La cuido mientras duerme

La cuido mientras duerme

Yuls

18/11/2020

Estaba en una caja, fría, estrecha y oscura, era pequeño, estaba herido en la parte de mi nariz, tipo rasguñado, tenia mucha hambre, mucha pero mucha hambre, se que estaba flaco y débil, estaba buen rato en esa caja, hasta que al fin me sacaron, y llegue a una casa, había bulla, cosa que me ponía algo ansioso, una pequeña niña me vio y vino rápidamente hacia mi, me cargo y me abrazo, pude sentir su cuerpo tibio sobre mi pelaje sucio.
Jugaba conmigo y me estuvo tratando como si fuese un objeto, bueno yo solo era un pequeño gatito, audaz’ pero pequeñito.
Luego de unas horas de mimos y tonterías que me hacia esa pequeña niña, llego ella, Melisa, la vi tan alta y sonriente, escuche que pregunto si ya había llegado el gatito. De pronto vino hacia mi, me cargo y me abrazo, me miro cara a cara me sonrió y abrazo, y soltó unas palabras «desde ahora tu vida va a ser feliz conmigo, mi pequeño gatito». 
Me abrazo, y yo accedí a su abrazo, y recosté mi pequeña cabeza en su tibio pecho. 
La primera noche ella paso un trapo frio por todo mi cuerpo, me limpio, limpio mis orejas, finalmente se echo, me agarro y me abrazo, me cubrió con su caliente frazada y me sentí tan feliz, me sentí el gatito mas afortunado del mundo.

Al día siguiente la vi bien entretenida con un aparato cuadrado que brillaba, solo decía que nombre puedo ponerle, que nombre puedo ponerle’, finalmente escuche el nombre de KoKo, porque como suele decir ella, tengo una mancha oscura en mi carita y eso hace referencia a una calavera como en la famosa película Koko. He ahí mi nombre. 

Y así pasaban los días, fui creciendo, me acostumbre a ella, me daba mi comida y agua, me ponía en su cama y antes de que saliera y me abandonara por horas me daba un beso en mi pequeña cabezita, escuchaba unas palabras todas las mañanas que decían «Ya vengo bebe cuídate mucho, se un buen gatito, iré a trabajar vengo a las 6 de la tarde, te quiero mucho». Y yo solo seguía durmiendo. 
A veces me hartaba de solo comer las mismas croquetas todos los días, ella se daba cuenta que no comía prácticamente nada, así que la veía desesperada, bajaba a la cocina y después de un rato llegaba con un plato de pollo e hígado para mi, y yo todo hambriento devoraba todo ese plato, en las noches me abrigaba y a veces se ponía a cantarme, tiene una hermosa y melodiosa voz, en definitiva, es mi mamá, mi mamá Melisa.

Sabe que la quiero, yo no puedo dormir si mi mamá no viene, estoy esperándola en la escalera, entusiasmado de que vuelva, o cuando se va al cuarto de mi otra mamá llamada Vilma estoy esperándola afuera para que pueda salir, duermo tranquilo cuando ella esta a mi costado. O cuando esta en otros cuartos maúllo mucho para que pueda escucharme y pueda salir Melisa, mi mamá que siempre me canta y me da mi comida. 

Transcurrieron los años, llenos de rutina, amor y comidas gatunas.

Mis problemas transcurrieron cuando comenzábamos a subir al techo, Melisa solía subir al techo a ponerse algo blanco en la boca que salía humo, mientras escuchaba música, yo siempre suelo acompañarla a todos sitios en esa casa ruidosa y escandalosa. 

Una noche como cualquiera, Melisa sube y pues estaba ahí en una silla grande donde suele echarse mirar al cielo y meterse esa cosa de la que sale humo y aun no comprendo, solo la veo y me quedo a su costado. Estoy tranquilo cuando de repente apareció el Diablo simulado de gato negro, vi que caminaba sigilosamente acercándose mas y mas a Melisa, hasta el punto que se puso a mi costado, yo gruñí fuertemente para que se alejara y no la lastimara.

Melisa de un golpe grita «FUEEEEEERAAAAAA» mientras le tira agua desde su vaso, yo voy rápidamente detrás de el para poder atacarlo, pero algo me detiene, escuche los sollozos de ella, fui hacia donde estaba Melisa y vi que pequeñas gotas salían de sus mejillas redondas, estaba llorando, yo sobo mi cabeza con sus piernas para demostrarle que estoy con ella, pero no dejaba de llorar, ella es asustadiza y nerviosa. Temblaba, pude notar que estuvo muy asustada, dio un ultimo pitido, apago su cigarrillo y se fue corriendo a su habitación llorando, recuerdo esa noche que hablaba por esa cosa cuadrada blanca y decía que había sido despedida de su trabajo. Estaba desanimada y triste, ansiosa, preocupada, más aquel susto de un gato negro alto del tamaño de un perro con ojos rojos luminosos al costado de ella sin que se de cuenta, quien no sentiría un miedo total’. 

Melisa no dejaba de llorar, pude notar que estaba muy asustada, en eso se para de golpe y va hacia el cuarto de sus padres y le comenta que un gato negro grande, con ojos rojos estuvo cerca de ella sin que esta se diera cuenta y que eso la asusto muchísimo y se puso a llorar delante de ellos. 

Cuando escuche eso, inmediatamente subí al techo a buscar al Diablo…
Estuve toda la noche esperándolo aun recuerdo, después de horas de esperar y esperar, estaba a punto de bajar las escaleras, pero, aparece el, y si, era verdad, era muy grande, negro, con ojos rojos, sus ojos eran el mismísimo  infierno, se que era el diablo camuflado en gato. 
-Que quieres aquí, le digo.
-Vine por Melisa, me alimento de las malas energías, sin eso, no podría vivir, así que quítate de mi camino, que tengo muchísima hambre, gato torpe’ 
-No lo permitiré, lárgate, estas perdiendo tu tiempo.
-En realidad el que pierde su tiempo eres tu, pobre e indefenso gatito. Sabes que no harás nada al respecto. 

Y se va… por los techos, a los lugares oscuros de la calle… 

Recuerdo que esa noche estuve todo el día pensativo y con miedo, tenia razón no podía hacer nada, era el diablo, disfrazado de gato… pero una cosa si sabia, era que podía defender a mi dueña, a Melisa.

Todas las noches mientras Melisa dormía, solía recostarme en la punta de la cama para vigilar si ese gato venia a acechar en la noche, y pues resulto que si, venia y nos peleábamos, siempre terminaba  lastimado, arañado y mordisqueado, Melisa se ponía a llorar por verme así, a veces me encerraba para que no pudiese pasarme nada, pero me pasaba de todo, tan solo por protegerla.

Recuerdo perfectamente que en las noches ya no era gato sino, se convertía en sombra negra y se posaba por encima de ella. Al día siguiente ella despertaba cansada, cada día mas pálida y mas pálida. Veía a Melisa totalmente cambiada, mas deprimida, mas cambiada, ya no sonreía como antes, solo paraba cansada, y se perfectamente que agotada  por las energías absorbidas de aquella  sombra que se posaba por encima de ella, y yo no podía hacer nada al respecto. Tenia razón. 

Nosotros los gatos, tenemos el sentido mas desarrollado, podemos ver las energías de los vivos y de los muertos, una vez Melisa vino como de costumbre en la noche, pero vi algo cambiado en ella, no vi la típica energía verde que significaba vida en los humanos, era negra y sombría con pequeños gusanos astrales llenos de negatividad , era energía absorbida, absorbida por las noches de parálisis del sueño, que le proporcionaba esa sombra, aspiraba su juventud, aspiraba su luz.

Yo estaba totalmente destrozado, pelee, me dieron arañazos dos meses aproximadamente, aguante los abusos de un gato con el tamaño tres veces mayor al mío, y todo por defender a ella , a la persona que me acogió de pequeño, que me rescato del cerro de donde naci, donde hacia un frio inmenso, pero ella me acobijo y me trajo a su casa, la que me dio todo el amor del mundo. Mi mamá estaba perdiendo la vida poco a poco, perdía la vida, noche tras noche… 

Sentí que no valía de nada trasnocharme y aguantarme el sueño en aquella cama grande para que no pudiese entrar ese gato, pero era en vano ya que ingresaba como sombra, y  yo no podía hacer nada al respecto, estaba devastado, lagrimas salieron por mi cara peluda, sabia que si pasaban los días, Melisa perdía la energía que nos vitaliza a cada humano, el amor, la alegría, la fe, la esperanza, la juventud, la felicidad…

Ella perdió el brillo en su sonrisa, su mirada era fria, y sin vida, era como una especie de robot, ahora solo veía a alguien decaída con olor a cigarrillo y a estar agotada todo el tiempo, ella no era la misma de siempre, de la grandiosa persona que me acobijo. 

Estaba decidido. 

Aquella noche 23/10/2020 a las 11pm subí al techo, con la cara cabizbaja, lo esperaba, a el…
llego como todas las noches para absorber la juventud de mi dueña, hasta que lo detuve, y quedamos en un acuerdo, cosa que a el le encanto y quedo totalmente satisfecho. El y yo hicimos un trato, a escondidas de mi dueña, sin imaginarse que pasaba mientras aquella dormía. 

Lo siento tanto Mamá, dije antes de subir al techo aquella noche, le dije a través de la ventana mientras dormía,,, antes de subir esas escaleras, escalón por escalón pasaban escenas de como iba creciendo y como me criaba mi mamá, de como me daba todo el amor, para ser el gatito mas feliz y fuerte del planeta, recordaba sus canciones, sus abrazos, sus besos en mi cabeza, sus sopas que preparaba especialmente para mi, nuestros juegos, éramos felices… totalmente felices, mi dueña y yo… 

Cuanto quisiera volver a sentir su tibia piel abrazando mi peludo cuerpo… cuanto quisiera…

Cada noche la veo, feliz y radiante porque se que su brillo a vuelto nuevamente a su cuerpo, su hermosa sonrisa, sus sentidos se mantienen intactos, hasta que llega la noche y abraza un cuadro mío, soy yo en una fotografía, caen lagrimas por sus mejillas, preguntándose Koko donde estarás … Koko donde estarás  … todas las noches repite lo mismo… 
Siempre la veo llorar, hasta quedarse dormida.

Y Yo a lo lejos desde su ventana la miro y observo mientras digo aquí estoy mami, aun queriéndote, aun cuidandote… mírame que aquí estoy!  mírame! mírame mamá!!! aquí estoy!!! 
Aun vigilándote de todo lo malo que suele ser el mundo…
Pero mi mamá no me escucha, es en vano mis maullidos, todas las noches que maúlle de forma ruidosa y violenta hasta quedarme sin voz  fueron en vano… todas esas noches fueron en vano.,, 
Comencé  a entender que ella ni su familia podía comprender que yo estaba ahí tratando de conseguir que me pudieran ver!  en aquella casa ruidosa, era invisible, ya no pertenecía a su mundo. Yo ya no estaba ahi… 

Yo ya no existia… 

Y yo aun la veo, la visito, cada noche escapo del infierno, del trato que habia aceptado y subo a la tierra, corro y corro , escapo con todas mis fuerzas todas las noches, porque se me es prohibido pero eso no me impide por nada del mundo poder ver aunque sea a mi dueña unos segundos, corro y corro porque me persiguen para poder regresarme al infierno ya que fue parte de mi trato, corro hasta cansarme de una manera tan extrema, con tan solo ver cada noche a mi dueña…

Finalmente comprendí, que valió la pena dar mis 7 vidas por una Vida. 

Ya que concluyo con todos sus planes de vida que le escuchaba decir a sus amigos. Todo valió la pena.

Siempre te recordare mami, yo siempre te recordare… porque cada noche, escapo del infierno para poder ir a verte aunque sea tan solo unos segundos… 

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS