Las sombras del silencio. Capitulo 1

Las sombras del silencio. Capitulo 1

Philgarrr

16/01/2021

LAS SOMBRAS DEL SILENCIO

1: Son las 20 h de un día cualquiera del primer año del confinamiento obligado.

Después de más de un interminable tiempo de prolongado e inducido silencio surgen de cada balcón unos cada vez menos entusiastas aplausos (por el trabajo y valor de los servicios médicos y los servicios públicos en general) debido a la erosión de tanto tiempo confinados, eso me hizo despertar en mi interior un caudaloso sentimiento de nostalgia por el tiempo en que lo anormal era no salir de casa de no relacionarme con personas en lugares conocidos o desconocidos en compartir en definitiva el mismo aire a poca distancia los unos con los otros.

Ahora que el contacto piel con piel, de la mano con la mano, el beso en una mejilla o en los labios o el abrazo con el amigo reencontrado, está totalmente prohibido por una especie de paranoia colectiva infundada o real según los expertos y científicos del gobierno Mundial “LA ELITE”.

Ese espacio que yo mismo delimite con mis miedos, obsesiones y por las entidades que nadie más que yo podía ver y a veces sentir su tacto y oler sus perfumes extraños de otros tiempos muy remotos aromas que me generaban una especie de estado de exaltación y encantamiento a la vez. Pero veamos cómo empezó todo:

Siempre fui un hombre muy enfrascado en mi mundo dedicado a las artes (era un escultor de una gran renombre a nivel internacional ) mi gran pasión era modelar sobre todo la figura humana, cada vez las hacía de un tamaño mayor como si quisiera clonar o dar vida a esas figuras, mi día a día era encerrarme en mí estudio con la única compañía de mí gata negra que la llamaba Chipi una gata negra precio y muy cariñosa. Lo único que se oía en el estudio era el ronroneo de mi gata ese cadencial sonido hipnótico.

El estudio estaba ubicado en la misma casa, en una antigua bodega del siglo X estaba profundamente hundida bajo la tierra, era un espacio amplio con altos techos la única luz que había era la artificial no entraba ni por asomo la luz natural, aun así ese espacio era un remanso de paz donde de forma casi mágica afloraba de forma espontánea la inspiración continúa día tras día hora tras hora, si una feliz y prolífica inspiración. Cuando llegué por primera vez a esa casa (vaya hace ya más de 20 años) con mi mujer Sylvia, –Sylvia era y es una mujer muy especial y con una belleza única sus ojos enormes, que cuando me miran me dejan absolutamente hipnotizado, piel muy suave y blanca como el nácar pelo sedoso y rojizo con unos rizos casi esculpidos por un cincel virtuoso, y qué decir de su cuerpo sus interminables piernas, elegante bueno no me quiero extender con su descripción física la cual era la envidia de la mayoría de mis amigos y conocidos varones y alguna que otra amiga con gustos parecidos a los míos a lo referente a la mujeres, realmente lo que me cautivo fue su sabiduría de vida y su buen gusto por todo lo artístico y del mundo de la historia fantástica y misteriosa y lo paranormal, en lo referente a mi arte era y es el crítico más feroz pero muy objetiva sin duda alguna–; bien sigamos, recuerdo que estaba bastante destartalada tuvimos que emplear muchas horas de trabajo para ir dejándola poco a poco habitable, una vez arreglada la parte de la vivienda, empezamos a arreglar la antigua bodega, ¡uf!, estaba en muy malas condiciones por el tiempo llena de humedad y de muebles y maletas viejas, sí maletas muy viejas esas muy grandes en la que se pegaban en

los años 20s, 30s y 40s las pegatinas de los lugares visitados y por lo visto esas viajaron poco porque en concreto solo tenían una sola pegatina y era de: Turín, que curioso dijimos ambos solo esa ciudad ( ciudad que visitamos Sylvia y yo varias veces por el tema del misterio y el ocultismo esa ciudad en el mundo de la magia negra como de la magia blanca es de las más importantes, junto a San Francisco y Londres en la magia negra serían estas tres ciudades y en la magia blanca serían: Turín, Praga y Lyon, –que coincidencia solo viajaron donde lo hemos hecho nosotros muchas veces , no eran de mucho viajar por lo que se ve– comentamos. Para agilizar la reparación y el acondicionamiento del estudio no nos entretuvimos en mirar qué había dentro de ellas, tiramos los muebles que estaban inservibles y otros trastos y al cabo de unas semanas ya tenía listo el estudio para empezar a trabajar con las obras encargadas por una de las galerías de Londres con la que trabajaba habitualmente.

Las maletas las teníamos guardadas en un armario empotrado cerca y a la vista desde nuestro dormitorio, es curioso, pero aún recuerdo el gran halo de misterio que emanaba de ellas mientras las iba transportando y colocando con respeto en las estanterías del armario, cada madrugada sobre las tres se cernía sobre mi pecho la opresión de la ansiedad de la desesperación una gran necesidad de arrastrar mi cuerpo y alma cual serpiente o gusano por el suelo casi como una postración un peregrinaje hacia ese armario, una fuerza invisible se apoderaba de mí hasta que mi mujer se desvelaba y se abrazaba a mí y eso aplacaba y hacía desvanecer todos esas sensaciones, noche tras noche, hasta que llegó esa noche mi mujer se había ausentado durante una semana debido a un problema familiar con su hermana mayor, su salud era frágil.

En el interior de ese armario no solo estaban las maletas, había algo más, una esencia densa y pesada, sin duda tenía un nexo con la historia de esa casa y con los ecos de las vidas que en ella habitaron. Pero volvamos a esa noche; ese día estuve trabajando todo el día con la escultura de una figura femenina llevaba horas intentando recrear la imagen que tenía en mi mente del rostro que quería plasmar, nada ,era imposible aparecía una y otra vez la imagen de una mujer madura para nada la imagen del rostro de una mujer joven de no más de veinte años que es lo que quería y buscaba plasmar, los rasgos de la primera mujer eran extraños aún no se podía distinguir con claridad sus facciones no acaban de definirse y parecían moverse de una manera muy sutil casi inapreciable eso generó la primera vez en mí un atisbo de curiosidad y a la vez de miedo con lo cual la destruía y empezaba de nuevo en busca de la imagen que deseaba, cuando aparecían los rasgos de la mujer madura mi gata se alteraba y arqueaba su espinazo se acercaba se alejaba de la figura una y otra vez, de forma inusual empezó a querer arañarme y no paraba hasta que la destruía, fueron no sé dos, tres intentos y siempre se alteraba eso acabó por empezarme a asustar, decidí descansar y a la vez alejarme del estudio y fui a pasear un rato por el bosque que tenía cerca de mi casa a unos escasos 10 minutos, eran las seis de la tarde cogí la correa para que me acompañase mi perro y me dispuse a emprender un paseo que se tornó largo, estaba tan enfrascado en mis pensamientos que no me di cuenta de que estuve andando hasta las ruinas del viejo castillo, muy antiguo según los archivos históricos del ayuntamiento del pueblo, era de la misma época que mi casa del año 1000 aproximadamente, mi perro que se llamaba Chico era un cocker muy juguetón y muy curioso se adelantó y empezó a escarbar cerca de uno de un muro que aún estaba en buen estado me acerque a ver qué es lo que hacía y detrás de una piedra enorme me pareció ver una inscripción, no se veía bien con lo que decidí preso de curiosidad arrancar las hierbas

que envolvían a esa piedra, el perro seguía y seguía de forma casi frenética escarbando justo al lado de la piedra muy cerca del muro, poco a poco pude vislumbrar los gráficos y dibujos de la inscripción no se veían bien tenía que quitar todos los matorrales, con mucho esfuerzo conseguí quitarlos y a través del poco espacio pude ver la inscripción que decía: “Hoc est verum beginning”, lo leí varias veces hasta que me pareció que era en latín le hice una fotografía con el móvil con la idea de traducirlo con alguna aplicación pero en esa zona no había cobertura con lo cual decidí que ya era hora de volver ya que empezaba a caer el sol pero no encontraba a mi perro lo llame varias veces y nada ni rastro, me moví por todas las ruinas hasta que lo vi cerca de unos árboles a unos 30 metros del castillo y otra vez estaba escarbando, baje a buscarlo y para mi sorpresa allí se repetía la misma imagen de la piedra y el muro exactamente igual que en el castillo los mismos matorrales todo igual una replica exacta ya nervioso, sorprendido y porque no decirlo asustado decidí quitar las hierbas y rastrojos para mirar de acceder al muro para ver si también estaba la inscripción. Si había una inscripción pero con un texto diferente al del castillo decía: “non intrabit animum”, le hice una foto como pude ya que con los nervios y el miedo me empezó a temblar el pulso cogí la correa ate a Chico y nos fuimos de aquel lugar lo más rápido que pudimos, mi cabeza era una olla de presión muchas preguntas, las inscripciones y una gran curiosidad de saber que significaban.

Llegamos a casa sobre las ocho de la tarde me fui directo donde tenía cobertura y abrí el

traductor de latín puse la primera Inscripción: “Hoc est verum beginning” y la traducción era: “Este es el verdadero comienzo” sin detenerme a analizar qué significaba traduje la otra frase que era: “Non intrabit animum”, la traducción era: “Entramos en su espíritu”, una vez ampliado las fotografías tomadas en los dos muros para poderlas analizar más en detalle, pude ver en ellas una misma pintura el retrato de una mujer que me pareció familiar, en la parte inferior de la pintura me pareció vislumbrar otra figura pero se veía muy borrosa intente mejorarla con una aplicación específica para ello pero tras varios intentos conseguí ver algo como un gato o felino entre las sombras del retrato de la mujer, pensé que lo mejor era enseñarselas a un amigo arqueólogo que era experto en arte antiguo,- si mejor mañana con calma llamó a Ricard a ver si me puede ayudar y esclarecer de qué se trata esa pinturas e inscripciones y si quiere le envío todo el material si es lo mejor-,

Era ya muy tarde y tenía que ir al estudio para comprobar que todo estuviese correcto, mientras bajaba por las escaleras que conducían al estudio escuche en el piso de arriba en mi dormitorio lo que me pareció oír un fuerte golpe pensando que no fuera mi perro subí con tranquilidad a ver qué pasaba, pero me encontré de bruces con mi perro detrás de mí con el pelo del espinazo erizado y nervioso, me estuvo siguiendo todo el rato, eso me extraño y empecé a preocuparme – a ver si ha entrado alguien en mi ausencia, pero no puede ser lo deje todo bien cerrado, además siempre que salgo activó la alarma- antes de llegar al dormitorio se volvió a escuchar otro golpe esta vez más fuerte, mire pero la habitación estaba intacta, pero con una excepción, en la puerta del armario empotrado apareció una grieta que la cruzaba casi es su totalidad – no puede ser pero si es de una madera muy gruesa y muy dura ¿cómo es posible? -, no entendía nada, de pronto otro golpe, y otro más, el nerviosismo se apoderó de mí y me abalance sobre el pomo e intente abrirla, no podía era como si alguien o algo lo impidiera desde dentro, mi perro que estaba a mi lado totalmente alterado ladrando y como si quisiera impedir con sus patas que la abriese, conseguí entreabrir un pequeño hueco y un fuerte aroma surgió de dentro, de pronto algo

me intentaba arrastrar hacia su interior, (aroma que nunca había olido pero a la vez me recordó a todos los perfumes y aromas de las mujeres que estuvieron conmigo desde mi juventud era algo que no podía evitar siempre estaba pendiente y les preguntaba qué perfume llevaban, que jabón utilizaban era casi como una obsesión la mayoría de ellas acaban por dejar la relación hartas de mí y de mis obsesiones aromáticas), pero lo curioso de ese aroma es que era como si todas las fragancias que percibí en el pasado se tornaran en una sola, algo muy extraño. Esa fuerza seguía tirando de mí hasta que pude liberarme y cerrar la puerta como pude, para asegurar de que no se abriera, arrastre un armario muy pesado y bloquee la puerta, exhausto me quedé tendido en el suelo y de pronto sonó en ese momento mi teléfono fijo casi nadie me llamaba al fijo a excepción de mi madre o mi hermano mayor que era reacio a las nuevas tecnologías. El teléfono estaba situado en la planta baja cerca del acceso a mi estudio, cuando descolgué ya habían colgado, cansado y preso por el miedo, la ansiedad que me causó esa experiencia decidió llamar a mi mujer para contárselo.

–¡Sylvia soy yo!

–Que te sucede te noto muy alterado y con la voz temblorosa. — dijo Sylvia.

–Si estoy muy alterado te tengo que contar lo que me ha sucedido al poco de irte. — Le conté todo lo que me paso, pero no se lo creía:

–¡Vamos, por favor, tú siempre con tus historias y paranoias infantiles, esa casa es muy vieja y es normal que oigas cosas o creas ver fantasmas, tienes demasiada imaginación!; tomate un baño relajante, da de comer a nuestros amigos cena y descansa, mañana verás que todo ha sido fruto de tu imaginación, por cierto mi hermana está mejorando es fácil que en un par de días de nuevo en casa, te tengo que dejar un beso y hazme caso, buenas, noches amor!!!!. – ella siempre sabe cómo consolarme y quitarle hierro a cualquiera de mis muchos miedos.

–Si tal vez tengas razón te haré caso, buenas, noches y recuerdos a tu hermana !un fuerte BESAZO ¡– le dije con una sensación de sentirme como un bobo.

Subí de nuevo a mi dormitorio y antes de llegar, volvió a sonar ese teléfono fijo y antiguo ya que cuando compramos la casa ya estaba en ella, baje corriendo y descolgué a tiempo,

–Sí dígame, hola, ¿quién es? ¿mamá eres tú? — , nada silencio casi total al otro lado de la línea telefónica…

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