
Fue en otra vida, lo recuerdo muy bien…
La noche estaba tan clara que la luna se reflejaba en nuestros cuerpos desnudos; la brisa de verano secaba el sudor de la pasion desenfrenada que nos invadía.
Allí, tumbados en el pasto, con el ruido del agua fresca del arroyo de fondo, juramos amarnos en cada vida que tuviéramos.
Juramos que el universo conspiraría junto a nosotros para encontrar nuestras almas y asi poder fundir nuevamente nuestros cuerpos.
Juramos que nuestro amor traspasaría tiempos y destinos.
Esta noche, con otro nombre y en otra piel, me encuentro en mi balcón. La luna está clara y la brisa cálida anuncia que el verano se aproxima.
Puedo sentir como se eriza mi piel cuando te recuerdo rozando todo mi ser.
Entonces susurro al viento con la esperanza de que lleve mi voz a donde estes, para que sepas que yo también estoy esperándote.
Para fundir nuestros cuerpos de nuevo; para hacernos el amor; para renacer en este destino, que es amarnos en cada vida y en cada reencarnación.
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