Aun lo recuerdo, era miércoles por la noche… supuesta mente yo iría a ver películas donde una amiga pero la realidad era otra, yo iba a ver películas con ese hombre que había insistido tantas veces en que nos juntáramos.
No sentí culpa de haberle mentido a mi mama cuando le dije que iría a otro lugar, bueno nunca me lleve bien con ella así que no me importo mucho.
Bueno seguiré… iba en el auto con una presión en el estomago, era como si algo estuviera pegando le constantemente lo cual se hacia cada vez mas insoportable, mis manos sudaban de una manera espantosa – lo cual siempre tuve y he tenido el problema de sudar mucho – Llegue a la dirección en la cual me lo había escrito por mensaje de texto, estuve fuera de su casa como por diez minutos lo cual se hacían eternos y sentía miedo de lo que podía pasar esa noche. Me abrió la puerta de su casa y entre… era una casa sencilla muy bonita y amplia, mire en todos lados para ver si había alguna foto de él en alguna pared o mueble de su dulce hogar, todo estaba en silencio, sus padres dormían en el segundo piso de la casa así que pensé que no habría problema no nos podrían pillar… me hizo entrar a su habitación y de nuevo volvió el dolor al estomago eso significaba que nuevamente estaba nerviosa y cada vez me ponía mas roja. El me dijo: «Acuéstate, ponte cómoda, si quieres te sacas los zapatos» yo le respndi con una sonrisa, me recosté en su cama y el al lado mio, aun recuerdo su olor, como olvidarle era tan peculiar, tan único… comenzamos a ver la película y yo no podía dejar de estar nerviosa, lo miraba detenidamente cada parte de su cuerpo, pensaba «como yo de 17 años podía estar acostada que tenia 40 «, imagínense 23 años de diferencia. Me empezó a dar frío y lo abrace muy fuerte lo cual quedamos uno al lado del otro demasiado cerca, mirándonos fijamente, y sucedió, me dio un beso. Fue el mas rico que me habían dado y lo disfrute mucho, comenzamos a besarnos y me besaba el cuello, nos calentamos los dos… cuando metió su mano por mi polera haciéndome cariños en la espalda intento desabrochar mi sostén, lo cual yo le dije «¿me saco todo?»
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