Carta sin destino.

Estúpida por salir a la puerta cuando siento el olor a tabaco, no uno fino, cuando huele a hojas que han secado y se queman persiguiendo a aquella silueta un poco vieja y achacosa por los años en su mecedora junto a una taza de café.

Estúpida por esperar que conteste el teléfono después del segundo tono, siempre de la misma forma como aquel que espera una cita con el amor o la muerte.

Estúpida por dormir con la luz prendida esperando que aquella silueta con cabeza de plata me visite, me despida esperando un abrazo y se regrese en oscuridad.

Estúpida por evitar el suelo donde te despedí y mirar al cielo esperando que regreses. Soy estúpida por esperarte cada noche con el tabaco, la taza de café un poco rota por los años sin ti. Estúpida por irme a dormir y dejar la luz encendida esperando decir -Buenas noches papá-

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS