De perfeccionista a perfeccionista

De perfeccionista a perfeccionista

Lelypas

04/01/2021

Sábado de mandados con mi cusi, luego de unas 6 vueltas, finalmente llegamos a casa y toca estacionarnos, entramos al “parking”, recogemos todo, bajamos del carro y rayos! Quedé “torcida”; espérame aquí que voy a enderezarlo; la joven cusi con sus grandes 8 años me replica sin mayor reparo “pero Muss deja de ser tan perfeccionista” (imaginen mi cara con emojis de admiración y desconcierto aquí) a lo que le respondo, pero es que no se puede quedar así, ¡Al vecino le será difícil entrar!; por supuesto no se puede quedar callada, siguió, el vecino entra muy bien (porque como ella sabe manejar, sabe mucho de estas cosas), al final le digo, sólo lo voy a arreglar un poco.

Lo chistoso de esta historia, es la parte de “deja de ser TAN perfeccionista” y saben por qué? Porque hija de tigresa, ya saben lo que sigue; la joven es extremadamente perfeccionista, en todo lo que hace! Para vestirse todo tiene que quedarle como ella se lo imagina, en su justa dimensión; ni hablemos de sus calificaciones, cuando trae un 4.8, lo entrega con desgano y protesta…me fue MÁS O MENOS; se exige tanto ella misma que no me da espacio a que yo le exija algo más; de hecho me toca recordarle que no podemos ser perfectos en todo.

El tema de “perfeccionista” no queda allí, porque con mi cusi nos toca profundizar! Bueno está bien muss (siiii muss soy yo, dice que mami lo usa todo el mundo) yo soy perfeccionista, pero no con todo, sólo con cosas importantes, por ejemplo mi ropa, porque debemos vestirnos bien y sentirnos contentos con la ropa, con mi arte, porque me encanta, con la escuela porque tenemos que hacer las tareas de acuerdo a las indicaciones y con mi nado, porque quiero ir a las olimpiadas! En lo demás no hay que ser tan perfeccionista.

Esta conversa/debate repentinamente se convirtió en una lección de vida para ambas; para mi cusi, porque al final entendió que a veces no es tanto si somos o no perfeccionistas, sino que debemos pensar en los demás (en este caso específicamente) y para mi porque ella tiene toda la razón, debemos escoger en qué y con qué ser perfeccionistas; así vivimos menos agobiados y tener claro que se vale equivocarse, lo importante es no bloquearnos y seguir adelante.

Les confieso que estoy en un punto en el que no sé si ella vino con esta característica ya incluida en su ADN o simplemente lo aprendió por ósmosis, porque hago constar que no la obligo a nada. Por mi parte sé que seguiré utilizando el queso crema y la mantequilla de la misma forma perfecta para que se consuma equitativamente (mejor ni les cuento detalles) pero consciente que de vez en cuando está permitido que alguien me “masacre” mis aderezos a cuchillazos!

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS