El corazón es el único instrumento que aún destrozado trabaja.
Saliendo de los pasillos del colegio, una energía vino a mí, Juan el chico popular cruzó por mi lado, caminando con otras chicas.
– Salte de mi camino Tarada.
Xiomara se cree la guapa del colegio, no sé qué le ven. La típica chica que se coquetea con todos del colegio.
– Déjala en paz, no la molestes.
– ¿Vas a defender a esa estúpida?
– No la defiendo, solo que no te hace nada, no sirve de nada pelear.
– Claro, si estás enamorado de ella.
– Esa fea ni fregando. Vamos, ya deja que hablar estupideces.
Tengo miedo declararle mi amor a Juan, sé que me dice cosas feas, pero yo veo en sus ojos que no es así, él siente algo por mí. Lo digo porque lo conozco desde la infancia, cuando fui su primera amiga, a quien le contaba sus cosas, pero cuando fuimos creciendo se despegó de mí, poco a poco se volvía popular. A veces siento que tengo la culpa yo, por haberlo dejado, por dejar que mi orgullo me lleve, sentía celos de él. Quisiera retroceder el tiempo, pero sé que no se puede.
– ¿Aní, el sábado haré una fiesta, le entras?
– Está bien, ahí estaré.
– Ahí te veo.
Sonreía siempre cuando me invitaban a fiestas, pero sabía que no me iban a dar permiso, pero eso cambió, algo dio giro en mi mundo, pedí permiso a mis padres y me dejaron, estaba tan contenta. Mis compañeras vinieron, nos arreglamos, nunca había sentido esa sensación, por primera vez ir a una fiesta en mi vida, ya son 18 años y al fin lo logré.
Llegamos, abrieron la puerta y lo vi a él, tomando y divirtiéndose, esa risa que tenía, hace que mis días se volvieran lindos. Oh, no me vio, viene hacia mí. Ahora que hago, me voy o me quedo, parezco estúpida acá parada. En ese momento no sabía qué hacer, por dios, porque mi cuerpo se queda estatua.
– Hola, Ani este milagro que vienes a una fiesta.
Me quede unos segundos callada, no sabía qué decir.
– ¿Eh vamos a tomar?
– Uy, la chica ya quiere una, denle vamos.
No sé por qué dije eso, pero ya fue, pues, lo dije. Estábamos tan felices que me olvide de todo y de la hora.
– ¿Ani estás bien?
– Si estoy bien, ya me voy.
– ¿Qué ya te vas?
– Si, se me hace tarde.
– Te acompaño a tu casa, vamos, no puedes ir sola.
– Está bien, gracias.
– Chicos ya vuelvo.
Estaba sorprendida por lo que me dijo Juan. Fuimos caminando, la fiesta estaba a unas cuadras de mi casa.
– ¿Y Ani como te va en tus estudios?
– ¿Ahí muy bien y a ti?
– Pues ahí, con bajas notas, jalaré una materia.
– ¿Y como así?
– Broncas con el profesor Olipe.
– ¿El profesor que Química?
– ¿Si ese mismo, también estudias con él?
– Sí, es mi profesor favorito.
– A mí me llega ese profesor, deja un montón de tareas.
– Deja tareas fáciles, oye, otra cosa es que eres perezoso, no lo tomes a mal.
– Tienes toda la razón, justo en 2 semanas tengo examen de química, si no doy bien ese examen jalo la materia.
– ¿Qué tal si te ayudo, te parece?
– ¿En serio?
– Si, claro, que tal si mañana empezamos a practicar.
– ¿Excelente, en mi casa o tu casa?
– ¿Qué te parece en mi casa?
– Está bien, mañana en tu casa.
Esa noche llegué a casa, Juan me dejó en la puerta de mi casa, nos despedimos, entre a mi cuarto sin hacer bulla para no despertar a mis padres. Fue estupendo, ni me imaginaba que hablaría con Juan y que mañana vendría.
Al día siguiente …
Salí al colegio sin desayunar, llegaba ya tarde. Al llegar veo a Juan también que iba igual que yo, nos tocaba con el mismo profesor y nos iba a gritar seguramente.
– Profesor, disculpé por la tardanza.
– Profesor, disculpe.
– Juan, de ti no me lo esperaba, siempre llegas tarde, pero de ti Ani, a ti te perdono esta vez, porque no sé que te habrá pasado.
– Gracias profesor.
– Profesor discúlpeme por favor tuve un percance.
– Que esta sea la última vez Juan, para la otra te expulso de mi clase.
– Discúlpame profesor, lo tendré en cuenta.
– ¿Por qué llegaste tarde Ani?
– Ni yo sé el motivo.
– Pero Ani, tú nunca llegas tarde.
– ¿Quién está haciendo ruido?.
– Fue Juan profesor.
– Todavía que llegas tarde haces ruido, al rincón parado.
– ¡Uy!.
– Vas a ver.
– Yo no tengo la culpa.
– ¿Y sigues?
– ¡Oh! Está enamorado de Ani.
– Dejen de hablar tonterías, chicos presten atención.
Me puse roja en ese momento que dijeron eso, sentí que mi corazón saltaba de alegría, nunca estaba así de esa manera comportándome con Juan. Llegó el break, Juan estuvo parado todo el día que ni podía caminar ya, así que fui por algunas cosas a comprar y llevarle para que coma.
– Juan, toma siéntate ya.
– Te la gozaste, riéndote todo el rato.
– Tómate ya el agua, debes estar tan cansado.
– Si eran 3 horas parado como no estaría, se pasó ese profesor.
De repente sus amigos aparecieron y que rayos mi corazón se asustó, Juan boto toda el agua en mi ropa. Salí corriendo mientras sus amigos se reían.
– ¡Ani!
– Juan a donde vas, te estábamos buscando hombre.
– Lo siento, iré al baño un rato y los buscó.
– Vale, cuidado, vayas atrás de ella.
– ¿Ani que te pasó?
– Estaba desprevenida e hice caer agua en mí.
– ¿Otra vez Juan?
– No profesor, él no tiene que ver en nada.
– Vamos a limpiarte toda esa ropa.
– Está bien.
Vi a Juan viniendo y pensé que iba a hablar conmigo a pedirme disculpas, al menos, pero se quedó hablando con una chica.
– No sé ya qué hacer con ese chico, está ciego o que, no sabe lo que siento por él.
– ¿Estás bien, Ani?
– Si profesor.
Entramos con algunas profesoras y me ayudaron a secar mi ropa. A Veces me pregunto por qué los profesores siempre estaban ahí cuando algo me pasaba. Iba a entrar a otro curso, el profesor me llamo.
– Necesito hablar contigo Ani.
– Si dígame profesor de que se trata.
– No puede ser aquí en el colegio, debe ser en otro lugar.
– ¿Cómo?
– ¿Qué tal si te invito más tarde saliendo de las clases a comer?
– ¿Está bien profesor?
No sé por qué rayos le habré aceptado, pero no pude rechazar su invitación, además ya me moría de hambre, gasté toda mi plata maldita, sea comprando comida para Juan para que después lo bote. Llegó la hora de salida y esperé al profesor a fuera del colegio.
– Ani sube al carro.
Me asuste cuando me dijo eso, pero dije no creo que nada pase, todos lo conocen y hasta mis padres saben que es un buen profesor. Maldita sea otra vez Juan, me miró con una cara que nunca lo había visto.
– ¿Qué pasa Ani?
– Nada profesor.
Subí al carro, después de unos minutos paramos en un restaurante, me abrió la puerta del carro y me hizo pasar.
– Gracias.
Nos sentamos y pedimos algo de comer.
– Gracias Ani que no hayas rechazado mi invitación.
– ¿Invitación?, profesor, que es esa cosa que debe decirme.
– Ani desde que te vi, me quede plenamente enamorado.
– ¿Qué me está diciendo profesor?
– Ani, estoy enamorado de ti.
Me quede fria, no sabía qué decir en serio. Mi corazón palpita más rápido que lo que estaba. Después de unos minutos nos trajeron los platos, empezamos a comer en silencio.
Esa tarde solo comimos, no hablamos del tema, estábamos en silencio y regresé a casa.
Amaneció y me sentía diferente, ayer con lo que me dijo mi profesor, estoy rara, no pude dormir con lo que me dijo.
– Hola Ani.
Camine como si no lo hubiera escuchado y entre al aula, me tocó con el profesor de química. Era el único profesor que no me caía y eso que era buen estudiante para él, pero él, es decir, nos explotaba con las tareas. Al acabar las clases de esa área, me di cuenta de que el profesor de inglés no había venido hoy a clases, que le habrá pasado. Ximena me miraba con una cara y no sabía por qué, se acercaba, pero cruzo la mirada. Qué me habrá querido decir, yo presiento que algo pasó. Casi me olvidé de contarles, Juan, ese día no vino a mi casa, no sé si en verdad quisiera darle la palabra. Al salir del colegio fui a comprar ropa, ya se acercaba los 18 de mi mejor amiga y no sabía qué ponerme. Entre a mi tienda favorita y lo vi, era Juan. Me enteré de que su mamá era la jefa de la tienda, casi me desmayó.
– Hola Ani
– ¿Hola Ani, cómo estás?
– ¿La conoces madre?
– Claro, es una de mis favoritas compradoras.
– Hola señora Mila
– Ya te dije que me llames Mila mi vida, bueno reina justa, iba a dejar a mi hijo por un rato a vista de la tienda. ¿Y bueno, dime en que te puedo ayudar?
– Iba por comprar ropa, se acerca los 18 de mi amiga y vamos a salir.
– ¡Oh! Juan ayúdala por favor.
– Señora Mila, no se preocupe.
– Ya estás acá reina y justo hoy día me llegaron unas ropas hermosas que te van a encantar, Juan te mostrará.
– Está bien.
– Bueno adiós mis amores.
– Bueno, Ani, ven te ayudo.
Estaba tan nerviosa que solo me quede callada y seguí, ¡hay dios mío!
– ¿Y bueno, dime cuáles son tus gustos?
– Me gustan los vestidos más.
– Mira, justo llevo un vestido hermoso de flores, ven.
– Vale.
– ¿Te gusta?
– Me encanta, es hermoso.
– Pruébate.
– Está bien, iré a cambiarme.
Maldito vestido, no podía con el cierre, me resbalé.
– ¿Estás bien, Ani?
– Solamente es el vestido, el cierre no puedo subirlo.
– ¿Te ayudo?
– No, gracias yo puedo.
– Véngase, te ayudo mujer.
– No, Juan, yo puedo sola.
Ni se imaginarán lo que paso, Juan al abrir la cortina se enredó y cayó en mí.
– ¿Oh!, lo siento Ani?
– Ya no te preocupes, pero aléjate de mí.
– Oh, como lo siento mucho.
– ¿Qué quieres Juan?
– ¿Qué quiero que?
– Siempre apareces donde voy.
– Hay Ani, yo no te sigo, tú me sigues.
– ¿Yo, estás loco o me parece?
– Loco por ti.
– ¿Qué dijiste?
– ¿Esa vez que fuiste hacer con el profesor de Inglés?
– ¿Paras observándome tú?
– Los vi en salida, yo pasaba con mis compañeros.
– ¿Y tú por qué me tiraste el agua a mi ropa ese día?
– Lo siento justo, iba a hablarte de eso, no era mi intención.
– Si claro.
– ¿Dime que fuiste hacer con el profesor de Inglés?
– Me llevo solo a casa.
– Mentirosa, yo los vi en un restaurante.
– Entonces si me estabas vigilando.
– No.
– Bueno, me voy.
Juan me agarro del brazo y me pego hacia él, estuvimos unos segundos mirándonos fijamente y me beso. Hay no puedo creerlo, mi corazón empezó a palpitar más fuerte. Y lo único de mi reacción fue darle un patadon, no sé imaginan en donde fue.
– Estás loca.
– No quiero volver a verte.
– Siempre estaré en tu mente, te gusto el beso.
Aunque tenga la razón, si me gusto bastante, pero eso no le da el derecho que sea así. Hasta que no cambie esa actitud no quiero estar con él.
– El vestido me lo llevo.
– ¿No, que te ibas?
– Mejor olvídalo, le diré a tu mamá que no me trataste bien.
– ¿Espera que??
– Nada.
– No, ven dime, Ani no corras.
– No te escucho.
Al salir de la tienda chocó con una chica, es lo más horrible.
– Ten más cuidado Ani.
– ¿Lo siento, espera me conoce?
– Ani, quiero hablar contigo.
– Es tu enamorado?, disculpa, me llamo Ivanna.
– Si
– No, ni pensando.
– Oh entiendo, Hola Juan.
Hay, pero que chica más rara ni la conozco, seguro es alguna amiga de Juan.
Llegue a casa muy cansada, me cocine unos taquitos, moría por uno de ellos. Fui a mi recámara, empecé a ver unas películas románticas. Tocan la puerta, voy a abrirla y lo veo. Que hace aquí y que quiere, supuse.
– ¿Hola Ani, vine a verte un rato, está tu mamá?
– Ella salió a trabajar, viene en la noche.
– Ani, vine para hablar con tu mamá y pedirle tu mano.
– ¿Qué?
– Sé que estás sorprendida, pero yo te amo Ani y haría todo por ti.
– Está confundiendo las cosas, usted es mi profesor y además amo a otra persona, está yendo apresurado.
– Oh, entiendo Ani y me iré, no te molestaré más.
Cerré la puerta, me asusté mucho, el corazón me latía tan fuerte que creía que se me iba a salir, que ironía verdad. Me echo a la cama, estaba tan pensativa en lo que me dijo el profesor. Como él se va a enamorar de mí, mi madre me mataría si llegara a tener una relación con él. Llegó la noche y decidí salir a despejar mi mente, sentí que alguien toco mi hombro y vi a esa chica, la rara que apareció hoy en la tienda de Juan.
– Mira amiga, no quiero enojarme todo, pero quiero que te alejes de Juan. Lo conozco desde que éramos niños, su madre es la mejor amiga de mi madre, yo ya tengo un romance con él y el obstáculo eres tú.
– Yo no tengo que ver nada con Juan, además tengo enamorado.
– ¿Y se puede saber quién es?
– Es un profesor que ni conoces, trabaja en mi colegio.
– Si sé dónde estudias, yo también estudio ahí, solo que un grado mayor que tú.
– No me había percatado, es el profesor de Inglés.
– Si seguro, el profesor es guapo y no se fijaría en ti.
– Acaso te pedí tu opinión.
Que el señor me bendiga, soy estúpida, porque rayos le dije que andaba con el profesor, me metí en un gran lío. Amaneció y tenía miedo de ir al colegio, pero la terca de Ani va. El profesor de inglés se acercó a mí y me robo un beso.
– ¿Qué tiene?
– Ani, ya deja de fingir, escuche a Valen que dijo que yo estaba contigo.
– ¿Valen, quien es ella?
– La que está ahí.
Ella también estudiaba en el mismo colegio, era la mejor amiga de Ivanna y también la enamorada de Valen, no lo puedo creer, casi me desmayó. ¿Esperen, si Ivanna me dijo que es la prometida de Juan, y Valen la enamorada, que está pasando aquí?
– ¿Ani, algo te pasa?
Juan estaba viniendo, no sé qué hacer, le di un beso al profesor y agarre su mano.
– ¡Oh!, felicitaciones profesor.
– Gracias, chicos.
– Amor, mira a Ani está con el profesor de inglés.
– Así, felicitaciones.
– Bueno amor, te veo después, ya chicos entren a clases. Por qué rayos estaba ahí parada, confundida con lo que había pasado. No entre a clases y me fui. Llegue a casa y me eché a dormir. Habrán pasado 4 horas, tocaron la puerta. Esta vez tenía miedo de que sea el profesor, así que di un paso atrás. Escuche una voz, era Juan y que hacia acá. Abrí la puerta y me abraso. Juan me agarro de la mano y nos pusimos a caminar.
– Ani te amo, sé que estoy pagando por todo lo que te hice, pero en serio no te cases con ese hombre.
– ¿Casar?
– Vi al profesor hablar con tu madre, le pidió tu mano y ella aceptó.
– Mi madre no puede hacer eso.
– Ani por favor no te cases con él.
– No me casaré con él, yo también te amo Juan. Por más que me hayas tratado mal, yo sé que tiene un gran corazón. Me dio su abrigo y empezamos a charlar algunas cosas, no parábamos de reír hasta que ya tenía que irme, se me hacía tarde.
Llegó mi madre y el profesor, tenía un gran coraje que sentía que iba a estallar la casa.
– Hija felicitaciones, el profesor me contó que ya están saliendo.
– Es una confusión, yo no ando con el profesor.
– Pero Ani…
– Nada profesor, hubo un malentendido, pero yo madre amo a otro chico.
– Pero Ani, mira lo que estás diciendo. Se arrodilló ante mí, me pidió que le perdonara si algo hizo mal.
– Profesor, levántese, pero usted no tiene nada que ver y discúlpeme a mí.
– ¿Ani ya no entiendo, que está pasando aquí?
– Profesor, tiene que irse por favor, quiero hablar con mi madre a solas.
– Está bien, Ani cuídate y nunca olvides que te quiero.
Le conté todo a mi madre, se puso triste. Fue a su cuarto y me dejo sola en la sala, ninguna fue a cenar. Amaneció y no quería ir al colegio.
– Ani ya es tarde levántate.
– Pero mamá, no quiero ir.
– Eh pensado en lo que me dijiste ayer, tome una decisión, Juan es un gran muchacho, pero tienes que hablar con él, no correr y dejarle las cosas en claro.
Me bañe y me aliste para ir al colegio, llegaba tarde otra vez, Se acercó Valen.
– Imagino que estarás contenta, Juan rompió conmigo.
Qué habrá pasado, pero no me preocupe por eso, solamente me puse feliz por qué él la terminó, eso significa que si me ama.
Me estaba yendo deprisa a mis clases, pero no había visto por ningún lado a Juan y ni al profesor, me preocupaba.
– ¿Hola Ani, como va tu día?
– Muy bien, gracias.
– ¿No busques a nadie?
Como sabía que estaba buscando a alguien, ella para vigilándome.
– Ando buscando al profesor de inglés.
– Pero él vino muy temprano, renunció.
– ¿Qué?
– Así como oíste, él se fue a trabajar a otro país.
Bueno, al menos va a tener una buena vida, fuera de mí.
De pronto apareció Juan, enojado, le gritó a Ivanna.
– ¿Qué rayos pasa contigo Ivanna, tú le escribiste una carta a Valen terminándola?
– Yo no hice nada.
– Yo te dije que le iba a hablar.
– Las cosas ya están hechas, además tú me dijiste que te gusta otra chica.
– No es el debido tiempo.
Juan se fue y no me saludo, parecía yo ahí un fantasma.
– Lo mejor es que también tú te vayas, Juan ya se me declarará, pero quiero que no te acerques a él.
– Si, claro, bueno adiós.
Al salir del colegio Juan se me acercó y me dijo que había desaprobado la materia de química, pero eso no era lo importante, yo también había desaprobado. Estaríamos en vacaciones juntos estudiando.
– Ani, ya no aguanto las ganas de decirte que seas mi enamorada, perdóname por todo, fui muy cruel contigo.
– No digas nada Juan, la popularidad se te subió a las nubes.
– Pues tienes razón, pienso dejar todo eso y dedicarme a ti y mis estudios.
– Pero hay una cosa, no confíes en Ivanna.
– Ya sé, ella tiene doble personalidad.
– Está obsesionada contigo, casi todas.
– ¿Qué?
– Ella me amenazo que si me acercaba a ti, no sabía que me haría.
– Ani, hay otra cosa más, Valen contrató al profesor para que te sedujera.
– ¿Cómo sabes eso?
– Lo escuché justo ayer cuando iba a hablar con ella, ella hablaba con una amiga. Por eso mismo iba a cortar con ella.
– Pero cómo se atrevió hacerme eso, el profesor cayó muy bajo.
– Por eso él renunció.
– Que será de él.
– Ani, ahora si hablo en serio, ¿perdóname por todo si?
– Te perdono Juan, te conozco de pequeño y sé que no eres como los demás.
– ¿Qué te parece si más rato salimos a comer?
– No podré, hoy es el 18 de mi amiga, que te parece si mejor me acompañas.
– Vale, paso por ti más rato.
Mientras regresaba a casa, pensé en lo que me dijo Ivanna, pero esta vez no me dio miedo. La enfrentaré si se atreve hacer daño a alguien. Legue a casa y me fui arreglando, no quise contarle a mi madre que reprobé la materia de química por estar distraída, me lo guarde.
Juan llegó, estaba tan hermoso con su terno. Lo que hice fue abrazarlo bien fuerte.
Fuimos a la fiesta, estábamos bailando y Juan se fue a traer unos vasos con agua, me moría de sed. Un joven se me acercó y me jalo la mano para bailar. Le dije que no, pero me jalo a la fuerza, Juan vino y le hice señas con el rostro. Se fue enojando, lo alcancé.
– Por qué no me esperas a que te explique.
– ¿Qué cosa?
– Él me jalo a la fuerza para bailar.
Juan regresó a la fiesta a buscar ese joven, pero al salir nos dimos con la sorpresa que se reía con Ivanna.
– Así que todo este plan fue de ella, me las pagara.
– ¿Qué harás?
Juan me jalo de la mano y me besó. Ivanna estaba entrando contenta hasta que nos vio, se llenó de furia y se largó.
– Se lo tenía merecido, que no vuelva a fastidiarte.
Pasaron 1 mes saliendo con Juan, nos divertíamos mucho y ya iba a terminar el colegio. Cuando llegó la ceremonia yo me choque con un hombre, no pude ver su rostro bien, pero esa voz se escuchaba mucho al profesor de Inglés.
No le tome importancia y me fui, compre algunas cositas para comer y le conté a Juan lo que había sucedido, pero él se lo tomó en serio y empezó a preocuparse.
Tantas horas estar sentados y aburridos, decidimos salir a caminar, fuimos por unos helados y jugábamos. En eso Ivanna pasa por nuestro lado, estábamos tan callados, yo volteé, pero Juan me agarro y me abrazo.
Ella salió corriendo y yo me quede en silencio, escuche la voz y era el profesor de inglés quien disparó a Juan. Quise llamar a la ambulancia, pero ya era tarde, él me disparó también a mí.
Pero estoy feliz por qué en el otro mundo lo volveré a ver.
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