Un cuarto vacío, como mi vida.
Desperté tarde como de costumbre, mis pensamientos dormidos. Yo solo respondía a mis necesidades, el hambre se hacia notar cada vez más, , no recuerdo cuando empecé a llevar mi vida tan tranquila, desde que empecé a trabajar solo miraba hacia un futuro inexistente, donde el dinero no haría falta, pero hoy me despierto cansado buscando ofertas de empleo. Todo era distinto en esos tiempo… vaya que tiempos, donde la mínima de tus preocupaciones era el dinero, donde te quejabas para levantarte temprano e ir al colegio, donde aquellos entrenamientos eran frustrantes, pero ahora añoras volver a experimentarlos, donde las clases se tornaban tu pastilla de dormir de lo extensas que eran. Ahora ni el sueño puedo conciliar. Donde aquel romance de colegio fue lo más bonito y estupido de la vida escolar, ahora no mantienes relaciones estables. Pero mira que recuerdos, que lo que en un momento me llego a atormentar, hoy por lo que sea lo más mínimo, deseo volver. Pero sigo mi vida, una vida la cual descansar se siente lo peor y joderte día a día por dinero vale la pena, pero en esta vida no existe persona la cual no trabaje y no se la llame vago/a, ocioso/a.
Desayuno, mientras hago una llamada…
“Hola, si lo llamo por la oferta de empleo, mi nombre es…..”
“Claro tengo experiencia en eso”
“Lunes a viernes, me parece perfecto”
“Ok, mañana a las 8”
Consigo un nuevo empleo.
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