¡Dios te salve, María!

Nos llenaste de gracia

estando siempre entre nosotras,

nos ayudas a vivir.

Bendita tú fuiste entre millones de mujeres,

tan bendito como el fruto de nuestro vientre

fue para ti, Jesús.


¡Santa María!

Tú que puedes por ser Madre de Dios:

Ruega por todas las que pecamos,

que nos cuides necesitamos,

ahora, siempre y en cada momento

antes de nuestra muerte…

¡Amén!

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS