A un mes

A un mes

Self

25/01/2021

#bocadillo

Fue un día como muchos, donde todos estábamos en la casa, recuerdo que yo estaba en mi cuarto y de repente un olor agradable a comida recién hecha me perturbó.

Me asome a la cocina, él estaba sentado con una gran sonrisa en el rostro, yo como siempre pregunte.

— ¿Papi que comes?

Él con una voz picara y en tono de burla dijo

—caca, ¿quieres?

A pesar de su respuesta, al ver en el plato una enorme porción de carne frita recién salida de la sartén, conteste:

— Si, con una seguridad e impaciencia.

Me senté a su costado y empezamos una carrera sin meta a devorar lo que estaba en el plato, casi como si alguien nos estaría persiguiendo, terminamos el plato de carne acompañado con maíz tostado y un plato de rocoto picado en cuadraditos con cebolla, limón y sal, de ese rocoto que tiene un picante que cuando uno come un bocado, suda como si estuviera en el centro del Sáhara.

«Él comía así, limpiando su sudor tratando de que no se convine con la comida, haciendo un sonido con los dientes por el picante del rocoto».

Al ver en el plato la última porción de carne apareció mamá, preguntado:

— ¿Qué comen?,

Él, me miro como si quisiera que no contestara nada, ella de inmediato cogió la última porción de carne, masticando con un gesto de placer y gusto ¡Uhm!.

En ese instante, aparecieron mis hermanos Daniel, Davis y Thalía, ellos más pequeños que yo, habían estado jugando en el patio de la casa, ya era casi las 5:00 de la tarde; en eso papá se levando de la mesa, caminó al techo de la cocina donde en una canasta se estaba secando la carne, saco su cuchillo, aquel cuchillo que usaba solo en ocasiones especiales o cuando sacrificaba un animal, cogió la carne y saco una gran porción; lo llevo a la cocina y empezó a freírlo en la sartén, «el solo preparaba la carne con sal, solo sal y nada más», lo sirvió en un plato y empezamos a comer todos de un solo plato; en competencia devorando hasta el último trozo de carne, en eso mi mamá se levanta de la mesa diciendo.

— Elías te preparo cafecito.

Él respondió

— ¡claro! eso no se pregunta.

En el fondo de la cocina se escuchó un coro donde todos respondimos:

—yo también quiero.

Terminamos comiendo un lonche agradable imprevisto y bien hecho.

El agrado por la carne y el gusto por la comida la herede de él, hace unos días solo quería retroceder el tiempo para poder verte por última vez, abrasarte y decirte: « te quiero mucho », en eso revisando las fotos me di cuenta que si puedo verte, te veo en la sonrisa de Davis, en la mirada de Daniel, en los labios de Thalía y claro, te veo cada vez que me veo al espejo.

Hoy a un mes de tu partida, te decimos:

—gracias papito, gracias por los hermanos que me diste, por la madre que escogiste para nosotros, hasta pronto papi, te amamos y te prometo que te pensaremos día con día, mi corazón se queda con una gran cicatriz queloide, recordándome cada una de nuestras aventuras, juntos fuimos felices, muy felices y gracias por eso.

TE AMAMOS DANIEL ELIAS FARGE PIMENTEL DE TU AMADA ESPOSA Y TUS HIJOS SEFORA, DANIEL, DAVIS Y THALIA.

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