CAPÍTULO I: LA INVITACIÓN

-Será correcto que acepte la invitación del Sr. Washington. Se decía a sí misma la señorita Rayo de Luz; pues es un hombre de buenas costumbres y muy amable, pero por otro lado no sé, será seguro pasar una semana entera en su casa, compartir con todas esas personas…

Después de darle tantas vueltas al asunto, Luz decidió salir de casa para despejar la mente, su casa estaba ubicada en el pico más alto del país, El Pico Duarte, era el lugar perfecto para vivir tranquila.

Bajo las grandes ramas de un frondoso roble se acomodó, recostando la cabeza y la espalda en él, al mismo tiempo que veía las hermosas figuras que se formaba en el cielo azul, pensaba en las mil y una maravillas que le esperaba en esa aventura, puesto que era una chica de casa, que solo salía a la ciudad para hacer compras.

Después de rato de estar bajo aquel árbol, bajo la mirada y se levantó del suelo húmedo recubierto de hermoso follaje, y corrió hacia su hogar.

Se dijo con voz preocupada. –De seguro mi pequeño canino estará angustiado porque no he llegado!!… ¿Un perro?, si sé que se estarán preguntando, ¿A caso no tiene familia?, para que no exista ninguna confusión si la tiene, solo que decidió vivir sola con su mascota.

Llegada a su casa se dio un baño y se acostó junto a su compañerito, esa bolita de pelos blanca.

Así pasaba cada día esa jovencita de 20 años de edad, sola en esa cabaña construida para las vacaciones de la familia Rosario, que por las circunstancias termino viviendo ella acompañado simplemente de su Delta.

Es difícil descifrar las vueltas que da el mundo, pero jamás imposible descubrir el destino que está creado para ti.

CAPITULO II: MUCHOS AÑOS ATRÁS

La Historia de su Vida.

La oscuridad invadía la habitación, llenando de misterio y desesperación el pequeño espacio, lleno de personas esperanzadas al esperar un momento de alegría, la noche caía, los pequeños insectos fuera de la ventana se escuchan, junto al sonido de las respiraciones y los corazones palpitando.

Cuando de una manera inesperada, hubo un silencio total, una luz cubrió la habitación y luego un grito se escuchó al momento que el doctor pronunció unas palabras:

-puja fuerte, vamos ya casi sale…de pronto un ÑEEEEE… era una hermosa nena, con ojos grandes cafés, hermosos cabellos castaños, piel suave y delicada cual orquídea florecida.

-¡POR FIN, MI NENA! Exclamó la madre, la señora Minerva.

Todos bailaban, gritaban, brincaban, pues era la única pequeñita de la familia en esa época.

La madre emocionada dijo:

-te llamaré RAYO DE LUZ, pues eres la lucecita que alumbraste nuestro mundo, principalmente el mío mi muñeca.

Pasaron tres años desde el nacimiento de Luz, cuando su familia decidió construir una cabañita en las montañas, para escapar de la rutina diaria de la ciudad, ya que recordaron que la pequeña nació en la casita de la abuela, en un hermoso campo.

-vamos mi vida, construyamos una cabañita en las montañas. Expresó Minerva, con grandes ojos brillante.

A lo que el padre de Luz respondió – es muy costoso construir una cabaña, no hay plata suficiente.

-por favor viejo, suelte los mojosos…añadió el primo de Luz, Mani.

De manera inmediata, sin esperar pausa alguna, le dijo el Sr. Rosario, padre de Rayito, apodo de la pequeña…-mira muchacho, no me faltes al respeto, y te repito no dinero no cabaña, espero que lo entiendas. La madre no satisfecha de la decisión, y con mil palabras en la punta de la lengua, exclamó nueva vez -tengo un idea, mi vida, te parece si reparamos la casita de mi madre, como recuerdo de los buenos momentos que pasamos ahí, además sabes que la perdí y no quiero perder los recuerdos que vivimos juntas en nuestro hogar.

Después de unos largos meses, por fin se inauguraría la reconstruida cabaña. Ya terminada la cabañita, se adentraron al bosque todos a celebrar el nuevo escape de la rutina.

En el mundo, hay historias por contar y otras que llegan a su fin, de manera que esta familia no se imaginaban que la vida iba a cambiar para ellos.

Cuando ya dentro de la cabaña, todos celebrando, bailando, comiendo… terminaron agotados y se fueron a la cama.

Al día siguiente, la familia tenía que volver a su vida. Al bajar el pico, la pequeñita se le zafó a la madre, y fue a caer de bajo de los colmillos de una inoportuna serpiente, terminó con mordidas en todo su cuerpecito, tuvieron que salí de pronto al hospital más cercano, después de un largo viaje llegaron, les atendió un amable doctor, que tenía una mirada preocupada al ver a la pequeña.

Después de horas de espera y hundidos en una angustia incontrolable, recibieron noticias, la pequeña Rayito estaba muy mal, estaban esperando que el antídoto hiciera efecto.

Rayito permaneció en cama, unas largas semanas, todos tristes pasaron sus días enteros en aquel hospital, hasta que decidieron trasladarla a una clínica en la ciudad de La Vega, donde tenían su hogar.

Pasado unos días del traslado, rayito fue mejorando; sus cachetes se tornaron rosados, sus ojitos brillaban como su nombre, sus manitas se movían al ritmo de su corazón…

Cuando llegó el momento de darle de alta, la madre siento un gran nudo en la garganta, y un dolor inmenso en el corazón, por la culpa que la agobiaba cada día, decidió – de ahora en adelante, nunca en la vida volveremos a ese lugar, no arriesgaré la vida de mi pequeña de nuevo, Rayito se merece una vida tranquila y alegre.

Todos callados, asentaron la cabeza, dando aprobación a esta decisión. Ya todo estaba dicho, no había vuelta atrás.

El recorrido en el camino de la tristeza y desesperanza había culminado, no habría más motivos para volver a ese estado de profundo sufrimiento.

Años después, ya terminando la secundaria, Rayito se encontraba sola en la casa:

-necesito algo para terminar mi maqueta, déjame ver en el cuarto de mis padres. Entrando en el cuarto, revisó el closet de su madre, su mirado se abrió como flor en plena primavera, su manos ansiosas tocaron aquella cajita de recuerdos que poseía su madre, y se dijo a sí misma –que guardara mi madre…uh

No se resistió y levanto la tapa de la caja, sus ojos intrusos, adentraron a la caja sin haber terminado de abrirla, quedo encantada con lo que encontró, de repente exclamó – ¡waoo que hermoso lugar! Al mismo tiempo nació una interrogante -¿Por qué ocultarían esto?… la caja contenía las fotos de la cabaña, el antes y después de las reparaciones.

Rayito decidió tomar las fotos y usarlas como referencias para su proyecto.

Al día siguiente presento su proyecto, la cual tuvo la calificación más alta, ella quiso compartir esta emoción con su familia.

Cuando estaban todos reunidos mostró su maqueta, todos sorprendidos e inmóviles, entonces el padre exclamó – de donde sacaste esto hija.

Rayito respondió – saben muy bien de donde… lo que no entiendo es porque ocultar tan hermoso lugar, si fue construido para nuestra familia.

-te explico mi Rayito. Resalto la madre – ese lugar no es adecuado para nosotros mi vida y mucho venos para ti, una joven de ciudad.

– ¡eso no importa MAAA! ¡Son demasiados sobre protectores!

Después de tanto vienen y van, decidieron contarle toda la verdad.

-pero eso fue hace mucho tiempo… dijo Rayito con la intención de calmarlos.

El primo que no había pronunciado ni una palabra, estalló – ya prima, no insistas mas es por tu bien, aunque eso me molesta un poco de que nuestro mundo sea alrededor del tuyo, no puedo pensar que es correcto que volvamos a ese lugar, después de esa terrible situación que pasamos, tu no entiendes el sufrimiento que pasamos por ti.

-¡Entonces es mi CULPA!, claro si no me hubiese soltado de ti mami, nada de eso hubiese pasado… Perdón.

El momento quedó incomodo, las miradas inundaban la enorme sala en que se encontraban, eso no era todo, la angustia volvía a sus cuerpo y se colaban los recuerdos triste, olvidados de aquel momento.

Cada uno se fue a sus cuartos, supuestamente para escapar de tan amargo momento.

Al día siguiente, con el ambiente igual de abrumado, se sentaron todos en el comedor para desayunar, cuando de repente al invadir el espacio de los demás con la vista, se dieron cuenta que faltaba alguien, como era de esperarse Rayito no se encontraba, era algo muy extraño, ya que era la primera en bajar y sentarse a la mesa.

Todos de pronto se levantaron de sus asientos y corrieron hacia su cuarto, pero ya no estaba, la hermosa joven no se encontraba.

Buscaron hasta debajo de las alfombras, metafóricamente hablando, pero no encontraron absolutamente nada, solo hallaron una nota en su cuarto, tendida en la cama.

“estaré bien, no se molesten en buscarme, no arruinaré sus vidas de nuevo, aunque sé que no fue así, no quiero que se abstengan de hacer lo que quieren por mi culpa, no quiero ser más el mundo en el que gira todo”

Con estas palabras despidió a todos, dejando una angustia en los corazones de todos, siendo el primer en sentir con inmensa culpa Mani.

Por otro lado RAYO DE LUZ se encontraba en camino de una nueva vida, decidió ir aquel hermoso lugar que les cambio las vida a su familia, en el cual yacían recuerdos integro de su abuela.

Aunque sabía que tenía que volver para la graduación, no iba a decir nada de su regreso porque sería repentino, y no daría falsas esperanzas a su familia.

Ella antes de partir decidió quedarse en la ciudad en casa de una amiga, pues partir para volver de una vez para su graduación sería demasiado agotado.

Pasada la graduación se fue, sin dejar pista alguna de su destino, como alma que deja un cuerpo, sin aviso previo.

En su mente todo sería perfecto, una vida tranquila, sin preocupaciones, eso era lo que deseaba.

Ya en aquel lugar, Rayito, comenzó su nueva vida, fue tan afortunada que fue empleada como Guía turística, obvio que tuvo que recorrer mucho y estudiar para conseguir este empleo, trabajaba para el SR. Washington.

Tenía una vida envidiable, buen sueldo, hermoso paisaje para disfrutar la vista.

Después de dos años viviendo en este lugar, decidió adoptar un cachorrito para pasar cada día de su vida, ella quería tener alguien con quien compartir sus emociones, no sería con su familia, pues de seguro estaría enojados con ella por hacerles pasar un mal rato con su huida.

De manera que decidió que la mejor opción sería un perrito.

Un día en el trabajo se tropezó con su jefe, un hombre alto, envejecido, pero aun así agradable a la vista, él le tenía un afecto como de padre a hija.

-hola Jovencita, como estas? Le preguntó

Ella muy sonriente le contesto- muy bien señor…

Sin esperar que terminara la oración, le invito, expresando lo siguiente- escucha niña hare con mi familia una festividad en mi casa, solo es para pasar un hermoso momento con mi familia, será con una duración de una semana…

Sin bien terminar, la imprudente jovencita exclamo ¡disculpe, pero yo no soy su familia Don!

-imprudente jovencita, déjame terminar, eres como una hija para mí, así que me gustaría que asistieras, es la época del año que somos invadidos por muchos jóvenes de diferentes lugares, idea de mi querida esposa. Termino de explicarle el Sr. Washington. –piénsalo y me dices mañana.

Así se quedó pensando la bella Joven toda la tarde, la noche, en fin no sabía que haría, pues esta sería una hermosa oportunidad para hacer nuevos amigos y compartir historia.

-bueno Misdel ya me decidí…aceptare la invitación…acariciando a su peludo amigo le expresó, claro como que el animal le iba a responder.

Después de pasar una tarde junto aquel árbol, viendo el hermosos cielo azul, y las grandes figuras que le brindaba las esponjosas nubes, ya llegada a su casa, recostada junto a su mascota, sin darse cuenta alguna el sueño domino su cuerpo, las pestañas inesperadamente bajaron su guardia, cayendo en un profundo sueño.

La noche parecía una fiesta de gala, bella oscuridad estrellada, y Luz en un sueño del cual no quería despertar, su querido amigo al lado de ella, la acompañada cada día en el pequeño espacio en el que dormía.


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