El de las SS grita otra vez.

Te apareces en mis ataques, haciéndolos más intensos que antes.

Estúpida Gestapo, estúpida CNI.

¿Por qué me intentaste controlar con tanto ahínco?

¿Por qué me dañaste tan duramente?

Cometas hacen sangrar el cielo oscuro.

Borbotea el río azul y corroe las estatuas.

Oh, herr kaiser,

¿Qué tan lejos llegaste?

Aún recuerdos tus coloquiales nombres.

¡Deberías avergonzarte de todo lo que hiciste!

Dueño del vino con el cual teñiste tus navidades.

La cara roja y el aliento fétido.

Aun asi te di varias oportunidades.

¡Mientras más te las daba, más tenía esperanza de que cambiarías!

¡Oh, fui tan tonto por dejarte entrar, herr kaiser!!

Ahora deseo tu muerte y rezo por ella.

Mereces vivir en agonía por el resto de tus días, general Pinochet.

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