CAPÍTULO 1
EL REENCUENTRO
La noche era fría como de costumbre en Saranc Lake, un precioso pueblo muy cerca de nueva york que destaca por el lago que da nombre a la villa y por su fantástico entorno natural. Desde la ventana se ven los copos caer y desvanecer en el lago.
Estoy cocinando mi plato especial pastel de carne con salsa picante, pues espero la visita de mi vieja amiga Cerly.
Cerly y yo nos conocimos cuando hacíamos las prácticas en el departamento forense del FBI. Hoy ella es una reconocida psicóloga que colabora en innumerables ocasiones como perfiladora en aquellos casos donde las víctimas tienen un patrón muy parecido, pues eso es detonante de que un asesino en serie puede estar operando en la zona.
En aquel entonces yo estaba acabando la carrera de criminología y era una agente en prácticas que llevaba ¨el café¨, pero de eso hace muchos años ya, quizás demasiados, hoy soy la directora del departamento central del CECC, El centro de estudios de Criminales Cíclicos. Lo fundamos juntas en 1999 y desde entonces no ha hecho más que crecer.
Eran ya las 12 del medio día, mi esperada visita estaría a punto de llegar. Preparé cuidadosamente la mesa, pues una de las grandes virtudes de mi gran amiga es lo que ella llama la ¨equidad simétrica¨ literalmente, tanto hay en una parte como equitativamente y de la misma forma dispuesta debe de haber en la otra. Por lo que los cubiertos debían estar perfectamente ordenados, las copas de vino a la misma distancia de los platos respectivamente …
Antes de sacar el pastel del horno subí a ¨Perla¨ a la habitación del piso de arriba para que no hubiera destrozos accidentales. Perla es mi maravillosa gata, adoptada desde que tan solo tenía 10 días, tremendamente mimada y malcriada por una servidora.
Después de eso ya pude terminar de preparar la mesa. Saqué el pastel de carne para que reposara y espesara. Como colofón un buen vino. Baje al sótano donde tengo una muy envidiable vinoteca entre otros menesteres, la ocasión bien merecía que desempolvara uno de mis vinos más preciados, pues está entre los más caros del mundo ¨Domaine Leroy Musingny Grand Cru¨ un vino francés de unos 4000$ la botella. Gané esa botella como obsequio por un ciclo de conferencias que di hace ya un par de años. Recuerdo muy bien ese día pues fue uno mis más deseados premios por la investigación que elaboré en referencia a los asesinos en masa.
Sonó el timbre de la puerta, subí apresurada por las ruidosas escaleras de madera que llevan al sótano y al cruzar el pasillo pude distinguir su silueta, era ella. Cerly había llegado.
Deje la botella de vino sobre la mesa y abrí la puerta. Increíblemente para ella no ha pasado el tiempo.
Dana¨ Bienvenida cariño, no sabes cuantas ganas tenía de verte.
Yo también, te he extrañado muchísimo, tenemos que ponernos al día. Dijo Cerly mientras se retiraba el pelo de la cara.
Cerly¨ A que se debe este cambio tan repentino de la ciudad abarrotada de New York a una preciosa casa apartada a las orillas del lago… y ¿Dónde está Peter?
La verdad es que no me apetecía nada explicar donde estaba Peter y mucho menos el motivo por el que me había mudado, así que intenté pasar del tema y preguntar yo.
Dana ¿Cuéntame qué tal la apertura de la nueva sede del CECC? Y cuanto tiempo has estado fuera, al final más un año ¿no?.
La media sonrisa de Cerly cuando acabé de elaborar mis preguntas me indicaron claramente que había entendido mi nula intención de dar explicaciones sobre Peter o sobre la mudanza. Es una de las cosas que más admiro de ella, no me hace falta hablar para que me entienda.
Cerly¨ Cariño aquí huele de escándalo… Huele a…. ! Huele a tu fantástico pastel de carne picante!
Nos sentamos en la mesa del comedor. Observaba a Cerly mientras servía el pastel, sé que estaba evaluando la distribución de la mesa como hacia siempre que comíamos juntas porque mientras lo hace en su rostro se ven como micro expresiones. Parece que pasé la prueba, pues no dijo nada. La comida estaba deliciosa, el vino es realmente una maravilla y la compañía… eso es lo mejor. Todo iba bien …
Cerly¨ Necesito saber… y se sincera Dana por favor ¿Por qué no viniste conmigo?
Mierda Cerly, ¿otra vez?, sabes que ese tema nos ha traído muchos problemas, entre ellos dejarnos de hablar durante más de 9 meses. Dije mientras me levantaba de la mesa.
Precisamente por eso hay que solucionar el tema. Sabes que si no se habla quedarán resquemores y las heridas no cerraran, siempre tendremos eso ahí. Y no quiero volver a estar tan cabreada contigo. Espetó Cerly malhumorada.
Siempre que hablo de algo serio o discuto con Cerly ¨ aborrezco profundamente¨ sus argumentaciones psicológicas del ¨conflicto¨ puede estar horas hablando…. que si la situación antagonista en la que nos encontramos… Que si Muafer Sherif habla del conflicto como competencia… que si esto… que si lo otro. Yo por él contrarío soy mucho más simple y ella lo sabe, por eso siempre termina teniendo razón.
Probé de nuevo el viejo truco de cambiar de tema.
¿Te ha gustado el pastel?, ha reposado fuera del horno para que espese. Dije con esperanzas renovadas.
Cerly- Nos conocemos ya… hace más de 30 años, hemos pasado prácticamente por todo lo que puede pasar un ser humano y jamás nos hemos ocultado nada. Sinceramente Dana, no entiendo que pudo pasarte para que no quieras contarme y eso es lo que más me preocupa.
Dana- No quiero preocuparte, aún no estoy preparada para hablar de eso, pero ahora estoy bien. Vuelvo a ser feliz. Por favor dame tiempo, algún día podré hablar del tema.
Su cara era un poema, me miraba a los ojos después a los labios, volvía a los ojos otra vez… bajaba su mirada a mis manos y seguía mis movimientos, de nuevo a los labios. Si no la conociese tan bien pensaría que está intentando seducirme. Pero Cerly no pretendía tal cosa, simplemente evaluaba mi sinceridad mediante un minucioso estudio de mi lenguaje no verbal.
Cerly- Muy bien, cuando quieras. Sabes que estoy para lo que necesites. Pero si tú no quieres hablar al menos escúchame… Yo tengo mucho que contarte.
Es cierto. Esta doctora en Psicología habla hasta por los codos, pero son de esas personas que viven cada segundo de su vida con pasión aferrándose a cada momento y siempre me ha gustado escucharla.
Eran casi las siete de la tarde, estábamos tan concentradas, hablando y contándonos esos 9 meses que habíamos estado tan distanciadas. Nos pusimos al día de amoríos de los amigos… y de CECC que habíamos estado 6 horas de cháchara sin casi darnos cuenta. Hasta que sonó el busca por partida doble primero el de Cerly y luego el mío.
¨Una nueva víctima, mismo patrón, mismo modus operandi. Necesito que venga¨
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