15 de diciembre de 2001

Fue el día que conocí a Alejandra, un año atrás quedé encantado con su joven belleza. Así que conocerla fue un gran logro para esa época, considerando que recién había comenzado a explorar las tácticas para conquistar a una niña (supongo que como todo joven en esa época de su edad).

Recuerdo que bailamos toda la noche, conocerla fue un efecto colateral porque a quien realmente quería conocer era a su prima, Yolima. Inmediatamente olvidé a Yolima, fijando toda mi atención en Alejandra.

Tomar sus manos como si en realidad fuese mi gran amor fue algo maravilloso, no tuve el valor para pedirle un beso, pues en esa época acostumbraba a pedirlos.

A pesar de que la atención de ella fue robada por otro joven, no dejé de pensar en ella y esa alegría tan inmensa que me había generado.