Desperté bajo la luz de la luna.

dándome cuenta que desperdicié todo el día en

inútiles sueños intermitentes.

Tras descontracturar mi cuello,

sentí el plácido sonido de la soledad y decidí acompañarlo al unísono.

acto seguido,

mi alma se proyectó, encaminándose a una profundidad infinita.

la nada absoluta me rodeó, he hizo que me percatará de todo.

de que la inquietante pero fascinante noche, seguía despierta,

de que mi alma, lentamente se adentraba en su alma,

ayudándome a cambiar de realidad

y así pasar a ser 

una sub-parte, de su eternidad.

ahora y entonces,

superponiendo como mi pasatiempo favorito,

contemplar la eternidad dentro de la nada absoluta. al sumergirme dentro de la noche durante largas veladas.

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