrazándonos, además creo que el equipo me necesita.

– ¿Supiste lo del juego?, preguntó Elizabeth.
-Estuve ahí, bueno escondida lo vi desde una orilla, solo quería entrar a la cancha, tenía mucha rabia.
-Alexandra nos fue a provocar al colegio, fue todo un desastre. -Pues eso se acabó, pronto empezaran los partidos oficiales e iremos al campeonato nacional y haremos historia, dijo una decidida Betina.

Cuando ya casi llegaba la hora de irnos, nos despedimos de Betina, y antes de salir la abracé y le dije que la esperábamos y ella me abrazó muy dulcemente. Después la profesora Celeste nos llevó a nuestras casas muy contenta por el resultado y que la estrategia ya estaba en marcha, ahora solo tenía que cuidar que todo fuese sobre rieles.

Le pedí a la profesora Celeste que me dejara en casa Alice para despedirme de ella, nos bajamos y Alice seguía muy despectiva conmigo.

-No estoy enojada, solo que, me sentí… rara, bueno nos vemos mañana, adiós.

Y me dejo parado solo ahí fuera de su casa, me sentí ridículo, casi un tonto. Metí mi cola entre mis piernas y antes de irme, me fijé que el extraño hermano me miraba por el segundo piso. Así que solo atine a irme a casa, y desde ese día «odio que me castiguen por culpa del pasado».

Al día siguiente, no espere por Alice, me fui con mi padre que me paso a dejar al colegio, no tenía ganas de interactuar con ella. Me sentía desplazado, como cuando Jezcel arrastraba el piso conmigo debajo. De pronto Alice entró a la sala acompañada de Betina, que todos la quedaron mirando como si hubiese llegado canonizada, me dio un gran abrazo y luego se fue a conversar con las chicas del frente. Todas juntas mientras yo las miraba desde delante pensando, hasta que entró Jezcel a la sala, me hizo un desprecio y paró su caminar cuando vio al fondo del salón a Betina, esta se acerco a Jezcel y se puso al frente de ella.

-Yo, quería pedirte disculpas por lo que hice, no por lo que paso, ya que te lo merecías, me refiero a obtener esa carpeta…
– ¡Robar!
-Bien, robar. Solo quería decirte eso y que eres detestable.

-Lo sé, y me encanta. Hoy entrenamiento por la tarde. – Ahí estaré.

Y le dio la espalda y se fue a su silla, y lo mismo hizo Betina. Al rato el profesor entró al salón y Alice a mi lado, me empezó a hablar.

– ¿Vamos al entrenamiento hoy?
-Creo que iré a cazar ranas.
– ¿Te puedo acompañar?, me dijo.
-Pensé que estabas enojada conmigo, le dije. -MMM, ya no, y me sonrió como un ángel dorado.

Si, soy muy fácil o lo era en esos tiempos, me dejaba embaucar por sonrisas, cosas de hombres.

Pase a buscar a Alice, pero la señora Acelia me dijo que se había ido con unas «compañeritas» y que me llamaría cuando llegara, así que me fui a casa, me tire en el sillón y al parecer me quede dormido, despertando por el ruido del teléfono a eso de las once de la noche.

– ¿Aló, aló?…
– ¿Axl?
– ¡Alice!, ¿estás bien?
-Si, si… disculpa por plantarte, pero me paso a buscar Betina y después fuimos por Elizabeth, y fuimos a la tienda de la familia de Betina y pasamos toda la tarde probándonos vestidos, carteras, maquillajes y se nos fue el tiempo y la pase «woooooooouuuu».
-Ya veo… pues yo me quedé en casa esperándote, creí que iríamos a cazar ranas.
-Discúlpame, es que fue todo de sorpresa.
-Bien, lo bueno es que te divertiste, me alegra mucho.
-¡¡SI!!, fue todo muy divertido… ¿puedo hacerte una pregunta? -Emmm, no.
-¡¡AXL!!, no seas malo, anda di que sí…
-AJAJAJAJA, bueno.
-Eres un malo… Quiero hacerte una pregunta, me dijo.
-Adelante, dime.
-Hoy las chicas me contaron una historia tuya.
-No de nuevo, le dije llevándome la mano a la frente, esa Betina y Eli ya estaban hablando mucho.
-Tranquilo, fue sobre el concurso de la villa el año pasado, ese que vimos la otra vez, fuiste candidato a joven invierno ¿no?

Ya me imaginaba donde quería llegar, y realmente no me hacía mucha gracia, fue un momento «desagradable» y que podría ponerse peor. así que tome aire y me entregue sin más opción.

-Si, fui candidato el año pasado.
-Y la candidata fue… ¿Jezcel?
-Pues, así fue, éramos, ella y yo…
-Cuéntame la historia ¿sí?, me dijo con tono de niña buena, aunque tenía voz de ya saberla, pero seguro quería escucharla de mis labios, torturadora…

-Pues bien, el año pasado, Jezcel estaba enamorada de mi vecino, Johan, un chico que llegó a vivir ahí porque estaba en la Universidad Central, era sobrino de doña Eulalia, y estaba en su casa pues para poder estudiar, justo resulto que a Jezcel le encantaba, e intentaba codearse con él, con poca suerte, poca suerte porque al lado de la casa de Jezcel llego una chica muy bella tiempo después, Gabriella, que era de la edad de Johan, unos diez y ocho años. Naturalmente ambos se hicieron amigos ya que al parecer estaban en la misma universidad. Jezcel «babeaba» por este chico, sobre todo cuando lo miraba por su telescopio mientras el chico limpiaba el auto de la señora Eulalia. Jezcel y su psicopatía. La cosa es que ella trato y trato de llamar la atención del tipo, pero este no la tomaba en cuenta como ella quería. Un día esos dos empezaron a tener algo así como una relación, y Jezcel estaba en pie de guerra, y más fue su furia cuando se enteró que se habían inscrito para el certamen de aniversario de la villa. Tanta fue la ira de ella que me agarro del brazo y me llevó a inscribirme prácticamente a la fuerza, que no dejaría que «esa maniática» como le decía ella, se saliera con la suya. Me obligo a firmar en la sede como candidato a su «concurso» y así fue como nació mi candidatura a eso. Me obligo a ir a su casa ese mismo día a «hacer» el plan de trabajo para aplastar a la «maniática» y al «degenerado». Me tuvo modelando, bailando, cantando, animando y hasta quería que me pusiera una falda, llamo a Christ y Elizabeth para que fueran mis coristas, y nos tenía haciendo el ridículo a ritmo de sus brazos y chasquidos. Fue toda una semana de sufrimiento y sacrificio, me obligó a llevar regalos al asilo de ancianos, casa por casa, al colegio, donde los bomberos, a la compañía de trenes, a la compañía eléctrica y un largo etc. cuando todo estaba podríamos decir, más normalizado, y con mi traje de «Batman y Robín» listo, yo era Robín, llega Jezcel a buscarme a mi casa, y me dice que tiene un nuevo trabajo para mi, la quedó mirando y me dice que descubrió una normativa en las bases del concurso que decía que las personas participantes tienen que tener al menos tres meses viviendo en la villa y Gabriella no tenía ni un mes, que «alguien» notificó a la organización del evento y la chica fue expulsada de la participación. Así que Jezcel al ver la cara de tristeza de Johan y para conservar todo el esfuerzo que él había hecho, lo sumo al de ella y «tarannnn» eran los nuevos candidatos, y yo tenía ahora que ir a todos los lugares que fui antes a decirles que yo ya no era el elegido, sino el otro y que lo apoyaran a él junto a ella.

– ¿Y fuiste a esos lugares nuevamente?, me pregunto Alice. -Pues…
-AXL, ERES UN… ok, disculpa.

Solo, atiné a bajar mi autoestima yo mismo, y una vez más el pasado que me atormentaba, pero que se le va ha hacer, cuando la chica que te gusta te quiere regañar, te regaña y ya.

-Bien, disculpa, no quería tratarte mal Axl, es solo que, Jezcel siempre tiene las manos metidas en todo tipo de argucias, unas tan malas, tan crueles, es una niña enferma, y tu pues… olvídalo.
-Lo siento, le dije, no atine a nada más.

-No Axl, basta de disculpas, llegó el momento de actuar. – ¿Así?
-Participa este año en el concurso… conmigo.

¿Han sentido, así como un hormigueo en el cuerpo, que va de cero a mil? como cuando te regañan por algo que hiciste, pero se te había olvidado. Así me sentí.

-Alice, ¿Estás bromeando verdad?
-No, yo no bromeo, o no mucho, ¿iras conmigo? ¿o tendré que buscar otro joven invierno?
-Pero Alice, la pase muy mal la vez pasada.
-Aun así, fuiste el «chaperón» de Jezcel después de que te deshecho, y aun así la ayudaste, y lo que es peor, gano.
-Alice, no creo poder…
-A ella le dices que sí, y ¿no eres capaz de decirme que si a mi, pero claro, con Jezcel corriste con ella firmar tu participación para que te dejara con el molde hecho, y…
-Esta bien, participare.
-De verdad, genial, súper, gracias Axl, ya tengo el vestido para la presentación, ¿debería salir en traje de baño o en bikini?, ¿iras con smoking?
-Con calma Alice por favor, esto traerá problemas.
– ¿Por qué problemas?
-Coletazos, envidias, habladurías, chismes…

-No me interesa, y se que Jezcel nos molestara y todo eso, pero no me importa, quiero que ganemos, ¿sí?
-Esta bien, lo dije sin aún dimensionar todo el estrés que tendré por meterme en esta charada.

Eran las dos de la madrugada, y no podía dormir pensando en todo lo que se me venía, ¿porque dije que sí? ¿Si soy un baboso como Chris como dijo Alice?, aunque claro, ahora le sirvió el «baboso». Aunque quizás no lo está haciendo de manera maliciosa, quizás lo hace por pena, ¿le doy pena?, ¡¡diablos!!, y para colmo entra la ventisca en pijama a mi cuarto llena de ramas en su cabeza y se acuesta en mi cama, esta vez no me salí, solo le di la mitad y me quedé mirando al cielo y ella también, solo que dormida, haciendo gestos y tirando golpes al aire, ya que hasta en sus sueños pelea. Pues no quedando más que cumplir mi palabra me di vuelta a mi derecha y aun preocupado me dispuse a dormir, pero Jezcel también se dio vuelta a su derecha y me abrazo, «tranquilo» me dijo entre sueños, mientras pasaba su «manota» por mi cara insistentemente y ahí me quedé hasta dormirme.

Al otro día desperté con un sueño, con los ojos pegados aun después de la ducha, aun pensando en cómo acepté hacer el ridículo nuevamente mientras mi hermana me robaba el panqueque. Preferí no decirles nada sobre el concurso, ni a mi mamá, ni a nadie.

Me fui al colegio lentamente, medio atrasado en la hora de entrada, no tenía ánimos y estaba con mucha flojera. De pronto me saltan a la espalda, era Alice, que venía muy feliz con una carpeta con todos los datos y planeaciones del festival, estrategias y todo, «el plan para el triunfo» según ella, solo quería llegar al colegio para contarles a Elizabeth y Betina, y lo peor de todo, iríamos supuestamente después de clases al coliseo a inscribirnos.

En clases, Alice no se callaba nunca, la regaño el profesor por meterme conversa, a los diez minutos la volvieron a regañar por hacerse gestos con Betina, y a diez minutos más la corrieron del salón aun cuando rogó y pidió disculpas al profesor. Jezcel empezó a decir que eso era una irresponsabilidad, que como el profesor no pedía que fuera suspendida de clases por unos días, y que el comité de alumnos…, tanto reclamó que el profesor la corrió de clases también, se fue emplazando al curso por ser unos «sometidos», pero a esas alturas de la vida, ya nadie la tomaba en cuenta.

-Christian, venga a sentarse acá adelante con Axl, no quiero aglomeraciones allá atrás, «los malos estudiantes siempre están al fondo para hacer desorden», y Ud. es un buen estudiante, le dijo el profesor .

Quedamos sentados juntos adelante al lado de la puerta, y empezamos con nuestro legendario conversatorio en el cuaderno donde nos

escribíamos lo que necesitábamos conversar, pero no podíamos decir por el fulgor de la clase. Le conté lo de la situación, que nuevamente estaba metido en lo que dije que jamás haría.

– ¿Otra vez Axl?, te recuerdo que no la pasaste bien.
-Lo se, pero se le metió en la cabeza a Alice, creo que sintió pena al enterarse de lo del año pasado.
– ¿Para qué le contaste?
-No fui yo, fue Betina con Eli.
-Pues yo no lo veo como algo tan malo, creo que, al contrario, lo hace para poder avanzar contigo, aprovecha y hazlo olvidando lo que ocurrió con Jezcel.

Christian siempre lograba ver las cosas desde una perspectiva distinta, lo cual siempre me daba una opción alternativa al menos para decidir una acción.

-Puede que tengas razón, le dije.
-Claro, yo no tengo dudas que tu le agradas cuando menos, solo faltan tus méritos, se que te da vergüenza y tienes susto por lo que paso, pero quien no se arriesga…
-Se moja en el río.
-No, «no cruza el río», tienes que arriesgarte si ella te gusta.

Justo sonó la campana, y Christ se levantó de la silla y me dio la mano bien apretada y un abrazo y me felicito, justo entró la «defensora del pueblo» Jezcel y nos quedó mirando, con cara de sospecha.

– ¿Qué hacen?, ¿por qué se felicitan?, ¿por qué tanta camaradería?, odio que estén contentos cuando yo no.

Nos separó a la fuerza mientras nos miraba con odio, y se puso delante de Christian como «protegiéndolo» de mi mientras salía del salón llevándoselo lejos y haciéndole el quite a Alice que estaba entrando.

-Lo siento Axl, casi hago que te saquen de clases, pero estoy muy eufórica. Pensé que se quedaría a conversar conmigo, pero se fue al fondo del salón a hablar con Betina y disimuladamente con Elizabeth.

Solo las miraba mientras se ponían de acuerdo en colores, formas y tamaños. Esas chicas podrían arreglar el mundo y uno no se daría por enterado.

El plan estaba urdido, Elizabeth y Betina pedirían permiso al entrenador de voleibol para faltar al entrenamiento de la tarde y pudiésemos ir a la inscripción y también a que las chicas se probarán más ropa. Comeríamos en casa de Alice antes de salir y todo eso. Así que las chicas salieron disparadas para pedirle permiso al entrenador.

A eso de las 15:30hrs salimos de clases, íbamos los cuatro juntos muy felices y bien rapidito, pero en el portón de salida del colegio estaba Jezcel cruzada de brazos y Christ a su lado, poniéndose frente a nosotros increpa a Elizabeth.

– Vaya, vaya, vaya… ¿A dónde vas «Elizabethita»? le dijo acariciándole el mentón con una mano.

– ¿Qué te importa?, le dijo Alice con rabia.

– Yo… solo los acompañaba hasta la puerta, le dijo Elizabeth, con la

cabeza gacha y a punto de llorar.

– Pues ¡SE FUE A ENTRENAR!, le alzó la voz, tanto que Elizabeth abrió

los ojos gigantes casi fuera de sus anteojos y salió corriendo dentro

de la escuela como si fuera «Arale».

– ¿Cómo la tratas así? eres muy cruel y una…

– Y tú, ve a entrenar también, le dijo Jezcel a Betina con cara de odio,

interrumpiendo los reclamos de Alice, pero Betina solo camino sin

decirle nada, pero camino alejándose de la escuela.

– ¿Qué te importa a dónde vamos?, ¿quieres acompañarnos acaso?,

iremos a la tienda de Betina a comprarnos un vestido para…

– No me interesa que porquería vayas a comprar enana, solo quiero que no distraigas a mis jugadoras. Puedes llevarte a Beatrice, no nos sirve, pero no involucres en tus estupideces a Elizabeth, ¿está

claro?

Y se dio media vuelta y agarró a Christ y se lo llevó y se fueron, mientras Alice estaba roja de rabia, tanto que en el camino nada dijo. Pasamos por mi casa y entré a cambiarme de ropa mientras ellas se adelantaron. Al llegar con ellas a Casa de Alice ya se habían cambiado de ropa, y estaban en la cocina sirviéndose un pie de limón que había cocinado la misma Alice, se veía sabroso.

– Para ti no, me dijo molesta, y mirándome de manera desafiante.

Solo atine a mirar a otro lado, me sentí amedrentado, pero creo que Alice misma se dio cuenta, respiro y me dijo que era una broma y se puso a reír y Betina con ella, para que pareciera «una broma» pero no lo veo así, me siento castigado por cada estupidez que hace Jezcel. Solo la dulzura del pie me hizo sentir mejor.

– ¿De verdad cocinaste tú Alice?, esto está genial.

– Es una de mis pasiones, me encanta cocinar y hacer dulces, mi

abuela es mi maestra, lo decía con orgullo.

– Podrías hacer tu propio negocio, le decía Betina con la cara llena de

merengue.

Y entre risa y risa entra a la cocina el hermano de Alice, y nos queda mirando a todos, se sirve un vaso con agua y aun nos miraba, dejó el vaso en el fregadero y nadie decía nada, nos dio una mirada más y se fue.

– ¿Es tu hermano?, está guapísimo, le dijo Betina, preséntamelo.

Pero Alice se puso seria, y nos dijo que mejor fuéramos marchando.

Se suponía que las inscripciones eran ese día hasta las seis de la tarde, y siendo las 17:10 quedamos inscritos, llevamos nuestra identificación y ya éramos la quinta pareja en competencia, nos dieron las bases del concurso, los horarios, las pruebas, tomaron nuestros datos, hasta que llegamos con don Saúl. Don Saúl era un señor que vivía de toda la vida en la villa. Cuando Jezcel, y yo éramos chicos nos gustaba ir a supermercado donde don Saúl era guardia de seguridad, nos deslizamos

en sigilo y hacíamos guerra de carros de supermercados montándonos en ellos y con cacerolas en la cabeza nos chocábamos a toda velocidad, hasta que un día supo quiénes éramos y nos acusó con nuestros padres.

Nos miró, y se quedó la vista puesta en mí como un gato mira a una rata.

– ¿Tu de nuevo?, me dijo apenas me vio.
-Si, disculpe, hemos venido a…
-No me agradas niño, tu y tu amiguita pelirroja me hicieron salir canas verdes por mucho tiempo en mi trabajo con sus juegos estúpidos.
-Disculpe don Saúl, no era mi intención, éramos solo niños.
-Pues si eran solo niños no los hizo pensar en respeto a un señor mayor al agarrarlo a «tomatazos» a la entrada de su casa, ¿no? -Señor, yo no fui, es decir, yo no participe de eso…
-¡¡MIENTES!!, vi a esa niña, y vi la silueta de un chico, y tus eras su compañero de parranda.

-Yo nunca haría eso señor, me castigaron no una, dos veces y yo nunca le arrojaría tomates…
-Mire señor, venimos a finiquitar nuestra inscripción, los problemas que usted tenga con Axl son suyos, no míos. Así que por favor inscríbanos le dijo Alice muy decidida.

Don Saúl la quedó mirando muy serio, se tomó la barbilla y le preguntó.

-No te conozco, ¿eres de la villa?
-No señor, no soy de la villa, pero vivo poco más de tres meses acá, y traje estos papeles para acreditar.
-Bien «Alice», veo que tienen todo, y como yo soy el que decide si esta todo bien y en regla, déjame decirte que ustedes son menores de edad, y necesitan a un adulto que les dé el permiso, en este caso sus padres, por consiguiente, no podrán ser inscritos, nos dijo con una cara de maldad.
– ¿Y usted se cree el dios del concurso?, eso no estaba presupuestado ni indicado en ningún lado, usted me quiere cobrar sus problemas con Axl, que no se cuales sean y no me interesan tampoco, y si no nos inscribe haré un escándalo de proporciones, Alice era un demonio ese día.
-Bien, bien, como quieran, no me haré problemas, pero te tendré vigilado muchacho, y más vale que tu amiga de los tomates no se aparezca por mi casa.

Así fue como terminamos de inscribirnos, y estábamos listos, éramos candidatos para el concurso, solo queda una semana y espero que al menos no haga el ridículo, y quizás, algo bueno puede pasar de todo esto. Así que nos fuimos rumbo a la tienda de Betina muy contentos, aunque le tuve que explicar lo de los tomates.


DIARIO DE CHRISTIAN

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…Realmente me dio mucho gusto, así que le di la mano y un abrazo, creo que es la primera vez que está tan cerca de conseguir a alguien que lo quiera y esté con él desde esa vez que conoció a esa niña llamada «Romina». Justo entro al salón Jezcel y me vio felicitando a Axl, y se quedó mirándonos a ambos con cara de mucha sospecha, no le agrado no saber porqué lo hacíamos y menos que Axl estuviera feliz. Me agarro del brazo y me saco al patio, y empezó a interrogarme que le dijera inmediatamente que paso. Luche, me mordí los labios, trate de cambiarle el tema, intente escapar, e incluso me enoje, «no mi lindo, a mi no me haces esos shows», justo cuando me tenía en las cuerdas y estuve a punto de fallarle a Axl, pasaron rumbo al gimnasio Betina y Elizabeth a gran velocidad, naturalmente a Jezcel no le agrado que esas dos estuviesen juntas, así que se fue detrás de ellas y cuando llego al gimnasio las vio salir de la oficina del Entrenador de Voleibol, se escondió detrás del muro junto conmigo. Una vez las chicas se fueron entro conmigo a empujones a la oficina, y sin saludar ni nada le pregunto qué es lo que querían las chicas con el, pero el entrenador la quedó mirando por unos diez segundos y le dijo que no era de su incumbencia, entonces Jezcel empezó a hacer una pataleta y le decía que ella era la capitana del equipo y todo eso, así que, ante las pataletas, y para que se callara de una vez le dijo que le habían pedido ausentarse de la práctica de la tarde. ella alegó que como permitía eso, y él le dijo que solo era por ser una práctica física y que podrían ponerse al día incluso en su propia casa. Jezcel quería más datos, pero el entrenador le dijo que solo eso le dijeron y que él no preguntó más detalles, que no era su tarea. Después de reñir al entrenador, Jezcel me agarro del brazo y me saco de ahí, me atrincó contra la pared y me dijo que le dijese la verdad de Axl, que esto ya le parecía raro tantos misterios, me salvó la campana ya que tuvimos que volver a clases, pero no dejaría de tratar de persuadirme para que le contara lo que sabía sobre Axl toda la mañana.

A la hora de la salida del colegio, me volvió a agarrar y me dice «se que esto tiene que ver con lo mismo», y me hizo acompañarla a la salida del colegio, esperamos unos minutos y vimos salir juntos a Axl, Betina, Alice y Elizabeth. Jezcel regaño a Elizabeth haciéndole notar que era una irresponsable con su equipo, pero esta le hizo entender que solo los acompañaba hasta la puerta y voló rumbo al gimnasio, los chicos se fueron y a Jezcel ya casi no le cabía duda, todos los acontecimientos estaban conectados, entonces con mayor razón empezó a acosarme para que le dijese. Como teníamos entrenamiento me metí a los camerinos del hombre a cambiarme de ropa, pero ella me empujo la puerta y se metió.

Obviamente trancando la puerta con su cuerpo no dejando entrar a nadie, mientras todos reclamaban que querían entrar para cambiarse, hasta que no le quedó más remedio que dejarme salir, yo ya cambiado de ropa, siguió acosándome en el medio de la cancha hasta que tanto el equipo de voleibol y el de basquetbol estaban listos para su entrenamiento, y como ella seguía ahí y sin cambiarse. Fue regañada por su entrenador y lamentablemente yo por la mía y todo por no contarle. nos hicieron correr por la orilla de la cancha y Jezcel se pegó a mi, tanto me acosó que lamentablemente no pude evitar decirle de una vez por todas, «Axel y Alice se van a inscribir como candidatos para el aniversario de la villa», se quedó parada en el medio de la cancha, y el entrenador la regaño, pero ella le pidió salir un segundo que estaba fatigada y se agarró de mi, así que la lleve afuera para que tomara aire, pero era mentira solo era para seguir interrogarme, quería agarrarla con Elizabeth, porque estaba segura que estaba metida en todo esto, pero ahí le deje en claro que no la acosara, que yo me hacía responsable de todo, dijo que estaba de acuerdo pero tenía que acompañarla.

Lamentablemente tuve que acompañarla al centro de eventos de la villa, le pregunté qué pretendía, pero no me dijo nada más que solo quería «obtener información». Al llegar ahí se presentó como la «reina» vigente y que quería hablar con el que estuviera a cargo, Así que salió a atenderla don Saúl, un señor cascarrabias. Le dijo que no quería verla ahí que se fuera, y ella le dijo que se callara y empezó a preguntarle que si era verdad que inscribió a Alice y Axl, él le dijo que sí y ella empezó a decirle que cómo podía hacer eso. Alego por Axl que ya se había inscrito y que Alice no cumplía los requisitos, pero el le dijo que ya estaban inscritos y que cumplían con todo, Jezcel se enojo y le dijo que no pensaba devolver la corona de reina y que se podían ir al demonio, que el concurso era una mugre y que los odiaba a todos, y que le presentaría unos tomates que lo querían conocer, don Saúl la sacó con mucha ira, y que si no quería devolver la corona daba lo mismo, porque se compraría otra. Jezcel se fue de ahí muy enojada, dijo que todo era culpa mía, ya que si hubiese sabido antes podría haber detenido todo eso, pateó el tarro de basura que estaba fuera de la sede y se fue dejándome parado afuera.

Miércoles por la noche, y terminando de practicar un chachachá con Alice, teníamos que estar preparados para cualquiera.

-Estoy nerviosa, ya llegará el sábado, y mañana voy por los vestidos y me comen los nervios, cuéntame nuevamente, ¿porque se llama señorita otoño?
-Ya te lo conté cuatro veces, le dije.
-Anda, ¿sí?, me decía con ojos melosos a los cuales no podía decirle que no.
-Bueno, hace un par de siglos existió en el lado del bosque una tribu de nómades que se estableció, se necesitaba decidir al líder de la aldea cuando ya pasaron algunos meses y empezaron las primeras construcciones. Tres fueron los elegidos, y el menor de ellos «Tuku» se fue durante el verano a los cerros, mientras los otros dos trataron de crear algo o hacer algo para sorprender al consejo de ancianos y le dieran el liderato de la tribu, pasaron los meses y cuando empezaba el otoño y ya los otros dos postulantes mostraron sus pruebas de fuerza y sabiduría, «Tuku» bajó del cerro como líder de una manada de lobos grises, junto a una princesa tomados de la mano, una chica salvaje y hermosa. Tal hazaña le otorgó el título del «Rey del otoño» y se casaron en el invierno, asumiendo el cargo de «Reina del Invierno», y lideraron la comunidad por muchos años junto a los lobos que protegían a la gente.
-No sé si creerte, parece película, me dijo como si yo fuese un loquito.

La cosa es que nos separamos por ese día, ya que eran cerca de las 21:00, se despidió de mi muy querendona, y al llegar a casa, mi madre me preguntó dónde estaba, así que le conté toda la historia y todo eso del concurso. Me miró raro, y me dijo «bien», pero que no podía acompañarme

porque ella había organizado ir a casa de los abuelos de mi madre, así que agarró a Rose.

– ¿Sabías lo de tu hermano y el concurso?, le preguntó.
-«Pos si»
-Bien, te quedas al mando de la casa y al cuidado de tu hermano, enserio Rose, se responsable, nada de fiestas y acostándose tarde, nada de cocinar banquetes, música baja, no pijamadas, no hacer campamentos en el jardín…
-¡¡MAMÁ!!, yo te cuidare a tu «esperpento», no soy una niña, puedo encargarme.
-Mejor le diré a mi hermana que venga, dijo mi mamá.
-No mamá, confía en mí, nada le pasara a tu querubín, tu ve tranquila que te lo alimentare, cuidare y mudare.
-Bien, estás a cargo hasta el lunes en la noche, y dejen todo bien cerrado, y le encargan la casa a tía Hannah.

Me sentía como un bebe, más bien como un jarrón chino, pero no de dinastía, más bien de una tienda de descuentos del centro.

La semana se acortó demasiado, le pedí a mi madre que me ayudara a comprar un traje que fue todo un calvario, ya que yo quería uno, pero ella otro, así que fue el otro.

Con Betina y Alice, mucho baile, mucha preparación, preguntas, sonrisas y todo eso, hicimos campaña en varios lugares, y el día viernes, Betina nos hizo campaña regalando helados a todos los que fueran a gritar por Alice y yo en el certamen. Mis padres se fueron ese mismo viernes en la noche, y mi madre me dio un beso de suerte, y mi padre choco mi puño y me dio dinero, ese viernes casi no dormí de los nervios.

Sábado, partió el día con el carro alegórico, pasamos con todos los candidatos, incluidos los candidatos que tenían siete años, lanzando dulces y caramelos por las calles de la villa, para eso de las siete de la tarde nos pasaría a buscar Betina, que tenía al mayordomo de su casa disponible para nosotros con el automóvil a la puerta, y a eso de las 19:00 me pasaron a buscar, yo de punta en blanco, mi hermana dijo que parecía panadero, pero Alice y Betina me dijeron que me veía estupendo, así que me dejó más contento.

Al llegar al coliseo, nos hicieron pasar tras bambalinas, y ahí Alice me miraba sonriendo, se veía hermosa, su cabello brillaba, ese día era la más bella del universo mientras me peinaba el cabello y me lo arreglaba, ordenaba mi corbata y mi chaqueta, me sentía todo un don juan, ella no decía nada, solo me miraba a ratos entre cosa y cosa que hacía, me dijo «date la vuelta y no te muevas» y empezó a cambiarse, a ponerse el vestido que tenía en una bolsa, y para cuando estuvo lista, ya no era la diosa del universo, era de la galaxia, de toda la creación, se veía hermosa con ese vestido y tacones altos, recuerdo que solo atine a babear, le dije que se veía maravillosa, pero justo la música de ambiente se apagó y se escuchó por los micrófonos:

-Seguridad, por favor, necesitamos seguridad en el plato… -¡¡Sáqueme las manos de encima viejo estúpido!!, este concurso es una mugre, no están respetando las bases…
-Seguridad urgente…
-¡¡Cállese!!, don Saúl, es un vendido…

Me apresure en mirar y era Jezcel que venía con sus escándalos y a tratar de hacernos la vida de cuadritos, pero jamás podría, ya que había guardias de tres metros que no la dejarían pasar.

-Jezcel es una enferma ¿no crees?, me tomo la cabeza y me dijo, vamos a ganar y saldrá todo excelente, y me abrazo.

Ya estaba muy nervioso, y estábamos todas las parejas listas, fuimos los primeros en ser anunciados, ya estaba tiritando de nervios, pero salimos tomados de la mano al escenario.

Nos preparamos tras el anuncio del señor que más que «conducir» el evento, nos trataba como si se quisiese ir o que tenía algún apuro mayúsculo. Después de nombrarnos, salimos al escenario, nos miramos y sonreímos al vernos. Yo ya estaba más «tranquilo» al menos con Jezcel fuera del gimnasio, ya no me molestaría.

Nos aplaudieron bastante, nos preguntaron algunas cosas, que nos gustaba y desde cuando nos conocíamos, la edad. En realidad, todas esas cosas que siempre preguntan en los concursos de miss mundo, solo que nos lo preguntaron a ambos. Todo estaba saliendo a pedir de boca, todo hasta que un descerebrado acéfalo e incordio animal gritó con todos sus pulmones:

-¡¡EL BESO, EL BESOOOOOOO!!

Y de pronto todo el público empezó con eso del beso y mi bilirrubina subió como decía la canción hasta mi cabello.

-Veo que, si están tan tomaditos de la mano, algo habrá entre ustedes ¿no?, nos decía mientras sonreía y me susurro al oído «bésala enano» ante la algarabía del público.

Entonces Alice le quitó el micrófono y le dijo «solo somos amigos, amigos, gracias», entonces fue en ese mismo momento, lo recuerdo como si fuese ayer que comenzó la debacle.

-Bueno galán, ¿no conquistaras a la dama?, ¿que sabes hacer? acá dice que se te da lo musical y que tocas guitarra, ¿porque no le tocas una canción de amor para convencerla?

Y toda la gente empezó a gritar y a pedir que «cante» y el tipo me susurro al oído entre grito y grito «canta algo mocoso o te largas». A decir verdad y ante esa sentencia tan abismal del sujeto, mire a Alice y me sonreía

como esperando algo, yo ya había muchas veces cantado y tocado instrumentos frente a público, pero el nerviosismo me hizo que, por un minuto, no me supiera ni el «cumpleaños feliz». Al ver mi nerviosismo y que transpiraba más que payaso en monociclo, Alice me susurra:

-Toca mi canción, aunque no la hayas terminado, solo un trozo, mientras chocaba su frente con la mía y tomaba asiento en la mesa que habían ocupado con los ramos de rosas que les daban a las concursantes.

¿Y que podía hacer yo?, Aún no podía inventar la dichosa canción, no es fácil crear cuando uno no tiene uno de los dos ingredientes, tiempo e inspiración, y yo carecía de tiempo por tratar de ganar inspiración. Afortunadamente, entre nerviosismo e instinto de sobrevivencia recordaba al dedillo la canción que una vez le hice a Jezcel y que ella dijo que era «la porquería mas grande que había escuchado gratis», y eso que estuve una semana casi sin dormir creándola, pero a ella no le gusto y rompió la letra que le di para su cumpleaños número once.

Quizás es uno de mis peores o el peor error de mi vida. Después de salir de mi propia mente y seguir escuchando los gritos, agarré la guitarra con propiedad y comencé a cantar la «canción que le hice a Jezcel» y que a ella nunca le agrado.

Comencé dubitativo, pero agarre confianza al verla sonreír, le cante con el alma y cuando el coro terminaba, escucho como un retumbe en mi cabeza, un gong de la muerte que se deslizó por mi oído y me atacaba directamente al tímpano…

-¡¡GUSANO DE CHOCLO!!

Miro a mi derecha y desde una ventana del gimnasio estaba Jezcel metiéndose a la fuerza, y cuando cayó sentada se puso de pie al instante y se fue trepando al escenario, y yo no sabía qué hacer ni qué decir. Se sube al plato y le quita el micrófono al tipo del sonido a la fuerza, «presta»le dice, se para frente a mi, y poniendo su cara de demonia me dice gritándome:

-Eres un fraude Axl, esa canción es mía, diles Axl ¿para quién creaste esa canción?, ¡¡¡DILO!!! A quien se la dedicaste con tu guitarra de cartón, DILO… ¡¡GUSANO DE CHOCLO!!

Todo el mundo en el gimnasio empezó a murmurar, pocos entendían que pasaba, Cristian era uno de ellos, el artífice que me ayudó a inventar la canción y me dio ideas cuando la creamos. Me miraba con los ojos desorbitados desde la primera fila sin saber qué decir ni que hacer, casi tan nervioso como yo que me transpiraba hasta el pelo que con el gel derretido me corría por la cara como maquillaje de payaso. De pronto, mi mirada se fue a Alice que me veía con una seriedad extrema, con un tono de desilusión. Yo no podía hablar, mi vergüenza se apoderaba de cada centímetro de mí ser, era una parálisis completa, solo escuchaba de fondo los gritos y risas, fue un minuto o dos en el mundo real, pero en mi mente fueron siglos. De repente el presentador se me acerca al oído y me dice:

– ¿Murió la flor?

Solo atiné a mirarlo como si mis ojos le pidieran ayuda, y poniéndome el micrófono en la boca como para que dijese algo en una actitud bastante amarillista y baja. solo atine a decir «eeeeeeee, yo» de pronto subieron al plato lo que parecía ser unos organizadores que agarraron a Jezcel que no soltaba el micrófono y gritaba maldiciones en mi contra y de Alice, la sacaron a la rastra, casi como a «Raffaella Carrá»en andas y al ver el presentador que yo no dije nada le acercó el micrófono a Alice, y antes de que le dijera nada, ella lanzó el golpe más doloroso de mis catorce años…

-Si es verdad lo que la loca esa dijo, no quiero volver a verte la cara nunca jamás Axl, pensé que me entiendas, pensé que me querías de verdad, pero es toda una farsa, ¡¡AUN LA AMAS A ELLA, ERES UN TONTO!!

Sonó en mi mente la melodía más triste mientras Alice parecía esperar una respuesta, y el público también en un silencio eterno. Pero al ver que yo estaba paralizado tomó su vestido largo y se sacó sus tacos de cinco centímetros y los tomó con su mano y salió llorando rumbo a bambalinas. Y para cuando logré saber que estaba en la tierra y mis pies volvieron a ser míos, solo pude correr, correr como nunca había corrido antes en mi vida. Salí por el medio del gimnasio entre la gente a toda la velocidad que me dieron los dioses, no mire atrás a nadie, solo corrí en medio de la oscuridad, con mi corbata al viento y mis lágrimas de vergüenza que se quedaban en el camino por cada paso que avanzaba. Instintivamente corría mas rápido para no sentir mi propio llanto y así apaciguar la vergüenza.

Al llegar a casa saqué las llaves como pude de mi bolsillo como si alguien me hubiese seguido. Entre a casa y corrí a mi cuarto, cerré la puerta y la tranqué con mi cuerpo, mientras me resbalaba lentamente hasta quedar sentado en el suelo con mis manos en la cabeza, y lágrimas en mis ojos. Después de unos cuatro o cinco minutos sonó el teléfono, me asuste y sonó varias veces, dubitativamente me pare y lo tomé con mucho miedo, pensé que era del comité del evento, así que cerré los ojos y conteste:

– ¿Aló?, ¿Aló?…
– ¿Mamá?
– ¿AXL? ¿ya terminó el evento, que pasó?
-Pues, verás mamá, he estado todo el día enfermo con vómitos, y apenas presentamos pues, me vine a casa ya que me sentía
muy mal, creo que tengo fiebre. le dije mientras hacía sonidos de asco.

– ¿Dónde está Rose, le dije que estaba encargada de todo, pásamela?

-Mamá. veras…
-Pásame a tu hermana Axl.
-Es que mamá lo que pasa…
-Niño, pásame a tu hermana.
-No está mamá, se quedó en el show, pero le dije que me vendría a casa porque me sentía un poco mal.
-Salgo a casa mañana temprano, anota este número y dile que llame de vuelta apenas llegue, ¿me oíste niño?, me dijo muy furiosa. Cuando está enojada me trata de «niño», entonces ahí se que la cosa se viene mal.
-Sí mamá, pero no es culpa de Rose, en serio, yo le dije que me

iría a casa y… ¿mamá? ¿mamá? Me corto.

Tomé mi cabeza con mis manos y viendo que ya nada tenía que hacer, me senté en la cama derrotado, no solo mi esfuerzo y ganas se habían ido por el tacho, también la ilusión de poder conquistar el corazón de Alice. Me sentía incluso más pequeño de lo que era, un pobre diablo y un sinfín de cosas más. Empecé a pensar en alternativas para resolver el problema, entonces recordé a un viejo amigo del barrio que vivía a tres casas de la nuestra, «Luciano Bahamondes». Estuvo medio año en el colegio y después se cambió de casa y por ende de escuela, al «San Gerónimo» un colegio técnico a las afueras de la ciudad que en la enseñanza superior imparte carreras como mecánica, carpintería, cocina y contabilidad. ¡¡Si!! esa era mi nueva ruta académica, dejaría atrás todo lo malo, ya no tendría que ver a nadie, ni sufrir por nadie. conocer amigos nuevos y tantas posibilidades, estaba decidido, me iría al colegio «San Gerónimo» y sería un gran carpintero como «José». viviría a las afueras y me casaría con una «María», y tendría una linda granja con animales…

De pronto se abrió la puerta de la calle y me entró el «miedo», ¿y si era Alice? ¿deje la puerta abierta? ¿era un alíen?…

– ¿Axl? ¿estas ahí?, era la voz de Rose Anne, y respire con calma…

Salí al pasillo y cuando la vi la abrace con fuerza, y ella a mi, me tranquilizaba mientras acariciaba mi cabeza, me decía que todo saldría bien, que no sabía aún cómo, pero que todo saldría bien. mientras yo la miraba con ojos melosos y ella acariciaba mi cara. Un lindo acto de amor y ternura hasta que me dio un buen coscorrón.

-¡¡Eres un bruto!! ¿Cómo se te ocurre hacer semejante estupidez? a mi no me interesa que te encante quedar en ridículo, pero yo… yo tengo que cuidar una reputación, ¡bruto!
-Lo siento, le dije con mucha pena y sobándome el coscorrón.

-Me debes un mes de favores Axl, y hablo muy enserio. -Mamá llamó hace cinco minutos, quiere que la llames a este

número, le dije asustado. Cerró un poco los ojos y me dijo:

-¡¡Dos meses de favores!!, me dijo con una mirada penetrante, mientras yo solo asentí con la cabeza.

La seguí al teléfono y le pedí que dijera que me sentía enfermo y que tenía algo de temperatura y que exagerara en todo. Me miraba con odio mientras yo sentía los murmullos violentos de mi madre. Al final mi mamá llegaría a mediodía del domingo y yo tenía que obedecer en todo a Rose.

-Me regaño a mi Axl, así que serás el mejor hermano que jamás he tenido, ¿verdad que sí?
-Si hermanita, y la volví a abrazar sintiéndome de unos tiernos cuatro añitos.

DOMINGO GRAVE, LUNES AGONICO, MARTES DE CEMENTERIO ____________________________________________________________________________

De pronto, un tipo me pasa una guitarra hermosa, roja de curvas muy futuristas, un diseño muy lindo. unos segundos más tarde el mismo tipo me dice:

-» Treinta segundos campeones» y me da un golpecito en la espalda.

Entonces me miró y me veo vestido todo de cuero con chaqueta con gran estilo y delante de mí una cortina roja que al moverse deja ver un mar de gente gritando «¡¡¡AXL, AXL, AXL!!!». Justo ante mi sorpresa el tipo me dice que es mi hora, y me empuja al escenario y quedó en medio de este ante los gritos del público. Observó a un jurado que estaba sentado en una tarima detrás de una mesa, acto seguido, me fijo que los tres jurados son Alice, y a del centro me dice:

– ¿Va a cantar así?

Y al mirarme, ya no estaba con la guitarra hermosa, estaba con una de plástico de juguete y tampoco estaba en el traje «cool», estaba con calzoncillos de leopardo y el público era mi colegio que reía de mi. Intenté escapar por la cortina que estaba detrás de mí, pero ahora era una pared sólida.

Desperté mientras mi madre decía que la fiebre me tenía todo sudado y yo aun perdido y asustado mirando mi cuarto como reconociéndolo recién.

-No tienes fiebre ya, pero estás pálido, me dijo.

La quedé mirando y le di un abrazo apretado, y después besó mi frente y me puso una bandeja con sopa de pollo en mis piernas y me dejó una muda de pijama. Una de las cosas que más me disgustaban era la sopa de pollo, o las sopas en general siempre sentí que no quitaban el hambre que uno podía sentir, pero para mi madre era una especie de panacea que ayudaba a curar desde un catarro, hasta un susto provocado por el ataque de un toro en el campo, cosas de madre.

Me miró fijamente hasta que empecé a comer, y se me ocurrió la brillante idea de preguntarle por «el segundo platillo» y me observó con desconfianza.

-Ya parece que estás bien. Mañana podrás ir al colegio sin complicaciones, me dijo, lo que menos quiero es que pierdas clases.

Me dio un escalofrió muy helado por todo el cuerpo, NO PODÍA volver al colegio ni mañana ni nunca jamás, tenía que avanzar en mi plan de irme del «Manada de Lobos» así que me tomé la sopa sin decir nada de nada.

Logré llegar a eso de las siete de la tarde y yo no aguantaba ni el hambre, ni el aburrimiento ni la desesperación. no quise pedir ni la televisión para no levantar sospechas.

Fue a eso de las nueve una nueva ración de sopa y cariños para paliar la «enfermedad». después me puse a reflexionar nuevamente, sobre todo, en Alice, la vergüenza, mi vida social destruida y todo eso. Hasta que por fin me quede dormido.

Desperté con la mano de mi madre en la frente.

-No hay fiebre, a la escuela, me dijo.
-Pero mamá…
-A la ducha ahora, me miro con cara de desconfianza.

¿Me habría traicionado Rose? ¿porque de repente era más fría conmigo?, me da la impresión de que ya no me creía que estaba enfermo. Al menos no andaba averiguando el «porqué» no quería ir a la escuela.

Baje a tomar desayuno como un condenado a muerte va por su última cena. Me comí tres piezas de pan, una taza de té, cuatro galletas dulces con mermelada de damasco, un vaso de leche, un trozo de pastel y el pan que dejó mi hermana. Ella me miró y me hizo la señal de cruz y se encogió de hombros.

-Tranquilo, para cuando termines cuarto año, ya todos lo olvidarán, además yo te protegeré hasta la puerta de tu salón hermanito, y me hacía con las manos la señal de que le pagara.

-Bien, iré por su padre que no pudo conseguir bus para volver, ya sabía yo que debíamos ir en el automóvil y no estar pagando pasajes, volveré a eso de las tres de la tarde. Traeremos el almuerzo así que no estén comiendo embelecos y cosas antes del almuerzo.

Nos beso en la frente y salió rápido para traer a papá a casa. Quede mirando a Rose y ella a mi, nos miramos cerca de un minuto.

-Si lo haces, vas a morir, mamá te matara cuando se entere que no fuiste a clases, y después me matara a mi por encubrirte.

-No tengo opción, y me tape la cara por lo abrumado que me sentía.

-Bien, quédate acá, convocare a las brujas para dar término a esto, no quiero que mi único hermano termine usando una falda,
y se mandó a reír mientras miraba al cielo. y haz mi cuarto enano, y se fue cantando.

Termine de hacerle el cuarto a mi hermana y me sobró tiempo para hacer el mío. Y si, me había quedado en casa, vi televisión, di vueltas por todos los cuartos. Salí al patio y me duché nuevamente ya que me sentía sucio. A eso de las dos de la tarde mientras me ponía la ropa después de la ducha, escucho unos estridentes gritos bajo mi ventana.

-¡¡¡¿Pretendes escaparte del mundo enano?!!! ¡¡¡¿Crees que no tendrás tu merecido, ¡¡¿burro?!!!, gritaba Jezcel mientras pateaba la cerca de flores de mamá bajo mi ventana.

Cerré la ventana, y me agaché dándole la espalda mientras me tapaba con la cortina, y no dejaba de escuchar su risa de maldad y sus maldiciones, y de pronto terminó. Asomé la cabeza con mucho cuidado tratando de ver algo, pero no se veía nada y de pronto se abre la puerta de mi cuarto ante mi cara de susto que parecía que me llevaba la muerte.

Era mi hermana junto con Dalilah y Antonia, el consejo de brujas del colegio.

Se sientan en mi cama junto conmigo, primero toma la palabra la «Sacerdotisa» amable, gentil, cariñosa y bondadosa, Dalilah.

-Mi «enanin» hermoso, toma te traje un chocolate, dicen que toda amargura del alma se cura con la dulzura de un chocolate, me dijo mientras acariciaba mi cara y besaba mi frente. Esa chica era todo un caramelo andante.

Toma la palabra la genio del grupo, la «Maga Blanca», la chica resuelve problemas, una investigadora en potencia, Antonia.

-Deberíamos conversar esto con la directora, crear un círculo de protección, y si o si, la tía debe de saber todo esto, porque ella tiene que darte apoyo enano. no olviden que a veces la solución más simple es la mejor, como dijo el profesor de filosofía.

Y cuando casi le creía, habló la «Guerrera», la chica ruda, la rompe paredes con el cráneo, la que con su hacha es capaz de cortar montañas, Rose.

-Mi idea es mejor, disfracémoslo de niña, y lo matriculamos como «Exelia», o «Ixalia» o «Axila» y nadie sabrá nunca más nada y podrá ser feliz.
– ¿Y las clases de educación física?, preguntó Antonia.

-Pues, no se baña y ya…» iuuuuuu» hicieron Antonia y Dalilah. – ¡Ya! no sean crueles, decía Dalilah mientras me abrazaba y consolaba.

Me puse serio, y les expliqué mi idea de irme al «Colegio San Gerónimo» y estudiar carpintería y todo eso.

-JAJAJAJAJA, ¡¡no sabes ni clavar un clavo!! Axl, serias capaz
de poner tu dedo en medio de la tabla y el clavo y ni cuenta te darías, inútil. Voy por unos vestidos, dijo dirigiéndose a su cuarto.

De pronto se abre la puerta y todos gritamos, en medio de la conversación con las chicas «roleras», no vimos la hora y mi madre ya había llegado a casa quien nos quedó mirando con una cara de susto similar a la nuestra.

– ¿Qué le pasó a Axl?
-Mamá, estábamos viendo si tenía fiebre, dijo Rose.
– ¿Por qué no estás con uniforme? ¿no fuiste a la escuela Axl?

Todos gritamos al unísono que «si», pero ella nos miró con desconfianza. -Y ¿por qué están alrededor de él como si fuera un bicho raro? -JAJAJA, «hello» mamá, tu hijo «es» un bicho raro, le dijo Rose. -¡¡Calla niña!! le dijo a mi hermana.

-¡¡Adiós tía!! aprovecharon de decir Antonia y Dalilah escabulléndose por una orilla.

-¡¡Nada de adiós acá!! quiero saber que traman ustedes cuatro, AHORA.

El dragón había vencido a la comunidad del anillo y justo cuando este triste y pobre bardo se disponía a «cantar» todo, entró el paladín.

-Hola campeón, ¿así que estás afiebrado? dijo mi papá en una entrada cinematográfica. Pues llama a Jeremias y le agendas

una hora, le dijo a mamá.
-Jeremias es veterinario, le dijo mi madre muy seria.
-Jejeje, dijo mi padre después de un silencio, es solo una
pequeña fiebre, mi hijo es todo un león, por eso lo decía. ¿Y a qué hora comemos?
-Te agendaré para ir al centro médico, e iremos a la primera hora que consiga, si estás enfermo y con fiebre no te queda de otra. Y si llegas a mentirme y no tienes nada, te ganaras un castigo de aquellos, y ni siquiera me molestare en indagar porque estas actuando así.

La mire, con ojos de inocencia y después baje la mirada. Y ante una caricia de mi padre en mi cabeza, se despidieron las chicas de mi con gestos de ánimo y apoyo.

Ya no sentía ni hambre, me tiré en la cama y cerré los ojos y me dormí, no tenía resuelto ningún problema, nada resultó. Mi mamá ya se había dado cuenta de que había gato encerrado.

Solo recuerdo soñar que corría libre por el colegio de la mano de Alice, y claro despertar cuando ya el sol se había ocultado solo prolongaba mi agonía, ya que yo no quería que llegara el martes, y ahora tendría que ir al centro médico para que me dijeran «no tiene nada, dele una vitamina c» y luego de eso ver a mi madre con los ojos inyectados en ira. Justo entro mi mamá con más sopa de pollo, y sin preguntarme nada me la dejó en el escritorio y se fue. Estaba muy enojada.

Eran las siete de la mañana y mi madre me despertó y me dijo: -Escucha, conseguí una hora para el médico a las 11:30, llegare a buscarte a las a las once, un poco antes. Te quiero cambiado de ropa y desayunado, ¿comprendido? -Si mamá, ¿dónde vas tú?, le pregunté haciéndome el ángel.

-No seas curioso, solo has lo que te dije.

Salió de la pieza y se fue directo a la calle, tomó el automóvil y se fue sola. Acto seguido, entró mi papá y me acarició la cabeza y me dejó dinero y se fue a trabajar cerrando el ojo, algo me decía que él sabía algo. Lo mismo Rose, se fue después de darme un abrazo muy apretado.

-Siempre te recordaré como mi hermano, me dijo la graciosa.

Y nuevamente solo en casa. Me tire en la cama mirando al techo, con la mente en blanco, hasta que siento un golpe en la ventana, como de una piedra, me quedo mirando y me acerco solo para que me llegara una moneda en la frente. Me asomo a la calle desde mi ventana, y para mi sorpresa era Alice.

-Ábreme la puerta, me dice.

Bajé más rápido que automóvil de fórmula uno, tanto que casi me caí de la escalera. pensando mil cosas en mi mente, cosas buenas y malas, solo quería verla porque si está ahí es porque no me odia.

Abrí la puerta casi en cámara lenta y la vi, con sus dorados cabellos y una mirada triste.

– ¿Puedo pasar? me dijo con unos ojos llorosos. -Por supuesto, adelante, toma asiento.
-Necesito que me acompañes, me dijo así sin más.

– ¿Pepepero a dónde? le pregunté tartamudeando ya que me tomó de sorpresa.

-Ve a vestirte, me dijo.
-Pero necesito meterme a la ducha.
-Diez minutos Axl, apresúrate, yo me cambiare en tu cuarto, me dijo, no entendía nada.

Para cuando salí de la ducha veloz, ya no estaba en mi cuarto, así que me vestí, y para cuando bajé a la sala estaba cambiada de ropa de calle.

-Deje mi uniforme envuelto bajo tu cama, por si acaso, me dijo. -Bien, ¿pero a dónde vamos?

Solo salimos de casa y corrimos rumbo a la calle principal por la parte de arriba para no pasar por su casa. Nada me decía que solo caminaba rápido a pasos muy largos, como si quisiera escapar de ahí más que ir a algún compromiso.

Hizo parar el autobús que nos lleva a la parte norte de la ciudad, subimos y ella pagó ambos pasajes, el autobús estaba prácticamente vacío.

Me quedé mirándola como estúpido después del beso. Realmente yo no cabía en mi propio pellejo, y creo que ella lo noto. Me acarició la cara con sus manos y me agradeció por todo el cariño que le tenía, y me dijo que no entendía cómo un chico con tan bellos sentimientos no tenía un montón de chicas detrás de él. Solo sonreí, ya que no podía sacar de mi mente el momento y tenía en ese instante bajo poder de concentración y un charco de baba a mis pies.

Nos fuimos de la mano y tomamos el bus de regreso al centro de la ciudad, no hablo mucho en el autobús, solo recostó su cabeza en mi hombro y yo mi cabeza sobre la suya. parecíamos dos empalagosos cubiertos de chocolate con chispas de colores y una frutilla con crema sobre nosotros, algo así como la peor pesadilla diabética del mundo.

Nos bajamos en el centro y caminamos de la mano por las galerías y locales comerciales. Ella estaba con otra disposición, más alegre y me

hablaba mucho más de los lugares, vitrinas que veíamos y tiendas que estaban en nuestro camino. Luego entramos en una tiendita de té, y pidió un gran trozo de pastel con un cappuccino. Después de comer pastel, nos fuimos al centro de buses, ya que ella se fue a casa de su abuela, tendrían una misa en la iglesia cercana y estaría toda su familia. se despidió de mí con un beso en mi cara, uno muy dulce, y me pidió que le llevara el uniforme al colegio al día siguiente. Se alejó sin dejar de mirarme, y cuando subió a su autobús me gritó que yo era el mejor y que me «quería mucho», entonces me fui caminando a tomar el autobús a mi casa muyconfundido, ¿qué fue eso de «te quiero mucho» y beso en la cara, después de ese tremendo momento en el cementerio y la caminata de la mano? Me sentí «usado» era como estar triste pero feliz, estúpido pero inteligente, bueno, no sé si inteligente, pero feliz al menos.

Al bajarme del autobús, me sentía ansioso, caminando y meditando a la vez, me sentía «más hombre» e incluso, más maduro, y todo eso que pensamos cuando para nosotros los románticos, tenemos ese momento del «primer beso». De pronto pasa una ancianita y me pregunta la hora, y le digo que no tengo hora, y justo pasa un señor que mira su reloj y le dice que son las once y cuarenta y cinco de la mañana, y de inmediato recuerdo la hora en que llegaría mamá a casa para lo del médico así que me fui corriendo a casa, con todo lo que daban mis piernas. Con la lengua afuera me di cuenta que mamá ya había llegado a casa, así que tragué saliva y golpee la puerta, abrió de inmediato y me quedo mirando con sus manos en su cintura.

-Llegué mamita, y le sonreí.
– ¿dónde estabas Axl?
-Fui, ósea yo salí un momento a estirar las piernas.

– ¿Llevo acá cuarenta minutos esperando, y porque vienes transpirado?
-Pues, para llegar rápido mamita.
– ¿Y tú fiebre?

-Hoy creo que ya la vencí, me siento mucho mejor, quizás deberíamos quedarnos en casa.

-Vamos, sube al automóvil, me dijo casi como una orden imperial.

Sin nada mas que decir, nos fuimos en el auto, quise poner el radio, pero lo apago sin decirme nada, estaba furiosa. Al llegar a la consulta, me hizo pasar una médica muy simpática, me pregunto que me dolía mientras mi mama miraba todo. Le dije que hasta ayer me dolía la cabeza, el estómago, y que había tenido algo de fiebre.

– ¿Algo?, dijo mi madre irónicamente.

Así que le dije a la médica que fue un poco más que «algo» pero tampoco «tanto», y mi madre subía la ceja y no la bajaba. Al final la médica me dijo que yo era más sano que una «manzana verde» y me recetó algunas vitaminas complementarias y una dieta más equilibrada, ósea que fuera con la dietista.

Ya devuelta en el auto yo no decía nada, pero estaba esperando la reacción de mamá, que no llegaba. Yo estaba aguardando ese regaño, pero nada de nada. y de pronto…

– ¿Sabes dónde fui en la mañana? me pregunto. -Emmm, ¿al mercado?
-No…
-A la estilista?

-No Axl.
– ¿Al cementerio?
– ¿Que?, no, ¿porque iría al cementerio en la mañana niño leso? – ¿Entonces?
-Fui a tu colegio… me dijo con vista al frente y anteojos oscuros. – ¿Por qué? ¿paso algo madre mía?
-¡¡BASTA!!, ya lo sé todo Axl, se lo que pasó en el festival.

En el fondo sabía que tarde o temprano lo averiguaría, aunque tenía la esperanza de que esto terminara ese día y al siguiente la vida seguiría como si nada, así que puse cara de «pobre diablo» y me dijo:

– ¿Era necesario que me mintieras? solo tenias que decirme la verdad, te hubiese apoyado. Y lo peor de todo es que perdiste dos días de clases.

Se quedó mirándome un segundo y se detuvo en una calle sola, y me abrazó y me acarició la cara.

-Tuviste que pasar toda esa vergüenza, pobre pequeño. – ¿Me perdonas madre?, le dije con ojos melosos.
-No, estás castigado dos semanas y una tu hermana por

encubrirte.
-¡¡¿Que?!!, pero mamá por favor no me hagas eso, le suplique.

Pero se quedó muda y siguió manejando, y ante mis reclamos prendió la radio del auto a full rock y tarareando la canción para no pescarme.
Al llegar a casa reprendió a mi hermana desde el segundo uno, le dio su semana de castigo y luego de eso Rose me golpearía todo el día recordándome que yo era su «esclavo», así que tenía doble condena, pero,

era feliz, había dado algo así como «un paso» un paso no sé de qué, pero sentía que había dado un paso.

DIARIO DE CRISTIAN

____________________________________________________________________________

…Solo lo vi salir corriendo del escenario como un cohete, naturalmente que intente correr detrás de él, pero choque de frente con Jezcel que forcejeaba por entrar mientras le impedían el paso. Gritaba una y otra vez a Alice (supongo), «¿que se siente?» y se burlaba, parecía loca de psiquiátrico, me dijo que era un estúpido por chocar con ella, y justo en ese instante los organizadores cerraron las puertas para seguir con el show. Me quedo mirando mientras se sobaba la frente por el golpe. «Se hizo justicia» dijo mientras me arrebato mi chaqueta, se la puso y se fue a paso lento y riendo. Al rato salió por la puerta de al lado Alice abrazada por Elizabeth y Betina, quien me quedó mirando y me preguntó que cómo me había parecido el numerito de Jezcel, y Alice me miraba como tratando de encontrar una respuesta en mi. Justo apareció el hermano de Betina y se las llevó a las tres, preguntó por mi para llevarme en el automóvil, pero Betina le dijo «él camina» y se fueron, así que me fui caminando solo pensando en cómo ayudar a desenredar ese problema. Cuando ya estaba por llegar al barrio aparecen tras de mí Rose, Dalilah y Antonia, me preguntan por Axl y les digo que no se, entonces Rose se fue corriendo y yo termine de caminar con mi hermana y Dalilah.

Al día siguiente quería ir a ver a Axl, ya que no deja que le pasen llamadas cuando está «deprimido» así que salí rumbo a su casa, pero cuando estoy saliendo de mi casa estaba en mi puerta Alice, que me mira con sorpresa y con cara de auxilio, y me pregunta si puedo hablar con ella. Nos sentamos en el patio junto la terraza, mi mama fue a saludarla junto con mi hermanita que se quiso quedar conmigo, así que de inmediato Alice me pidió tenerla en sus brazos y se llevaron estupendamente, la hizo reír y todo bien hasta que Martina se hizo «pis», así que mamá se la llevo.

¿Qué pasó ayer? me pregunto Alice, le dije lo que le diría yo a Axl, que «la hizo», y al no entender lo que él estaba diciendo, le explique que dentro del apartado de las estupideces de Axl, ayer se lució, sé que no lo hizo de mala intención, pero no pensó y ahí está. Me quedo mirando con cara del fin del mundo y de no entenderme, pero le conté una historia.

Hace unos años unos chicos del colegio cantaron unas lindas serenatas en un acto del colegio, Jezcel dijo que era lo mas lindo que había escuchado en su vida, Axl escuchó y les pidió a esos chicos que fueran el día del cumpleaños de Jezcel a cantarle una serenata, incluso les pago. Para mala suerte de Axl, Jezcel le encantaba el chico que tocaba el guitarrón, lo invito a salir y anduvieron por un tiempo, ahí quedo Axl, al año siguiente nuevamente le llevo serenata por su cumpleaños, esta vez con los chicos del taller de música de la escuela. Solo que Jezcel le gritó que encontraba último de ordinario que le cantaran una canción que estaba dedicada para otra, y les tiró a Princesa, su perra que parece cancerbero que los persiguió tirando al canal a uno de los improvisados mariachis. Entonces Axl se puso a crear una canción dedicada para Jezcel, estuvo mucho tiempo creando y puliendo solo para que Jezcel se burlara de él cuando este trato de cantar una estrofa, humillándolo. Lo que te quiero decir con esto es que él no hace las cosas con mala intención, solo peca de atarantado algunas veces, pero es un chico de buen corazón, quizás aun no creaba tu canción, que me lo había dicho. y ya que aquella que había compuesto con tanto esmero para alguien más, te calzaba mejor a ti, le dije. Me miró con cara rara, y me dijo que no caería en mi juego «nuevamente», nos reímos y le dije «me atrapaste», no obstante, todo eso es verdad, le dije y decidí jugármela. Él aceptó todo esto porque está enamorado de ti Alice, cálculo cada detalle y quizás ese error fue el único que se le escapó, tu fuiste testigo de su dedicación, solo porque estaría contigo. Si viniste acá a buscar respuestas es la única que te tengo Alice. Axl es un romántico que trata de triunfar contigo, porque eres quien lo hace feliz. Me miró y se tomó la cabeza, se puso luego en posición pensante, y me dijo que lo entendía, pero su cabeza estaba en muchas conjeturas a la vez, que su mente era un manojo de problemas. bien, le dije, él puede ser una respuesta para tantos problemas. Me miró y me dijo que eran problemas más maduros y que yo no la entendería. Pero le dije que podía contar conmigo si necesitaba consejo, y me abrazó dándome las gracias.

Preferí no ir a ver a Axl, me imagine que Alice se podría decidir a ir a verlo y no quería interrumpir, sobretodo después de proclamar que Axl estaba «enamorado» de ella, quizás había actuado mal, yo y mi estupidez, creo que mis impulsos me nublan la razón.

Lunes, me fije que sería un día difícil, todos me miraban, mientras esperaba a Axl en la puerta que no llegaba. Según mis cálculos estaba gran parte de la escuela esperándolo para burlarse de él, en ese instante entró Alice y todos la miraron y murmuraban. Ella no dijo nada y solo se limito a ir al salón, unos minutos después entró Jezcel que al verme me preguntó si el «gusanito» había entrado ya, y amenazó con que si se me ocurría defenderlo me odiaría hasta la eternidad. Pero Axl no llegó y toda la muchedumbre de la entrada se fueron al toque del timbre.

En el salón comenzó la guerra, Jezcel llamo a Alice como «roba canciones» y que como se atrevía a quedarse con una canción que era dedicada a ella, que era último. Tanto molesto a Alice que esta se paró y le dijo «cántamela, si tanto te gusta, cántamela» a lo que Jezcel la quedó mirando por cinco segundos y ante el silencio de todos, y al terminar los cinco segundos empezó nuevamente a gritarle «roba canciones» y aplaudía para que el resto del curso se les uniera, pero nadie le hizo caso. De Pronto llegó el profesor y de inmediato empezó a pasar la asistencia de la clase y al ver que Axl no estaba, se le ocurrió preguntar por él… y Jezcel dijo que se murió. el profesor puso cara de espanto ante la seria respuesta de Jezcel, y ella se puso a reír, bueno quizás tiene tifoidea, o cólera ¿qué se yo?, así que Betina le explicó que tenía algunos problemas personales, pero que pronto volvería. Entiendo, dijo el profesor mientras Jezcel se seguía burlando.

AXL 2.0

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Volví a clases, claro mi madre nos llevó a mi hermana y a mi en el auto y nos dejó en la puerta del colegio, aunque tras mis ruegos me dejó en la puerta de entrada de los pequeños de kínder, ahí entré y me escabullí hasta llegar a mi salón. Mis compañeros me miraban como si fuese un niño nuevo, Leyton y Rosales me saludaron y me dijeron que les encantaba que hubiese vuelto, pero todos los otros que estaban murmuraban. De pronto desde una orilla salió Elizabeth, quien con un salto se lanzó a mis brazos y me decía que me extrañaba mientras giramos como en un dibujo animado. Pero como saliendo de una cueva y viendo solo los ojos de loba salió, o más bien entró Jezcel al aula.

-Vaya, vaya… miren lo que cazo mi loba y lo dejó en la puerta de la madriguera, ¿qué haces acá nuevamente gusano de choclo? creí que habías huido lejos. Éramos felices, ¡¡todos!!, eso que me hiciste fue un puyazo trapero, la canción la hiciste para mi, y tu se la regalaste a esa mosca muerta. Por eso ahora queremos que te vayas de esta escuela, y tu sabes que lo haré.

Solo la quede mirando y trague saliva, ella no estaba al tanto del encuentro del cementerio y que yo ya estaba redimido con Alice y así mucho mas no me importaba lo otro ni su mala onda. Solo quería que me vieran así de compenetrado con Alice.

Tocaron la campana para las clases y entró Christ, quien me saludó con un abrazo, y una sonrisa y me pregunto si todo estaba bien, a lo cual le dije que sí con la cabeza y procedió a sentarse mientras entraba el profesor. Saludamos y Alice no llegaba. Al minuto se abre la puerta y era Betina, quien pasa junto a mi pupitre y me sonríe acariciándome la cara en la pasada, pero nada de Alice, Así entraron tres atrasados a la clase, pero no Alice, ya me estaba doliendo el estomago.

Diez minutos después entró Alice, y mi tranquilidad se alineó con mi cerebro y corazón, el profesor escuchó su excusa y la dejó ir a su pupitre al lado de mi. Le sonreí y ella a mi justo cuando el profesor empezó la clase, entonces le tomé la mano, y ella a mi por debajo de la mesa, e intenta entrelazar los dedos, pero ella no lo acepto, y termino quitándome la mano, pero no le podía decir nada porque el profesor estaba en llamas explicando emmmm, algo de los griegos. Empecé a escribirle en mi cuaderno:

-Axl: ¿Estás enojada conmigo?

-Alice: No.

-Axl: ¿Segura?

-Alice: Si.

Bastante escueta para responderme, así que me quede sin molestarla por unos veinte minutos, e intente tomarle nuevamente la mano, más bien fue involuntario, pero esta vez ella me corrió la mano, sentí un frío por el cuerpo, como un rechazo divino. La miré para ver su expresión, pero el profesor estaba con el francotirador.

-Señor Axl, ¿qué opina de la estrategia de Odiseo?, a lo cual solo lo quede mirando. Lleva Ud. unos días sin venir a clases, como mínimo traiga energías y ganas, me remarco molesto.

Al dar las disculpas del caso note que Alice había escrito en el cuaderno…

-Alice: Axl, creo que estas confundiendo las cosas, lo que pasó ayer, fue solo un beso, quise conversar contigo ayer en la tarde, pero creí que estaba claro, si te hice pensar algo distinto, perdóname.

Mi cuerpo se puso rojo, acalorado, con la vergüenza mas grande que yo haya sentido jamás, empecé a transpirar. Era como cuando en la película de terror el malo quedaba vivo al final a pesar de que todo apuntaba que se le había ganado. Pero a pesar de todo me daba cuenta que había sacado mal las cuentas, era lógico, ella no me había dicho que éramos novios, ni éramos novios, solo fue un beso, solo un momento, a ella no le interesaba una relación, siempre me trato de amigo y yo no fui capaz de superar la meta para ser algo más. En ese instante sonó la campana para el recreo después de una clase auto torturándome con todo lo que pasaba.

-Quiero un café, ¿Me acompañas?
-No, nnno, debo ir al baño, y salí corriendo de ahí.

Solo que había olvidado que ese día yo sería la comidilla del colegio, que todos esperaban en primera fila para burlarse de mí, me sentía como si me estuvieran cazando, hasta que llegue al pasillo de los trofeos y ahí me encerraron junto a los casilleros, no tenía escapatoria.

Y en medio de todas esas burlas que ahora eran aplausos y felicitaciones, Jezcel estaba paralizada como si fuese de piedra.

– ¿Qué crees que haces? le harás daño, lo vas a maltratar…
-No te metas en esto Jezcel, estoy enamorada de Axl, y quiero ser su novia, perdiste tu oportunidad.
-No me interesa ser su novia ni ahora ni nunca, solo se que le harás daño, estas haciendo todo esto porque crees que me provoca celos, no puedes caer tan bajo Alice y usar a tu único amigo de estropajo humano solo para burlarte de mi.
– ¿Burlarme de ti? Le pedí ser su novia porque así lo siento.

-Entonces… ¿porque lo dejaste solo en el escenario?

Alice la quedó mirando, pero no dijo nada, solo tomó mi mano y salimos de ahí ante aplausos de los mirones.

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