Sicariato

Nos despertamos como todos los días juntos y felices, listos para una nueva aventura. Luego de desayunar, fuimos al gimnasio como de costumbre y aunque no me gusta, tú motivación y alegría en cada rutina me animaba a ir siempre de tu mano confiada de que alguien me apoyaba y ayudaba a ser mejor.

Luego de dos horas de ejercicio cada uno tomo rumbos distintos para poder alistarse e ir a nuestro trabajo, pero…

¡No puedo entender esto! hace veinte minutos te vi, te abrace, te bese y ahora me llaman a decir que: ¿¡haz fallecido?! No lo creo, no lo acepto, no lo entiendo. Me regreso a toda prisa a buscarte imaginando que esto es una mala broma, que es un sueño, que sigo dormida, pero ¡¡¡no!!! No puedo abrir los ojos, mil preguntas saltan en mi cabeza haciendo que me duela el cerebro, parpadeo rápidamente para ver la escena y entender velozmente que sucedió, alcanzo a ver tu carro lleno de balas y la ventana de un lado rota, me acerco temblorosa con miedo y pidiendo a Dios que no seas tu y la terrible confirmación  se hace presente, tu cuerpo sin vida acostado en el asiento, tu ropa manchada de sangre y la bala en tu cuerpo como recordatorio de que alguien te arrebato la vida sin dolor, ni pena.

Me quiero desmayar y todos esos pensamiento con las imágenes que alcance a ver me hace llorar, tu rostro con los ojitos abiertos mirando hacia la nada me hace morir por dentro, siento como cada uno de los huesos se me rompen, como el corazón se me hace pequeño listo para explotar y salir de mi pecho, ¡NO! no lo creo, te veo y no lo asimilo, mis manos y palabras tiemblan mientras mis lagrimas lavan mi rostro. 

Ahora que se supone que haga con este dolor, con los sueños y promesas que teníamos juntos, que hago sin ti, ¡que hago! No encuentro las respuestas, no encuentro solución a esto, no encuentro consuelo, muero por dentro, siento como todo mi ser se esta apagando lentamente y no puedo seguir, lo siento pero no puedo estar con vida cuando mi vida se fue, no puedo entender por que razón en un segundo te me fuiste a la casa de nuestro señor.

No permitiré que tu ultimo Te Amo te veo en el trabajo se pierda así, que quede en la nada, me iré contigo, te buscaré, te abrazaré, te besaré y esperaré a ver tu sonrisa, tus sueños e ilusiones en las cuales hemos hablado porque tu y yo siempre estaremos juntos.

Te Amo…