Un simple estudiante…

A veces me pregunto: ¿Dónde están los que alguna vez llamé amigos?

tal vez ellos también se hacen la misma pregunta conmigo 

dijeron que estarían para mí aunque yo tampoco estuve para ellos;

hay «amigos… «amigos», siquiera tenemos momentos bellos.

Nunca fui bueno para el compañerismo,

los trataba mal, y ahora que estoy solo y me aguanto a mi mismo

los entiendo, comprendo porque algunos no querían de mi compañía,

les molestaba mi humor y como sonreía.

Andaba con la cabeza abajo ante sus miradas penetrantes,

y aunque ellos me miraban con los mismos ojos, yo sentía que yo era mejor que antes;

escuchaba a las madres hablar: «Hijo ten un poco más de conciencia, 

no te juntes con él, es una mala influencia.»

También sabía que los profesores susurraban

y yo sé que ellos deseaban,

que me largase 

o que simplemente me desviara para no interrumpir su clase.

No fui el «mejor» por así decirlo,

yo era el que en vez de construir el progreso se encargaba de destruirlo,

yo era que esperaba el sonido del timbre para que aquella puerta se abra,

yo era el que molestaba cuando al inteligente le daban la palabra.

Y no, no estoy orgulloso de eso,

me hubiera gustado se algo más y de mi personalidad no sentirme preso,

me hubiera gustado dejar huella,

me hubiera gustado hacer feliz al que la tarea sella.

Yo quería un diploma o una medalla en el cuello

pero al parecer nunca luché por ello,

por eso luchen, luchen en cada paso,

sino estarán como yo, con 11 años de fracaso.