Necesitas saber

Necesitas saber

Margarita

04/12/2020

Creo que debo ser honesta respecto a quién soy y cómo soy. Parezco ser una especie de clásica chica buena onda que puede gustar rápidamente, pero tengo mi lado B que casi nadie conoce porque cuando se asoma a la realidad, nadie la quiere cerca. 

Soy una persona que ama con locura, pero también es difícil que llegue a hacerlo por mucho tiempo. Inconstancia es mi segundo nombre y lucho por cambiar eso cada día.

Todo me aburre muy rápido, todo me parece temporal. Cuando algo me gusta puede suceder súbitamente y en gran intensidad, pero velozmente bajará. O puede que algo llegue a gustarme tanto que quiero tenerlo en cada segundo de mi vida, pero nada parece ser constante luego del siguiente día.

Me gusta hablar mucho, pero también tengo momentos en que quiero desaparecer. Si un día quiero no estar para nadie, no lo estaré. La única excepción a esos episodios es mi madre. Puedo ser alguien muy tolerante, pero también tengo mis arranques de mandar todo a la borda como si no importase nada más. Me deprimo fácilmente y tengo dos días malos por cada bueno. Hay días en que despierto con la alegría a tope y otros en los que sólo quiero dormir todo el día. Y sí, soy bipolar. Y también tengo traumas que me generan desconfianza, miedo, dudas, ansiedad, etcétera. Por eso, pienso mucho todo, al menos un segundo por cada cosa que hago o digo, porque si dejara rienda suelta a mis emociones sería una intratable. Suelo pensar demasiado, sacar conclusiones e imaginar futuros posibles de cada situación para estar preparada ante cualquier porvenir. Ese es mi mecanismo de defensa por miedo a equivocarme de nuevo con las personas. Y no siempre me funciona a la perfección porque, a veces, me perjudico más de lo que me protejo, pero es mejor que tener expectativas altas y luego caer de culo. Sé que todos somos diferentes, pero yo sigo siendo la misma. Y habrá siempre una similitud en las reacciones respecto a mi comportamiento, porque es la misma personalidad con la que lidiarán.

No me considero una mala persona, pero peco de fingir algo que no soy en su totalidad. Soy lo bonito y lo feo.

Soy la lealtad pura si me nace serlo y la deserción por incomodidad. No quiero involucrarme en algo serio con nadie porque no creo que haya alguien capaz de manejar mi personalidad sin que salga herido o me hiera a mí. Soy en verdad más complicada de lo que parezco. 

Puedo ser camaleónica, ponerla fácil y ser como la otra persona quisiera que fuera para encajar juntos, pero no es lo que quiero ahora, no quiero adaptarme a nadie. Quiero sentirme libre de ser exactamente como soy y si a alguien no le gusta puede salir de mi vida. No me gusta mendigar nada, por eso valoro muchísimo a quienes están dentro de mi círculo social porque son quienes aceptan, respetan, comparten y admiran. Siento que aún me falta crecer mucho a nivel de persona, creo que me falta vivir más para saber cómo manejar mis emociones de acuerdo a lo que me sucede. Siento pánico hacia la inestabilidad, es algo con lo que ya vivo día a día y no necesito una dosis más de eso. El enamorarme supone para mi una raya más de inestabilidad y un compromiso más al que tengo que corresponder de la mejor manera. Mis acciones tendrán efecto en los sentimientos de otra persona y me aterra no saber manejarlo.

Necesitas saber que soy difícil de amar.

No me llama la atención enamorarme en este momento, siendo sincera, quiero evitarlo a toda costa. Por ahora me siento una bebé con inseguridades y traumas por superar.

No fui sincera el primer día, porque no tenía porqué contarte mi vida en ese momento. Eres un desconocido después de todo, pero ahora creo que debería ser honesta para no crear algo que no tiene fondo de nada, no al menos para mi. Me parece injusto que sigas sin saber quién soy. En verdad soy sincera porque no quiero decepcionarte más.

Lo siento, pero no te quiero en la misma frecuencia.

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