Y ahí estaba yo caminando por un campo casi sumergido en la obscuridad, a excepción de pequeñas porciones del que se veían brillar a lo lejos como cadáveres de un pirómano psicópata, eran miles, incontables, debían de estar muy lejos porque se veían como puntitos todos dispersos sobre una manta obscura, tan negra como el alma de el culpable que habia echo tal atrocidad. Destacaban todos y cada uno de estos puntos sobre las tinieblas infinitas, sin rastros de el asesino.
Noche tras noche iba y veía la escena del crimen siempre los miles de puntos que ya parecían fantasmas plasmados en una obscuridad absoluta, rodeado de ellos me encontraba y miraba de izquierda a derecha y no hacía más que contemplar el espectáculo de un loco que creaba «arte», hasta que me voltee y lo vi una figura sospechosa se asomaba de entre las tinieblas, solo dejaba ver una parte de él o ella, quien sabrá qué era eso, su única porción visible brillaba, casi tanto como cien de los puntos en llamas que se unieron a la obscuridad de un infinito tan extenso que no terminaba ni terminaría. Era algo tímido, pues solo se asomaba un poquito cada día. Día a día se fue mostrando, hasta que por fin llego el día en que se dejo ver completa, y digo completa porque era un gran cuerpo redondo como una esfera, desprendía un brillo mucho mayor al de los fantasmas de fuego, era grande demasiado a comparación de sus compañeros que yacían en las sombras junto con ella, llena de cicatrices, quien sabrá de que, quizás de tanto tiempo escondida en la penumbra, algo que si estaba seguro es que estaba mucho más cerca que las victimas ¿Seria ella la culpable de miles de cuerpos en llamas? ¿Tal vez quiso alejarse de la escena del crimen? ¿Porque alguien tan bella haría una cosa así? ¿Escondería su locura detrás de ese bello brillo, que sería una falsa apariencia a costa de otro? ¿Podría ser que se sentía sola en esa obscuridad infinita y quiso tener un poco de compañía?
Muchos eran mis interrogantes, pero mientras pensaba en eso desapareció, me encontraba en medio de la nada y aun mas nublado que antes con muchas preguntas que le quería hacer pasaron unos días sin que yo la viera, quizás ella sospecho de mi que yo sospecharía de ella y se marcho o pensó que yo era el culpable de la escena del crimen y huyo para salvarse, quien sabrá entonces que había pasado, en tal caso sería algo que llego a su fin y no es como la obscuridad infinita sobre la que se extendían cadáveres en llamas y una sospechosa que habría desparecido y luego pensé en dejar las cosas como estaban, total el verse acompañado de fantasmas que se resguardaban a lo lejos no era tan malo…
OPINIONES Y COMENTARIOS