LA IMPORTANCIA DEL JUEGO EN EDUCACIÓN INFANTIL

LA IMPORTANCIA DEL JUEGO EN EDUCACIÓN INFANTIL

Ely Gardel

11/12/2020

LA IMPORTANCIA DEL JUEGO EN LA EDUCACIÓN INFANTIL

Por Elizabeth García Delgado, Doctorante en Educación

«Jugar para un niño y una niña es la posibilidad de recortar un trocito de mundo y manipularlo para entenderlo” Francesco Tonucci

Jugar es una actividad universal, ¿quién no ha jugado en algún momento de su vida?, jugamos desde que nacemos y nos encontramos ante un mundo de experiencias nuevas por descubrir, conductas por aprender y datos que poco a poco vamos interiorizando; seguimos jugando incluso a una edad adulta lo cual nos lleva a disfrutar más de la vida y de los momentos a los que nos estamos enfrentando.

Jugar nos permite despertar nuestra creatividad, espontaneidad, nos relacionamos con otros, ponemos en juego valores, aprendemos reglas, aprendemos del otro, somos más autónomos, estimula nuestras emociones, nos podemos sentir felices, tristes, enojados, experimentamos incluso la frustración y sobre todo nos permite comprender un poco el mundo que nos rodea.

Francesco Tonucci dice que “Jugar para un niño y una niña es la posibilidad de recortar un trocito de mundo y manipularlo para entenderlo”, por ello el juego cumple un papel muy importante para el desarrollo de los niños, si les permitimos explorar de manera libre su entorno mediante el juego, irán construyendo su identidad psicológica, interpretará el mundo y obtendrá aprendizajes más significativos.

El juego es la actividad central de todo niño, los niños juegan de manera libre y es en esos momentos donde ellos empiezan a comprender un poco el mundo de los adultos, ellos juegan a ser grandes, a imaginar en que trabajarán cuando crezcan, desde un policía hasta un gran científico, un día juegan a que son mariposas otro día a que son enormes dinosaurios, la imaginación de los niños es infinita, los puede llevar dentro de un hormiguero o a viajar hasta Marte. Son estos momentos los que cómo adultos debemos aprovechar para que los niños aprendan de manera significativa, promover la lectura, conocer datos científicos, etc.

Piaget menciona que la característica principal de la etapa sensoriomotriz es la capacidad del niño por representar y entender el mundo, el niño aprende cosas del entorno, a través de actividades de exploración y manipulación constante.

Como adultos tenemos que cambiar nuestros paradigmas acerca de la educación infantil, dejar de pensar que los niños asisten a los centros escolares a solo aprender el ABC o e 1, 2,3 o pasar el tiempo jugando con los bloques, la educación en los primeros años debe ser uno de los mejores momentos de la vida de todos los niños, deben ser esos lugares donde se les presenten oportunidades donde puedan convertirse en Chef, en Cientifico, Astronauta o lo que pueda imaginar, poder jugar con sus compañeros y aprender a convivir de manera sana, cuestionar para conocer más e incluso poder crear las hipótesis más disparatadas sin ser juzgados.

Necesitamos una educación más humanista y dejar de ver a los niños como pequeños adultos listos para llenarlos de datos y datos que a veces ellos ni siquiera comprenden. Por ende como docentes debemos presentar a los niños actividades donde aprendan jugando, que se muevan, brinquen, rueden, cocinen, expresen opiniones, resuelvan problemas, participen de manera mas activa.

Con la llegada del COVID-19 a nuestro país, las escuelas tuvieron que cerrar sus puertas y trasladarse a cada uno de los hogares mexicanos. Nuestros niños tuvieron que cambiar las áreas de juegos por la sala de su hogar, la convivencia con sus amiguitos y docentes por una convivencia más estrecha con sus familiares.

El confinamiento puede resultar una experiencia bastante estresante tanto para niños como para adultos, pues no solo los niños llevaron la escuela a casa, sino también los padres de familia llevaron sus trabajos, siendo una bomba de tiempo muchos hogares; por ello resulta primordial que los docentes proporcionemos a nuestros alumnos experiencias donde se pueda garantizar una convivencia familiar y al mismo tiempo puedan aprender mientras se divierten, que haya más niños jugando, aprendiendo e investigando y menos niños pegados a un cuaderno memorizando cosas.

Cuando toda la familia se involucra en estas experiencias propuestas y las disfruta, se refuerzan los lazos afectivos, se crea un clima de confianza, los niños se sienten motivados, recordemos que la motivación es la primer fase para obtener aprendizajes significativos si un alumno se motiva pocas veces perderá el interés.

Así que cuando el docente de tu hijo, te pida alguna actividad de juego realízala porque es uno de los momentos con mayores aprendizajes y experiencias para los niños. Por una pandemia con más niños felices.

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