La devoradora de almas – Capitulo 11

-¿Cómo se supone que hagamos esto? ¿Solo derribamos la puerta y gritamos «Montenegro, esta usted arrestado»?- Komi estaba contando sus balas escondida en un arbusto junto a sus compañeros.

-Yo preferiría entrar con sigilo y apuñalarlo por la espalda, seria mucho mas divertido que entrar de frente- Contesto Shinobu con una sonrisa en su rostro mientras analizaba la mansión de Montenegro que se alzaba frente al grupo.

-Yo digo que seria mejor si…- Antes de que Akira pudiera terminar la frase fue interrumpida por Black, quien estaba afilando su espada.

-Dejen de decir estupideces chicas, nada de arrestar así sin mas, nada de matar humanos, y nada de lo que Akira fuese a decir, recuerden que ahora trabajan bajo la ley.

-¡¡Pero no me dejaste terminar!! Mi idea es mucho mejor, es mas sensata, y….. que yo sepa va conforme a la ley, o eso creo- Akira simplemente estaba acostada en el césped, jugueteando con sus dagas que bailaban en sus manos.

Black suspiró y le dio la palabra con un ademan a su compañera.

-Mira, ya dijimos que seguramente hay alguien mas detrás de esto, así que si entramos por enfrente, aunque arrestemos a Montenegro, lo único que aremos será alertar a esa persona, así que propongo que entremos sigilosamente y revisemos toda la mansión- La chica sonrió después de terminar de explicar su plan a toda velocidad para que nadie pudiera interrumpirla.

Black pensó un momento las palabras de su compañera, sabia que Akira tenia razón, alguien estaba detrás de todo esto, y lo mas seguro es que si esa persona se enteraba de su cometida intentaría matarlos, y como líder no podía permitir que eso ocurriera.

-Bien, haremos lo que dice Akira, empecemos con esto rápido, Shinobu.

-Podríamos entrar por cualquiera de las ventanas haciendo un ruido mínimo, el único problema es el ancho de los pasillos, Awira y Komi quedaran completamente inservibles, pero por otro lado, es la mejor forma de entrar.

-Bien- Black pensó un rato mientras su equipo se preparaba para empezar con la misión -Esto es lo que haremos, Akira y Komi irán en el medio de la formación, Shinobu cubrirá la retaguardia y yo estaré enfrente, evitaremos todas las peleas posibles, bien, vamos.

El equipo entro en la mansión por la ventana mas alta, entrando en un pasillo estrecho que limitaba en cierta forma la movilidad de los cuchillos de Akira.

Avanzaron sigilosamente por el pasillo, entrando e inspeccionando cada sala que se encontraban, caminaron un buen rato en silencio, cada uno sumergido en sus propios asuntos, Akira pensaba en Sara, formulándose preguntas que no podía responder y que terminaban confundiéndola mas de lo que la ayudaban.

Después de caminar por largos pasillos estrechos vacíos y de revisar habitaciones para invitados, escucharon la voz de una mujer que llamaba a Ricardo Montenegro.

-¿Estas seguro de que podrás terminar a tiempo? Sabes que a la reina no le gusta que las cosas no salgan como ella quiere- La voz de la chica parecía distorsionada, pero no fue nada comparado con lo que escucharon a continuación.

-No se preocupe, no le causare problemas a la reina, después de todo, solo su vida importa- La voz de Montenegro estaba apagada y, en cierta forma, parecía que estaba moribundo -Realmente creo que la beneficiara mas de lo previsto, mis hombres me dijeron que la mariposa esta en la ciudad rubí, y que esta intentado detener nuestro plan, pero si actuamos primero podríamos atraparla.

-¡¡Shinobu!! Eso es perfecto, realmente perfecto, bueno Ricardo, creo que después de esta noticia tu trabajo termino, desde ahora en adelante, yo me hare cargo, del negocio y de la mariposa, y así, podre subir de rango de estrella- La mujer parecía muy emocionada por la noticia.

-¡¡Pero Jean!! No puedes solamente decirme que termino mi trabajo, teníamos un trato, tu y yo íbamos a tomar la ciudad rubí, ¿Qué pasara con el tra….?- Un fuerte ruido acompañado de un destello de luz azul verdoso cortaron las palabras de Montenegro, después de un momento, se escucho su cuerpo caer al suelo.