¡Oh mujer! oh mujer de mis anhelos, mujer que quiero y no la tengo,

a ti en esta hora sensible hago gemir mi cariño,

mi deseo de escucharte y la necesidad de hablarte,

emerge un sentimiento escondido en mi pecho, no sé cómo puedo contenerme,

cuando al escucharte empiezo a enamorarme,

tu voz son como gotas de rocío, al ser escuchadas tu voz acaricia mis oídos,

tus lindas mejillas rosadas hacen que en ti mis ojos se queden fijos,

quisiera acariciar tus hermosos labios,

atrapar tus besos con la red que está en mi boca.

¡Oh! Mi boca tiene sed y hambre,

el fruto que la alimenta solo lo posees tu,

pero ese fruto está prohibido, igual que el de Adán y Eva,

aun así quiero verte siempre,

cuando oscurezca o llueva tu dulce voz me guiará hacia ti,

cuando te encuentre sé que no estarás sola,

a lo lejos se que te veré con alguien pero no conmigo,

¿Cómo es posible? Te quiero, ¿Cómo es posible quererte y sentir que te he perdido cuando aun no te he tenido?

Es tan corta la posibilidad de tenerte, y tan grande la probabilidad de perderte,

aun así que importa que mi amor no pueda ser guardado en tu corazón,

si en la noche estrellada tu dulce voz estará conmigo.

Sobre mi corazón llevare las dulces melodías de tu voz, y tejeré con ellas la ilusión rota

de no poder entrar en tu corazón.

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