Hay mucho humo en la habitación, pero nada se quema. 
He crecido entre las sombras, y le susurro a los oídos que me quieran escuchar, 
que no sabían que me necesitan pero, me quieren comprar. 

La luz oprime mis brazos, me escondo el regazo 
de una cumbre que se quema, que se ahoga y lo envenena 
Mira la vena que ya no resalta, el diente que ya no resalta
La sonrisa se va, se escapa, desvanece poco a poco y desenfoco
el tono más amargo de la noche enclaustrada en el rincón, 
No hay objeción y el tiempo nos abraza, y se desfasa, 
el amanecer nos descubre
y el viento los delata, y ahora el pasto se oxida, la ciudad vecina nos abriga y me encubre. 

Ahí estoy, ahí despierto, ahí nací,
me he resguardado en ti, 
no encuentras el escape 
y no sabes a donde ir, pero en el destape
es como un enroque corto, breve
conciso, macizo y preciso. 

cambio la trayectoria, y la sonrisa
no se pierde, es difusora, y 
entre mis brazos encuentras la historia,

No te pierdas, no te alejes. 
del mundo que se desvanece y
escapa entre los dedos, versos agotados 
del silencio, cansados del olvido,
salen y quieren gritarle al viento que
recuerde el amanecer, esa noche fría, 
lo previo a mi nacimiento. 

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