Agotamiento

Agotamiento

Rafael

21/12/2020

Y la puerta estaba cerrada.

De ahí, aquella madera expelía un olor putrefacto.

Es como si alguien hubiese muerto ahí adentro.

Pero, no era así.

Solo había visualizado parejas romper en llanto.

Aquella putrefacción no era más que lágrimas de camaleón gris.

Una falsa alarma atravesaba la pared de la desilusión

La madera crujía y crujía.

Como si la pisase un peso super pesado.

Mas, ahí no había nada más que una sombra, una oscuridad yacente.

Envueltos en la miseria,

¿Cuándo nos abandonarás, querida?

¿Tanto me extrañas que me has tocado el hombro por un año entero?

¿No te bastó con visitarme a principio de año?

Una mancha negra empieza a sobresalir desde mi pecho.

Abusa de mí, me viola, me traspasa.

Gusanos aparecen desde mis uñas.

Ahora ya no me puedo mover con rapidez.

Parado como estúpido estoy mientras huelo el ambiente de las paredes, de la pieza putrefacta.

¿Cuándo dejarás de visitarme, querida tristeza?

Soy solo un niño metido en un cuerpo de adulto.

Soy solo la sangre que corre por el cuerpo de la mediocridad.

Y las paredes, y la puerta, y las murallas, emiten melancólica rabia por querer revivir lo vivido, lo pasado.

Ya no quiero hablar.

Ya no quiero escribir.

Solo quiero estar bien mientras me comen las serpientes.

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