El fusilamiento de Andres. » micro cuento»

El fusilamiento de Andres. » micro cuento»

Emanuel Santana

13/01/2021

Antes de mi fusilamiento me trajeron al padre Demian para confesar mi pesar. Yo un gallo bravo no me quedo mas que llorar. Me agarraron en la Mesa Colorada allá en esos andares estaba. Y por tarugo me agarraron. 

– Ave María purisima- dijo el padre. 

– Sin pecado consevido- dijo Andres. 

– Dime hijo tus pecados. 

– Padre no tengo pecados si no penas en el alma que me han torcido la conciencia. Mate a muchos hombres. Y ahora solo me quedan en el alma sus cruces. Ame  muchas mujeres pero ninguna de ellas me dio el verdadero amor. Pero ahora que voy a morir que mas me queda tan solo pura tristeza.

-Arrepentirse es bueno Andres así recuperas tu alma.- Dijo el padre Demian. 

– Pero quisiera sentir si merezco este perdón. Pero mi alma esta podrida vea a donde fui a parar. 

-No te preocupes hijo para todos hay un trozo de cielo. 

– ¿Pero padre Demian como tocar esa esperanza?

– Con el perdón, perdonarte a ti mimos y pedirle perdón a Dios. 

– ¿Con eso padre? 

– Si hijo tiene que ser con el corazón. Si no es así de nada servirán tus oraciones ni las mías.

– Gracias padre por escucharme esta noche llorare mi perdón para llegar allá al meritito cielo. 

– Dios te escuchara y el sabra si lo hiciste de corazón. 

– Gracias padre.- Dijo Andres  con resignación. 

Esa noche le dieron mezcal hasta emborracharlo para que no sintiera los tiros. Le dieron una buena comida y unos cigarros. Le llevaron una mujer y ahí se la paso esperando el amanecer. 

Al despuntar la mañana lo llevaron a los aparejos donde le esperaba como sombra la muerte. Le vendaron los ojos antes de matarlo con un paleacate rojo como la sangre. Andres ya no sintió miedo. Una paz se adueño de su misma alma. 

-¡Preparen!- Se oyeron las armas cargadas. 

– ¡Apunten! 

– ¡Fuego!

– ¡Viva Zapata!- Grito Andres se oyeron los disparos fulminantes que se ataron al viento. 

Y el cuerpo sin alma de Andres cayo al suelo buscando el cielo.  

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