Estableceré un vinculo entre dos momentos históricos en la historia de Argentina contrapuestos entre si, no solo por su diferencia en torno al momento socio histórico en el cual se presentan, sino también por las acciones llevadas a cabo por los estados gobernantes en ese momento (o por las omisiones), a través de las diferentes políticas sociales, las cuales son fundamentales para comprender cuan preocupado se encuentra este estado por los problemas sociales presentados y cuáles serán los instrumentos que utilizaran para su enfrentamiento.
Por un lado, el caso del brote de la poliomielitis en 1956, en donde deja claro cuán importante es la existencia de ciertas políticas en presencia[CMS1] de una epidemia, ya que plasma que el estado toma un rol ausente, al no intervenir en dicha epidemia. Por otro lado está la pandemia del Covid-19 que estamos viviendo actualmente, y como el manejo del gobierno de Alberto Fernandez está interviniendo sobre la sociedad en pos de manejar esta crisis de la forma más favorable posible para todes, pero cuán difícil es esto teniendo en cuenta que nos encontramos con recursos y condiciones sanitarias débiles, gracias a las políticas implementadas por el gobierno anterior de Mauricio Macri.
En este último caso, en el momento que ascendió el actual gobierno a sus puestos, se encontraron con un abandono estatal de las áreas que hoy deberían dar respuesta a la pandemia, un recorte significativo de la distribución de vacunas y grandes deudas con las distribuidoras de medicamentos y alimentos, además de diversos otros problemas sociales que afectaban en primera instancia a los sectores más vulnerables y a largo plazo a la sociedad en su conjunto. No tenemos que olvidar que el dinero que se fugó del país en el pago de la deuda externa podría ser el que ahora permitiría al Estado reducir daños y definir políticas activas más eficaces para contrarrestar los efectos del coronavirus; aquí se evidencia que siempre son los mismos sectores los que quedan del lado de la grieta más perjudicado, y que los Estados de nuestro país no ejecutan suficientes políticas sociales en pos de mejorar sus condiciones de vida básicas e indispensables.
En el primer caso mencionado se presenta una enfermedad muy contagiosa que afecta principalmente a les niñes, la poliomielitis. Esta es una enfermedad conocida desde principios del siglo XX, se recomendaba el aislamiento de los enfermos y la desinfección de su entorno; pero no se cumplió con estas recomendaciones. A causa de esto se desató el primer brote en 1942. Las medidas llevadas a cabo fue en primera instancia inaugurar una sección especial para el tratamiento de estos niñes en el Hospital de Niños, pero se atacaban las consecuencias de la enfermedad y no las causas. Frente a la ausencia de intervención estatal, en 1943 la sociedad civil genera la Asociación de Lucha contra la parálisis infantil con el fin de atender las consecuencias de la enfermedad.
El golpe de estado de 1955 eliminó el Ministerio de salud, ignorando la epidemia (por lo que hubo un rebrote en 1956). Les ciudadanxs comenzaron a difundir remedios caseros y acciones no efectivas, pero que funcionaban como medidas ante la ausencia de políticas sanitarias que efectuaran soluciones por parte del Estado. Hasta que en 1955, Estados Unidos a pesar de en un primer momento negarse, debió exportar la vacuna que recientemente habían descubierto, y como nuestro país era prioridad número uno a nivel mundial, el presidente de nuestro paísno tuvo mas opciones que importarla con inmediatez, más allá de los ideales partidarios de la Libertadora. La enfermedad de a poco empezó a ceder y su erradicación definitiva fue en 1984, convirtiéndose Argentina en el primer país en Latinoamérica libre de polio.
Las políticas sociales implementadas en el caso de la epidemia de 1856 estuvieron muy por debajo de los acontecimientos, el Estado no supo (¿o no quiso?) manejar de forma correcta la propagación de la información, generando así de muchísima desinformación, una transmisión inmensa de esta temible enfermedad, dejando elevar el número de muertes y un gran porcentaje de los enfermos con una discapacidad permanente.
En un futuro ¿nos encontraremos frente a la misma conclusión en relación al rol del estado en la crisis por el coronavirus?
OPINIONES Y COMENTARIOS