Yo no puedo hablar de futbol, porque no se, porque no entiendo,
porque nací con dos piedras, no dos pies. En la escuela siempre me
elegían último y a mi no me importaba, siempre pensé que los
deportes son mero entretenimiento y nada mas.
Pero con él mis
contradicciones se encuentran en el campo de la conciencia y entablan
esa lucha enorme que solemos tener los que no queremos ser
hipócritas. No puedo. Como se escribió alguna vez, no se puede
medir con la misma vara. Ya habrá tiempo de medir sus desaciertos,
de condenarlo por sus actos.
Ahora intentemos
ver a los que quedan acá, por que así es la muerte, y lo que
realmente nos aterra. El sol va a seguir saliendo, el resto del mundo
se sigue moviendo, aunque algunos no estén.
Si miramos alrededor
y los viejos se sonríen despacito, así con los ojos con lagrimas
recordando un pedacito de felicidad que alguien que no conocieron en
persona, alguien con el que no hablaron, alguien hasta que a veces no
hablaba su idioma. Entonces perdón pero hoy nos olvidamos de lo
malo.
Ahora piensen un
poco, si sus errores serian tan tremendos, si en vez de haber nacido
en Fiorito, hubiese nacido en cuna de oro. Como lo hubiesen juzgado
si en el hombro se hubiese tatuado una frase de esas sin sentido y no
la cara del Che. De que manera lo hubiesen mirado, si se hubiese
atendido en la mejor clínica de Alemania, en vez de viajar a la
Habana. Quizás seria un poquito menos asqueroso en su forma de
hablar si se hubiese abrazado con Reagan y no con Fidel. Quien sabe.
Porque siempre
volvemos a lo mismo, el villero es drogadicto, el rico tiene excesos.
No te perdonan una Diego, y esta bien así tiene que ser, lo que esta
mal es la doble vara, la doble moral que se maneja siempre.
Pero aun con el
éxito, la plata, y las miradas siempre puestas en él nunca se
olvidó de donde vino, quien es, de que lado de la vereda estar.
Si te hubieses
quedado callado, si no hubieses dicho tantas cosas que dijiste quizás
te tendrían en el pedestal de lo correcto, de los hipócritas en
silencio, de como hay que comportarse, siguiendo a los poderosos y al
poder. Pero
no serias lo que sos y hoy no te lloraria un pueblo entero.
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