EL FUNERAL DE DOS ALMAS.
CUENTO CORTO POR GUILLERMO ABARCA.
¿Cómo es el funeral de un alma? ¿A que huele? ¿Quiénes irían? ¿Hay cementerios de almas?
Yo no estaba preparado ni quería perder mi alma ¿Qué debería hacer a partir de mañana? ¿Culparme? ¿Buscar venganza si fue asesinada? Lo que se seguro que pasa es que cuando la gente pierde por alguna razón el alma, en poco tiempo se transforman en BEIGES, concepto que luego explicaré.
Estoy aterrado, sin poder pensar, todo en esta casa fúnebre es espeluznante, todo es vacío, todo es neutral, todo es beige. Lo único que tiene color es un tapado rojo que usa una mujer que está adentro de la sala junto a la mía, pero está muy lejos para verlo.
Los médicos que intentaron salvar mi alma dijeron que fue un infarto la causa de su muerte, pero yo sé que no, yo la tuve en mis brazos antes de morir y mi alma me miró, me dijo el nombre de Ella, y estas fueron sus últimas palabras “-Que linda es ,por Dios.” Sonrió, y murió.
Mi historia es desordecasi caótica, pero voy a intentar ser muy claro en mi relato.
No importa cómo me llamo, soy joven y vivo solo con mi alma(O vivía) y no sé cuántos años tengo, lo que si estoy seguro es que, siempre mis años fueron y son distintos a los de la gente normal, y si bien sé que no morí, yo he vivido más vidas que el resto.
Si la vida fuese una forma matemática, la podría razonar así;
A: Vida estándar, vida normal, sin alteraciones radicales= Años reales de vida.
B: Eventos trágicos (+Años-vida)
C: Eventos positivos (-Años + vida)
A-B+C=Mis años.
La verdad no voy a calcular exactamente, pero estoy seguro que mi cuenta ahora está dando en negativo, y que he vivido más de una vida. Esto lo estoy pensando sentado en un lugar en el que jamás había imaginado estar.
Hace más de una hora que estoy en el funeral de mi alma, estoy solo, recuerdo y no puedo sacarme sus últimas palabras de mi cabeza “-Que linda es, por Dios.”.
No sé si es necesario, pero por las dudas lo voy a explicar, todos los seres humanos nacemos con alma, y el alma acompaña al ser humano a menos que una de estas variables ocurra;
- El ser humano decide prescindir de ella y la ignora hasta que ella se va.
- El alma decide vivir sin el humano y el humano muere.
- El alma y el ser humano se hacen compañeras toda la vida, se quieren, se respetan, pero si al morir el ser humano, el alma no encontró su alma gemela, el alma busca a otro ser humano para encontrar otra oportunidad.
- El ser humano y el alma encuentran su alma gemela, pero por alguna razón se separan, el alma muere y el ser humano sigue su vida sin alma (Se vuelve beige obligatoriamente) hasta su muerte.
*Sin embargo, si el alma encuentra a su alma gemela y están juntas hasta el momento que el ser humano muere, automáticamente viven juntas por el resto de la eternidad.
El cuarto caso, sería mi caso, lo que me obliga a llevar una vida sin alma y convertirme en beige, y eso es terrible para mí. A mí me encanta mi alma y la vida con ella es la que deseo vivir. Sin ella no voy a ser feliz, y yo NO QUIERO volverme beige.
Sé que la gente a veces decide vivir sin alma, es una vida sin sobresaltos, sin riesgos, sin felicidad, ni tristeza. Color Beige.
Ellos usan este color para todos sus sentimientos, para toda su ropa, para la pintura de su casa, para el auto y hasta para el perro. Les gusta sufrir por naturaleza, les da vergüenza ser felices.
Por ejemplo; Si están con dolor de piernas y alguien les ofrece una silla, la rechazan.
Pero ahora no me interesa, ahora estoy solo, voy hasta la puerta y veo que en el funeral de al lado personas beige entran y salen, y en un rincón, en cuclillas está la mujer del tapado rojo. Vuelvo a mi sala, me siento en un sillón beige, y me pongo a llorar.
Nunca imaginé que mi alma iba a morir así, ella había superado hace muchos años la batalla de Santiago, en la guerra de Giura fue muy malherida pero logró recuperarse y se transformó en un alma capaz de generarse y generar felicidad.
Mi alma era distinta, curiosa, inquieta, cómica, siempre decía que no sabía que quería ser cuando sea grande. Tenía un don para estar con niños, porque a pesar que sufrimos la muerte de uno, la vida nos regaló dos milagros.
Mi alma y yo soñamos volver a tener, si encontrábamos la mujer con el alma correcta, un hijo más…o dos…o tres, mi alma decía que todavía tenía lugar para encontrar ese amor que aún no había conocido y que esperaba conocer. Y juro que se le veía en la mirada, se nos veía, ese sueño.
Los beige nunca supieron si odiarme o amarme, porque a nuestros lados se notaban demasiado beige, así y todo se acercaban para sentir un poco de felicidad en sus vidas. Piensen que un beige, por ejemplo, si tiene un auto no lo usa, toma la gaseosa caliente, y ordena todo obsesivamente para tratar de ocupar su tiempo y no sentirse tan vacíos. Pero yo extraño a mi alma y no puedo vivir sin ella, NO QUIERO. Mi alma con el tiempo se convirtió en profesora y me enseño muy bien los principios fundamentales que un alma nunca debe negociar ni perder.
- Amar sin miedo.
- Aceptar que el amor puede matar o darle vida a un alma, y eso está fuera de su control.
- El deseo de hacer feliz a su pareja no debe disminuir jamás, ya que el objetivo de un alma es elevar espiritualmente y físicamente a la persona que aman siempre.
Al recordar estos principios y recordar mi alma debo hablar del porqué de su momento más feliz y del peor.
Ella, que linda es, por Dios… mi alma la conocía, era su alumna, y más allá de que era tan bonita como inteligente nunca la miró con otros ojos. Con el tiempo se fueron acercando, y para ser sincero, hubo una especie de primera cita de la que no voy a hablar, porque un poco me avergüenzo.
Ese fue un punto de partida que generó conversaciones nocturnas, hasta la madrugada, pero por mil motivos yo no creía que ella se podía fijar en mi (No de perdedor, si no de distintos) pero para mí, esas charlas empezaron a ser una rutina necesaria antes de dormir, y más de una noche me fui a la cama preguntándome “¿Y si ella es Ella?”.
Un día fuimos invitados, con mucha gente más, a un cumpleaños, pero al momento de ir solo quedábamos ella y yo. Le pregunte si quería ir de todos modos, y cuando ella nos dijo “-Vamos” fue para mí un signo de valentía. El camino hacia la fiesta fue una serie de eventos tragicómicos, y cuando más quería demostrar seguridad más inseguro me mostraba, pero ella reía, y por primera vez, dije mis últimas palabras “-Que linda es, por Dios.”.
Esa frase se convirtió en una voz continua y permanente cada vez que yo la miraba, incontrolable, me empecé a dar cuenta que ella es Ella y la quiero hacer reír por el resto de mi vida.
Me enamoré del huequito que se le hace en la parte superior del cachete izquierdo y de su diente extra blanco. Y esa noche intenté conquistarla, hasta quise demostrarle que en otra vida fui cantante, pero me salió mal, y ella rió.
Fue muy claro, mi alma en ese momento se enfrentó a lo que tanto estaba esperando. El amor.
El amor entre almas es complejo, y puede darse de las siguientes maneras.
- Amor fugitivo:
El alma escapa al sentir que su amor hacia otra alma la hace débil, y sobretodo, ese amor es capaz de lastimarla.
- Amor por siempre:
Almas que (Siempre con esfuerzo y ganas) pero con locura y desenfreno se aman viven juntos por el resto de la eternidad.
- Amor letal:
Amor entre almas capaz de matar tanto de manera obvia como impredecible.
- Amor que da vida:
Este es el más raro y aún todavía no sé cómo explicarlo.
Esa noche, en esa fiesta de cumpleaños, ella hizo desaparecer a todos y yo solo escuchaba su voz y veía sus ojos.
Y solo quería hacerla reír.
Volvieron juntos (O volvimos juntos) y en mi casa yo le di un beso lleno de torpeza, y después de ese beso ella me invadió de felicidad.
Y nos conocimos.
Y nos estudiamos.
Y nos aprendimos.
Y nos enseñamos.
Y nos disfrutamos.
Y crecimos.
Y nos respetamos.
Y nos esperamos.
Y viajamos.
Y nos ayudamos.
Y nos defendimos.
Y lloramos.
Y reímos sin parar.
Y nos confiamos.
Y nos amamos con locura.
Sin medir consecuencias…
Todos alrededor sentían celos (O envidia tal vez) al vernos, éramos las almas más felices, más amigas, más parejas y más perfectas del universo.
El tiempo nos fue poniendo pruebas, y los dos fuimos superándolas de distintas maneras, y el tiempo fue por más, y los errores (Que en un principio era fáciles de enmendar) se transformaron, de a poco, más difíciles de soportar.
Mi alma se equivocó, sin ninguna intención, y a ella le provocaron marcas, que se transformaron en roses, que se transformaron en heridas y que estas empezaron a no cerrar. Y yo también puedo mostrar mis cicatrices. Ella también me hirió.
Sin darnos cuenta o sin querer enfrentarlo, quedamos a un centímetro, en la cornisa, del abismo del amor.
Cuando mi alma se dio cuenta le dio terror perderla, y tratando de recuperarla, se volvió a equivocar y ella ya no lo soportó más.
Ella, me miró y me dijo “-Quizás todo terminó, quizás ya es muy tarde, tengo que pensar si puedo o si quiero seguir.”. Y que ella dude de nuestro amor me dejo de rodillas, se me rompió el corazón y murió de amor mi alma.
La miré por última vez, la voz dentro mío lo repitió una vez más “-Que linda es, por Dios.” Y no recuerdo nada más.
No sé qué pasó con ella. No sé qué pasó conmigo.
Acá estoy, en el funeral de mi alma, sin saber qué hacer. No soporto vivir sin mi alma, y entonces se me ocurre algo.
Salgo a tomar aire a la calle, con los ojos llenos de alma, y tropiezo una vez más con esa mujer de tapado rojo y le pido disculpas sin mirarla, siento un perfume familia que me llama la atención y creo que ese perfume fue inspiración para cometer la locura que estoy pensando ahora.
Nunca escuché que sea posible, pero ¿Y si intento resucitar mi alma? ¿Cómo lo hago? Sabía que el amor podía ser letal para un alma, pero también podía dar vida, y se me ocurrió casi por instinto y a casa, buscar su libro donde escribía cada noche, su guitarra y usar todo ese amor para resucitarla.
Creo escuchar al alejarme de la casa funeraria una voz femenina decir mi nombre, como preguntándomelo “-¿Sos vos?” Pero a mí no me importó, no tenía tiempo que perder, debía ir a buscar mis cosas (Sus cosas).
Corrí sin parar los veinte minutos que había entre mi casa y el funeral, y si me preguntan no recuerdo nada del viaje de ida o de vuelta.
Solo sé que en una mano tengo su cuaderno negro lleno de letras y rebalsado de hojas sueltas, y la guitarra en la otra. A pocos metros de la entrada comienza a faltarme el aire, no sé si serán los nervios o el cansancio, pero entro como puedo y a pasos de la sala donde estaba mi alma, casi en la puerta de la sala anterior me resbalo, caigo y todo se me cae.
Empiezo como puedo a juntar los papeles y se me cae la guitarra, agarro lo que puedo y veo que los papeles estaban por todos lados, incluso creo que algunas hojas volaron dentro del funeral de al lado.
Nada me importa, agarré lo que tenía y entré sin dudar donde estaba mi alma muerta.
Como primero intento leí un cuento que había escrito acerca de su familia, pero nada pasó, solo un poco de luz iluminó el lugar para que yo leyera mejor.
Después, a modo de transfusión de palabras le leí sus primeros poemas, y a pesar de ponerla toda la emoción posible, nada pasó. Solo una ráfaga de viento abrió de par en par la puerta, y al ser casi un lugar vació de muebles cada palabra que decía retumbaba en cada rincón del edificio.
Me desespere y jugué mi última carta, yo sabía que sus canciones eran muy importantes porque las compuso desde el alma, y aunque sin alma es muy difícil cantarla, empecé a intentarlo. Empecé tocando la guitarra, y la no respuesta a mi ilusión me hizo pasar de canción en canción casi como si estuviera en un popurrí, y me estaba dando por vencido como si fuera un beige y la misma voz que me decía lo linda que era ella, también me recordó que debía seguir, que mi alma tenía un round más.
Y vi una partitura, sin letra, con un nombre nuevo para mí, desconocido, el nombre de la canción decía: Tanta (Ella), y empecé a la, fue muy despacio al principio, bastante desafine, pero entonces escuche una voz demasiado familiar. Al levantar la mirada veo el tapado rojo entrar a mi funeral, sus manos tenían la letra de Tanta, veo un diente extra blanco al sonreír y un huequito en el cachete izquierdo, y el tapado rojo abrigada a Ella que empezó de a poco a encontrarle la melodía correcta.
“Tanto mar en sus ojos vi.
Un silencio abrumador oí.
Tanta angustia innecesaria
Tanta charla y tan sordo fui.
Tan ciego de mis errores…”
Y su voz comenzó a tener más fuerza, y su piel más color, y como que alguien, de un empujón, me levantó del rincón y comencé a caminar hacia ella, y me acerque, y de pronto sus ojos explotaron de luz y me encegueció su amor.
Ella había muerto conmigo y Ella escuchó mi plegaria y la resucitó, y me resucitó, y otra vez su sonrisa borró al mundo alrededor quedando solo ella y yo, nos besamos con amor una vez más.
Dos almas.
Un amor.
Que muere y resucita, que mata y da vida.
Una chance más.
Y ahora… tan solo les queda, pedirse perdón.
FIN.
26 de febrero 2010 -14 de febrero 201
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