Un café y un adiós, así definiré nuestra ultima cita, te vi salir de esa puerta hace una hora, y tu ausencia ya tortura mi mente, me hiciste odiar mi corazón, ese órgano que se suponía que antes de ti solo bombeaba sangre, y con tu llegar empezó a «vivir», lo odio, odio esa maldita obsesión contigo, odio buscar el olor de tu sudor, que cada noche quedaba impregnado en mi cuerpo, antes de ti no habia nada, y ahora con tu partida, a mi; ¿Qué me queda? ¿Qué hay sin ti?. 

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS