Jamás olvidare
el llanto de la niña que no fue mortal
Los cielos la escucharon
y sobre una nube la acunaron.
No dejo huellas como los demás niños,
no dejo marcas de barro ni de sombras.
Sus pasos marcaron huellas en mi corazón
dolorido por su partida.
Nazú, al cielo llega nuestro amor?
jardines de flores poblamos para recordarte
y soñamos con tus risas,
esas que jamás pudimos oír.
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